sábado, 5 de julio de 2008

El presunto cerebro del 11-S rechazó hoy a sus abogados y pidió representarse a sí mismo

5/6/2008 – EFE


El presunto cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, Jalid Sheij Mohamed, rechazó hoy a sus abogados y pidió representarse a sí mismo ante el tribunal militar antiterrorista en el que comparece.
"No aceptaré ningún abogado. Me representaré yo mismo", dijo el acusado, tras entonar oraciones en árabe.
El juez Ralph Kohlmann, coronel de los Marines de EEUU, respondió que "ésa es una de las opciones que usted tiene", y le preguntó si entendía que puede llegar a ser condenado a muerte, como propone la fiscalía.
"Eso es lo que quiero. Hace mucho que pretendo ser un mártir", declaró el acusado, quien alegó que no puede aceptar ningún abogado de Estados Unidos por las acciones cometidas por este país en Afganistán, Irak y "Tierra Santa".
Jalid Sheij Mohamed, de 54 años y nacido en Kuwait pero criado en Pakistán, también pidió poder hablar con los otros cuatro presuntos miembros de Al Qaeda junto a los que es procesado, pero el juez manifestó que no permitirá "una defensa conjunta".
El presunto cerebro del 11-S apareció hoy públicamente por primera vez desde su captura en 2003, ataviado con una túnica y gorro blancos que, según la coronel del Ejército Wendy Kelly, usan normalmente los prisioneros en la base naval estadounidense de Guantánamo.
El principal acusado apareció en la audiencia de hoy con una larga y canosa barba, mientras que en las fotos distribuidas por el Pentágono cuando fue capturado en 2003 en Pakistán aparecía con bigote.


Jalid Sheij Mohamed protestó en inglés porque en una declaración anterior, cerrada a la prensa, y ante una junta militar "tradujeron mal" sus palabras y pusieron otras en su boca.
"Mi inglés no es malo", dijo el acusado, quien estudió ingeniería en Carolina del Norte, pero aun así pidió un traductor.
Del mismo modo, Ali Abdul Aziz Ali, otro de los acusados, protestó al alegar que sólo había hablado con su traductor cinco minutos antes del inicio de la vista, y declaró que se considera "sin traductor".
"He tenido problemas con los traductores que han traducido mal o entendido mal", afirmó el acusado en inglés, y pidió un traductor de la zona del golfo Pérsico.
No obstante, el juez señaló que "los asuntos que trataremos hoy son bastante simples", y ante la intervención del acusado consideró que "va a poder entender todo lo que digo en inglés".
También comparecieron hoy en la audiencia Walid bin Attash, Ramzi Binalshibh, Mustafa al-Hawsawi y Ali Abdul Aziz Ali.
Todos están representados por abogados militares asignados por el Pentágono y tienen derecho a letrados civiles, que deben costearse ellos mismos.
David Nevin, uno de los abogados del presunto cerebro del 11-S, afirmó que las decisiones que su cliente debe adoptar "son muy complicadas", al contrario que lo que había sugerido el juez, y protestó al alegar que sólo había podido reunirse con el acusado en dos ocasiones y un total de cinco horas.
Lo mismo declaró Thomas Durkin, el abogado civil de Ramzi Binalshibh.
El juez militar comenzó la audiencia con la advertencia de que "cualquier declaración de los acusados se presume que será secreta".
Eso significa que el sonido podrá ser eliminado para que la prensa reunida en la base naval estadounidense de Guantánamo no escuche la información que, según el juez, "perjudique la seguridad nacional" de Estados Unidos.
El tribunal, constituido en una antigua pista de aterrizaje, está dotado de un sistema que permite, mediante un botón, suprimir el audio en el área de observación donde se encuentran la prensa y miembros de organizaciones no gubernamentales.
El sonido es transmitido con 20 segundos de retraso para que un oficial de inteligencia revise el contenido y pueda recomendar al juez que sea censurado.
Jalid Sheij Mohamed había confesado con anterioridad que fue el artífice de los atentados del 11-S, que causaron casi 3.000 muertos al estrellar, varios activistas, aviones contra las Torres Gemelas de Nueva York, el Pentágono en Washington y en un campo de Pensilvania.
Ramzi Binalshibh presuntamente estaba destinado a ser uno de los secuestradores de los aviones, pero no pudo lograr un visado para entrar en Estados Unidos, por lo que se convirtió en su principal intermediario con Jalid Sheij Mohamed.
Ali Abdul Aziz Ali es acusado de enviar dinero a los secuestradores, y Mustafa al-Hawsawi de ser su ayudante, mientras que Walid Bin Attash de entrenar a algunos de ellos.
La fiscalía ha pedido la pena de muerte para los cinco acusados. Todos estuvieron confinados en prisiones secretas de la CIA desde su captura hasta septiembre de 2006, cuando fueron trasladados a Guantánamo.

Las declaraciones de Jalid Sheij Mohamed

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