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viernes, 16 de julio de 2010

Las últimas mentiras de Hillary Clinton


Paul Craig Roberts
Global Research/Antiwar
16/7/2010

La BBC informó el 4 de julio de que la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, dijo que la base estadounidense de misiles balísticos en Polonia no se dirige contra Rusia. El propósito de la base, dijo, es proteger a Polonia de la amenaza iraní.

¿Por qué iba a constituir Irán una amenaza para Polonia? ¿Qué pasa con la credibilidad de EE.UU. cuando la secretaria de Estado hace una declaración tan estúpida? ¿Piensa Hillary que está engañando a los rusos? ¿Hay alguien en el mundo que le crea? ¿Cuál es el sentido de una mentira tan evidente? ¿Para encubrir un acto de agresión de EE.UU. contra Rusia?

A renglón seguido Hillary advirtió de una “represión lenta” que aplasta la democracia y las libertades civiles en todo el mundo. Los periodistas estadounidenses podrían preguntarse si hablaba de EE.UU. Glenn Greenwald informó en Salon el 4 de julio de que el Servicio de Guardacostas de EE.UU., que no tiene autoridad legislativa, ha emitido una regla de que los periodistas que se acerquen sin permiso a menos de 20 metros de las operaciones de limpieza de BP en el Golfo de México serán castigados con una multa de 40.000 dólares y de uno a cinco años en prisión. El New York Times y numerosos periodistas informan de que BP, los Guardacostas de EE.UU., la Seguridad Interior y la policía local prohíben a los periodistas que fotografíen los masivos daños causados por el continuo derrame de petróleo y productos químicos tóxicos en el Golfo.

El 5 de julio Hillary Clinton estuvo en Tiflis, Georgia, donde, según el Washington Post, acusó a Rusia de “la invasión y ocupación de Georgia”. ¿A qué viene esta mentira? Hasta los estados títeres europeos han publicado informes que documentan que Georgia inició la guerra con Rusia, que perdió rápidamente, invadiendo Osetia del Sur en un esfuerzo por destruir a los secesionistas.

Parecería que el resto del mundo y el Consejo de Seguridad de la ONU han dado a los estadounidenses su aprobación para mentiras sin cuento a fin de promover el objetivo de la hegemonía mundial de Washington. ¿De qué manera beneficia esto al Consejo de Seguridad y al mundo? ¿Qué es lo que pasa?

Después de que el presidente Clinton tergiversó el conflicto entre Serbia y los albanos en Kosovo y embaucó a la OTAN para que realizara la agresión militar contra Serbia y una vez que el presidente Bush, el vicepresidente Cheney, el secretario de Estado, el consejero nacional de seguridad y casi todos los miembros del régimen de Bush engañaron a la ONU y al mundo diciendo que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva, y así consiguieron con artimañas una invasión de Iraq, ¿por qué cayó el Consejo de Seguridad de la ONU en el engaño de Obama de que Irán tiene un programa de armas nucleares?

En 2009, las 16 agencias de inteligencia de EE.UU. publicaron un informe unánime de que Irán había abandonado su programa de armas en 2003. ¿Ignoraba el Consejo de Seguridad ese informe?

Los inspectores de armas del Organismo Internacional de Energía Atómica sobre el terreno en Irán han informado consistentemente de que no existe un desvío de uranio del programa energético. ¿Ignoraba el Consejo de Seguridad los informes del OIEA?

Si no los ignoraba, ¿por qué aprobó el Consejo de Seguridad sanciones contra Irán por insistir en su derecho bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear a tener un programa de energía nuclear? Las sanciones de la ONU son ilegales. Violan los derechos de Irán como firmante del Tratado. ¿Es la “lenta represión” de la que habló Hillary?

En cuanto Washington obtuvo sanciones del Consejo de Seguridad, el régimen de Obama agregó unilateralmente sanciones más severas de EE.UU. Obama utilizan las sanciones de la ONU como un vehículo para agregar sus sanciones unilaterales. ¿Tal vez sea ésta “la lenta represión” de la que habló Hillary?

¿Por qué ha dado luz verde el Consejo de Seguridad de la ONU al régimen de Obama para comenzar una guerra más en Oriente Próximo?


¿Por qué se echó a un lado Rusia? Por la insistencia de Washington, el Gobierno ruso no ha entregado el sistema de defensa aérea adquirido por Irán. ¿Piensa Rusia que Irán es una amenaza mayor que los estadounidenses, que cercan a Rusia con bases de misiles y militares de EE.UU. y financian “revoluciones de color” en antiguas partes constituyentes de los imperios ruso y soviético?

¿Por qué se echó a un lado China? La creciente economía de China necesita recursos energéticos. China tiene amplias inversiones energéticas en Irán. EE.UU. tiene la política de contener a China negándole el acceso a la energía. China es el banquero de EE.UU. China podría destruir el dólar estadounidense en unos pocos minutos.

Tal vez Rusia y China han decidido dejar que los estadounidenses se sobre-extiendan hasta que EE.UU. se destruya a sí mismo.

Por otra parte, tal vez todos estén cometiendo errores de cálculo y preparando más muerte y destrucción de la que el mundo se imagina.

Como el Golfo de México.

(Extraído de www.rebelion.org)

sábado, 2 de enero de 2010

El encubierto agente de la revolución


Obama fue el candidato del ala izquierda de la CIA y con él han recuperado el poder los pupilos de la Trilateral

Eliseo Bayo
1/1/2010

Barak Obama fue el candidato de la comunidad de la Inteligencia. Más exactamente, representa el ala izquierdista de la CIA, lo que no es sorprendente salvo si se tiene una idea demasiado simplista de la Central. El mundo lo mueven las fuerzas revolucionarias, aunque aparentemente no se note su fuerza de gravedad.

