John O’Neil, agente del FBI experto en Al Qaeda afirmó "Me voy porque no me dejan investigar a Bin Laden" en los atentados previos contra intereses americanos en Africa y Yemen. Le ofrecen trabajar como jefe de seguridad en el WTC con un sueldo 5 veces mayor que el del FBI; entra a trabajar el 10 de septiembre y fallece el 11 de septiembre en las Torres.
Un pasajero del vuelo 11 cae abatido por disparos al rebelarse contra los secuestradores. Luego se corrige la información porque los terroristas ‘sólo’ llevaban cuchillas y cuchillos de plástico. El pasajero era un agente secreto de Israel, Daniel Lewin. Más de 120 agentes israelíes seguían la pista del grupo de M. Atta. El Mossad israelí entregó una lista de 4 terroristas suicidas a EE.UU. el 23/08/2001; se cursaron otros 4 avisos indicando que se usarían aviones comerciales. Los servicios secretos de Israel impiden que Ariel Sharon (primer ministro israelí) acuda a una cita el 11 de septiembre en Nueva York.
El Informe Fenix de servicios secretos USA indicaba el entrenamiento como pilotos de terroristas y preveía posibles atentados con aviones.
Coleen Rowley, del FBI, detiene el 16/08/01 a Zacarías Moussaoui (presuntamente el previsto quinto asaltante del vuelo 93 que no pudo cumplir su función por estar detenido). Escribe en su informe: "Es capaz de estrellar un avión contra el WTC". No le autorizaron continuar la investigación.
W. Arkeh, jordano detenido en Florida por la CIA el 21/08/2001, declara: "Algo grande va a ocurrir en Nueva York, porque el ataque con bomba de 1993 contra las Torres Gemelas fue un trabajo inacabado". No se siguió esta pista.
Richard Dennison, del American Savings Bank denunció al FBI que en su estancia en El Cairo había recibido informaciones de que en septiembre u octubre terroristas islámicos estrellarían aviones comerciales contra el WTC. El presidente egipcio Mubarak también ha declarado que habían advertido de la preparación de un gran atentado por esas fechas.
El servicio secreto alemán (BND) también informó de los atentados concretando que sería en la semana del 10 de septiembre y contra el WTC. Los italianos también informaron, así como los franceses e ingleses. A ninguno se le prestó atención como tampoco se hizo con la detención de Bensakhria en España. Estas pistas europeas sólo se siguieron tras los atentados.
Delmart Vreeland, detenido en Canadá, se identifica como del Servicio Secreto de la Marina USA. La Marina no lo reconoce como tal, aunque posteriormente se comprobó que incluso tiene despacho en el Pentágono. Para defenderse escribe ante el juez un informe que guarda en sobre sellado a abrir el 14 de septiembre; en el describe los ataque a Nueva York e indica que su fuente de información ha sido el hijo de Saddam Hussein a través del presidente ruso Putin. Se ha comentado que la red de espionaje electrónico no funcionó y que la red de agentes de carne y hueso estaba muy mermada. Sobre informes de agentes ya hemos comentado algunos. Sobre el espionaje electrónico se detectaron 17 registros de página web con nombres del estilo "worldtradecenterbombs" (bombas del WTC), "attacckamerica" (america atacada), "august11horror" (horror del 11 de agosto), "newyorkattack299" (ataque a NY el 29/09), "terroratack2001" (ataque terrorista en 2001). Aunque el día y el mes bailan, la pista no se siguió. La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) captó mensajes telefónicos desde Afganistán: "Mañana es la hora cero", "el partido está a punto de comenzar" que no se descifraron hasta el 12 de septiembre. Parece ser que las conversaciones y e-mails interceptados fueron muchísimos y el "The Washington Post" ha entrevistado a un agente del FBI que denuncia la destrucción de esos mensajes en la oficina de Denver.
Jeb Bush, gobernador del estado de Florida y hermano del actual presidente, activó el 7 de septiembre una declaración de estado de emergencia sin causa aparente. Por espacio de dos años faculta a las autoridades ciertas ‘libertades’ no ejecutables en otras condiciones. Las investigaciones policiales sobre los pasos de los terroristas en Florida pueden presentar ‘lagunas’ por razones de ‘seguridad’. A la escuela de vuelo de Atta llegaron agentes federales sólo 15 minutos después del primer atentado.
La Agencia Federal de Intervención para Emergencias (FEMA) dio orden de alerta el 10 de septiembre sin especificar de que se trataba. El FEMA de Massachusetts fue enviado el mismo día 10 a Nueva York.
El día 10 diversas personas reciben cancelaciones de sus viajes. Al alcalde de San Francisco le avisan para que no viaje a Nueva York por razones de seguridad. Lo mismo le ocurre al escritor Salman Rushdie. Periodistas convocados en el helipuerto del Pentágono, en la cara y tiempo del atentado, son informados de que se aplaza la visita. Varios altos oficiales del Pentágono cancelan sus viajes para el 11 de septiembre.
Alerta en Rota (Cádiz) y en otras bases y embajadas USA, 4 horas antes de los atentados; nadie explicó nada aún cuando al menos el alcalde de la localidad española hizo preguntas sobre la alerta.
