En 1916 Woodrow Wilson fue reelegido presidente de los Estados Unidos. Uno de sus eslóganes era: "Él nos mantuvo alejados de la guerra". Por el contrario, sus intenciones eran bien distintas. El coronel House, agente de la gran banca internacional, mano derecha de Wilson y presidente estadounidense en la sombra, tenía la orden de inducir a los Estados Unidos a entrar en la I Guerra Mundial (1914 - 1918). En el fondo los motivos de la gran guerra europea eran estrictamente comerciales. La gran banca había prestado grandes sumas de dinero a Gran Bretaña, implicándose enormemente en su industria y comercio. Sin embargo, los negocios comerciales británicos se veían frenados por la competencia cada vez más dura de Alemania. A la banca le interesaba una guerra para no perder buena parte de sus intereses en Gran Bretaña. Además, necesitaban urgentemente el auxilio militar de los Estados Unidos. En este empeño utilizaron a todos sus agentes norteamericanos, sobre todo al coronel House, y todo su poder mediático. La mayoría de los grandes periódicos de la época, igual que sucede en la actualidad, estaban en manos de la gran banca. La excusa perfecta para entrar en la guerra en auxilio de los británicos vino dada por el hundimiento del Lusitania por submarinos alemanes. La muerte de ciudadanos estadounidenses en el incidente fue utilizado hasta la saciedad por los periódicos para crear un clima de opinión propicio a la participación en la guerra. La verdad sobre el hundimiento del Lusitania es, como siempre suele suceder, completamente diferente a lo divulgado por la prensa de la época. Tanto Gran Bretaña como Alemania llevaban a cabo un duro enfrentamiento submarino con la intención de que no llegaran municiones al bando contrario. El Lusitania iba cargado de municiones para el bando británico. De hecho, el gobierno alemán había publicado varios avisos en la prensa norteamericana para que ningún ciudadano de ese país viajase en el Lusitania, aduciendo que sería hundido, porque tal como se comprobó posteriormente viajaba cargado de municiones. Finalmente, en 1917, bajo el lema: "La guerra para acabar con todas las guerras" Estados Unidos entró en el conflicto. Al mismo tiempo, los conspiradores sacaban pingues beneficios de la industria bélica, además de aumentar la deuda de las naciones en guerra, lo que aumentaba su poder. El propio Winston Churchill confesó que si Estados Unidos no hubiese entrado en la guerra "la paz se habría logrado con Alemania, no hubiese habido colapso alguno por el que Rusia optara por el comunismo, ni caída del gobierno en Italia, seguida por el fascismo, y el nazismo nunca hubiese ganado ascendencia en Alemania". Sin comentarios...
"El Misterio del hundimiento del Lusitania"
"El Misterio del hundimiento del Lusitania"
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