El escenario ha cambiado radicalmente. Se han ido los neocons de la Casa Blanca. Todavía acarrean las culpas de casi todo lo malo que ha ocurrido en el mundo, y es cierto que se equivocaron. Casi nadie se acuerda ya de que el mundo era un lugar apetecible para vivir y esperar vivir mejor. La seguridad colectiva, el mundo de la estabilidad cambiante, el paraíso de los pequeñoburgueses viviendo de las migajas de los grandes especuladores, se fue literalmente al carajo.

Los neocon no han sido sustituidos por una clase política honesta y limpia, dispuesta a cambiar los paradigmas, porque tal cosa no existe. Han vuelto los viejos monstruos agentes de la revolución: tipos como Brzezinski y Soros, los inmortales, dispuestos a cambiar la cara visible del imperialismo.

El poder en Washington ha pasado de los neocon a la Trilateral. Vuelven los pupilos de una organización nacida para lograr una utopía contra natura: que las riendas del mundo sigan en las mismas manos de los que las tuvieron durante siglos, hasta que fueron arrebatadas por los rebeldes del gran sueño americano.

La Trilateral entró en la Casa Blanca con Carter, apoyado por sus amos David Rockefeller, Zbigniew Brzezinski y Paul Volcker. Aquella Administración provocó no menos de cinco millones de muertos, sin contar los que fueron condenados en el libelo Informe Mundial 2000 con el que se inició la despoblación de África.

Brzezinski manipuló las cosas para que los rusos invadieran Afganistán, provocó la guerra Irak-Irán, mientras que Volker elevó el interés del dinero hasta el 22%, lo que significó la destrucción de la infraestructura industrial norteamericana (y de rebote, la española).

Obama fue reclutado por Brzezinski cuando estudiaba en la Universidad de Columbia. Allí entró en contacto con la Trilateral y el Club de Bilderberg, uno de cuyos mentores es el neoliberal Joseph Nye, el principal apoyo ideológico de Obama y el que lo introdujo también en la Ford Foundation (la institución más conservadora de EEUU, al servicio de la oligarquía financiera), en el Council on Foreign Relations y en la Escuela de Chicago (con el profesor Austin Goolsby, de la extrema derecha económica).

La Fundación Gamaliel

La madre de Obama, Stanley Ann Dunham, de fachada procomunista pero relacionada con los servicios de inteligencia, sirvió a la Ford Foundation y al Banco Mundial . Su hijo trabajó para la Fundación Gamaliel, junto al militante palestino y amigo suyo Rashid Khalidi, portavoz de Arafat. Probablemente allí es donde Obama se interesó por el programa de llevar la sanidad pública a toda la gente y aprendió a gestionar el trabajo social.

En la misma fundación estaba Bill Ayres, activista revolucionario en la década de los sesenta y protector de Obama. Este se sentó durante 20 años en las rodillas de Jeremiah Wright el activista de la teología de la liberación negra.

La compleja personalidad de Obama dibuja la figura de un presidente de la primera potencia en guerra permanente, puesto que la paz no es posible hasta que el imperio imponga su Pax Mundial. Su pensamiento político se sustenta en los orígenes de EEUU, surgidos de una guerra por la libertad, la justicia y la igualdad. La estrategia global sería lograr la hegemonía de EEUU como garante de sus principios.

Brzezinski y los suyos hace tiempo que estigmatizaron a Rusia y a China como los principales enemigos, por lo que quieren utilizar a los radicales contra los enemigos de EEUU. Desde antes del 11-S, el servicio de inteligencia norteamericano apoyaba a Al Qaeda y a los talibanes para lanzar a los uigures musulmanes contra el Gobierno chino, y a los talibanes contra los aliados rusos de Asia Central.


El objetivo de la presencia en Afganistán no es erradicar Al Qaeda, ni a los talibanes, con los que no tardarán en entenderse, sino estar en situación de golpear a Rusia y a China. China tiene la economía más fuerte del mundo, disciplina social, abundante mano de obra y clase media en ascenso. Rusia posee las mayores reservas mundiales de gas y de petróleo. Las dos superpotencias convergen en la Organización para la Cooperación Shan-ghai, creada en 2001 (con Kazakstán, Kirguistán, Tayikistán, y Uzbekistán).

El viejo Gran Juego

La esencia del nuevo imperialismo es reproducir el viejo Gran Juego de utilizar a una pequeña potencia para atacar al objetivo y hacer que los vecinos se peleen entre sí de forma que gane el aliado. Se destruye a Pakistán, con el pretexto de bombardear a Al Qaeda. Curiosamente ni Bush, ni McCain, ni Clinton estuvieron de acuerdo en bombardear Pakistán, Obama, sí. ¿Por qué? Porque Pakistán es un aliado tradicional de China.

Esta depende de África para abastecerse de materias primas y de petróleo, especialmente de Sudán que le suministra el 8% de sus necesidades de crudo. Hay que echar a China de África y aislarla, para que si se le priva de aprovisionamiento de energía vaya a buscarlo a Siberia Oriental, donde hay abundancia de materias primas y muy poca población.

El problema está en que Pekín y Moscú conocen el juego, y al mismo tiempo toda la estructura financiera anglo-estadounidense está en profunda crisis. Obama domina el escenario ideológico que llevaría a una revolución sin precedentes, pero carece de aliados capaces de entenderla y el mundo ha sido ganado por la irracionalidad y el caos destructivo. La esperanza es una quimera, por lo que ningún revolucionario consecuente la ofrece. El mundo nuevo, precisamente por serlo, surge cuando el viejo ha desaparecido por completo sin que pueda imaginar cómo será el que le suceda.

(Extraído de www.publico.es)