Algunos trabajadores de la empresa israelí Odigo (con sede en el WTC) reciben mensajes de móviles para que se fueran minutos antes de los atentados. Parece ser que no es cierto que todas las empresas judías recibieron idénticos mensajes. En todo caso las cifras de muertos han sido rebajadas una y otra vez, y el hecho es que las torres estaban a un 20% de su ocupación normal.
Un pasajero del vuelo 11 cae abatido por disparos al rebelarse contra los secuestradores. Luego se corrige la información porque los terroristas ‘sólo’ llevaban cuchillas y cuchillos de plástico. El pasajero era un agente secreto de Israel, Daniel Lewin. Más de 120 agentes israelíes seguían la pista del grupo de M. Atta. El Mossad israelí entregó una lista de 4 terroristas suicidas a EE.UU. el 23/08/2001; se cursaron otros 4 avisos indicando que se usarían aviones comerciales. Los servicios secretos de Israel impiden que Ariel Sharon (primer ministro israelí) acuda a una cita el 11 de septiembre en Nueva York.
El Informe Fenix de servicios secretos USA indicaba el entrenamiento como pilotos de terroristas y preveía posibles atentados con aviones.
Coleen Rowley, del FBI, detiene el 16/08/01 a Zacarías Moussaoui (presuntamente el previsto quinto asaltante del vuelo 93 que no pudo cumplir su función por estar detenido). Escribe en su informe: "Es capaz de estrellar un avión contra el WTC". No le autorizaron continuar la investigación.
W. Arkeh, jordano detenido en Florida por la CIA el 21/08/2001, declara: "Algo grande va a ocurrir en Nueva York, porque el ataque con bomba de 1993 contra las Torres Gemelas fue un trabajo inacabado". No se siguió esta pista.
Richard Dennison, del American Savings Bank denunció al FBI que en su estancia en El Cairo había recibido informaciones de que en septiembre u octubre terroristas islámicos estrellarían aviones comerciales contra el WTC. El presidente egipcio Mubarak también ha declarado que habían advertido de la preparación de un gran atentado por esas fechas.
El servicio secreto alemán (BND) también informó de los atentados concretando que sería en la semana del 10 de septiembre y contra el WTC. Los italianos también informaron, así como los franceses e ingleses. A ninguno se le prestó atención como tampoco se hizo con la detención de Bensakhria en España. Estas pistas europeas sólo se siguieron tras los atentados.
Delmart Vreeland, detenido en Canadá, se identifica como del Servicio Secreto de la Marina USA. La Marina no lo reconoce como tal, aunque posteriormente se comprobó que incluso tiene despacho en el Pentágono. Para defenderse escribe ante el juez un informe que guarda en sobre sellado a abrir el 14 de septiembre; en el describe los ataque a Nueva York e indica que su fuente de información ha sido el hijo de Saddam Hussein a través del presidente ruso Putin. Se ha comentado que la red de espionaje electrónico no funcionó y que la red de agentes de carne y hueso estaba muy mermada. Sobre informes de agentes ya hemos comentado algunos. Sobre el espionaje electrónico se detectaron 17 registros de página web con nombres del estilo "worldtradecenterbombs" (bombas del WTC), "attacckamerica" (america atacada), "august11horror" (horror del 11 de agosto), "newyorkattack299" (ataque a NY el 29/09), "terroratack2001" (ataque terrorista en 2001). Aunque el día y el mes bailan, la pista no se siguió. La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) captó mensajes telefónicos desde Afganistán: "Mañana es la hora cero", "el partido está a punto de comenzar" que no se descifraron hasta el 12 de septiembre. Parece ser que las conversaciones y e-mails interceptados fueron muchísimos y el "The Washington Post" ha entrevistado a un agente del FBI que denuncia la destrucción de esos mensajes en la oficina de Denver.
Jeb Bush, gobernador del estado de Florida y hermano del actual presidente, activó el 7 de septiembre una declaración de estado de emergencia sin causa aparente. Por espacio de dos años faculta a las autoridades ciertas ‘libertades’ no ejecutables en otras condiciones. Las investigaciones policiales sobre los pasos de los terroristas en Florida pueden presentar ‘lagunas’ por razones de ‘seguridad’. A la escuela de vuelo de Atta llegaron agentes federales sólo 15 minutos después del primer atentado.
La Agencia Federal de Intervención para Emergencias (FEMA) dio orden de alerta el 10 de septiembre sin especificar de que se trataba. El FEMA de Massachusetts fue enviado el mismo día 10 a Nueva York.
El día 10 diversas personas reciben cancelaciones de sus viajes. Al alcalde de San Francisco le avisan para que no viaje a Nueva York por razones de seguridad. Lo mismo le ocurre al escritor Salman Rushdie. Periodistas convocados en el helipuerto del Pentágono, en la cara y tiempo del atentado, son informados de que se aplaza la visita. Varios altos oficiales del Pentágono cancelan sus viajes para el 11 de septiembre.
Alerta en Rota (Cádiz) y en otras bases y embajadas USA, 4 horas antes de los atentados; nadie explicó nada aún cuando al menos el alcalde de la localidad española hizo preguntas sobre la alerta.
Algunos trabajadores de la empresa israelí Odigo (con sede en el WTC) reciben mensajes de móviles para que se fueran minutos antes de los atentados. Parece ser que no es cierto que todas las empresas judías recibieron idénticos mensajes. En todo caso las cifras de muertos han sido rebajadas una y otra vez, y el hecho es que las torres estaban a un 20% de su ocupación normal.
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