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domingo, 14 de septiembre de 2008

Campos de concentración en EE.UU.


Existen sobre 800 campos de concentración en Estados unidos; todos listos para comenzar a funcionar y a la espera de prisioneros. El personal que los tendrá a su cargo ha sido designado y muchos cuentan con guardias las 24 horas del día. Pero están vacíos. Los operará la Agencia de manejo de operaciones de emergencia (FEMA) en cuanto se estime necesario aplicar la ley marcial en territorio estadounidense.

Para que esa disposición entre en vigencia todo lo que se requiere es un decreto presidencial -y el listado de nombres que firmará el fiscal general de la nación.

El Programa Rex 84 se promulgó bajo el supuesto de que un éxodo masivo allende las fronteras de EEUU las traspase desde México; esos extranjeros ilegales serían rodeados y enviados a los centros de detención de FEMA. Rex 84 dispone que en caso de necesidad muchos cuarteles podrán ser convertidos en prisiones. Dos subprogramas -Operation Cable Splicer and Garden Plot- se implementarán en este caso. El primero prevé el reemplazo de las autoridades estatales civiles por federales; Garden Plot se refiere al control de la población. FEMA dirigirá las operaciones. Las respectivas órdenes del Poder Ejecutivo han sido ya registradas y cubren el marco legal necesario.

Los campos de concentración disponen de instalaciones ferroviarias y red caminera exterior, algunos disponen de aeropuertos o se sitúan cerca de un aeropuerto. Algunos pueden albergar hasta a 20.000 personas. El mayor de ellos se encuentra cerca de Fairbanks, en Alaska. Se trata de un complejo hospitalario y de salud mental con capacidad para atender hasta dos millones de personas.

Cabe señalar que el entramado de las órdenes del ejecutivo se diseñó hace unos 30 años en previsión de un estado de emergencia provocada por catástrofes naturales o la guerra; nunca fueron suspendidas, por lo que basta la firma presidencial para reactivarlas. Estos decretos autorizan al gobierno, entre otros asuntos, para:

- asumir el control de todos los medios de transporte, autopistas y puertos lacustres, fluviales y de mar, incluyendo naves y vehículos;
- censurar la prensa;
- controlar las fuentes y distribución de energía;
- expropiar la producción y distribución de alimentos, incluyendo granjas familiares;
- movilizar a la población civil y organizar brigadas de trabajo;
- asumir el control de centros de salud, educativos y de bienestar social;
- instaurar un sistema de identificación nacional;
- expropiar vehículos aéreos, incluso extranjeros, y las operaciones de los aeropuertos;
- ordenar el abandono de áreas y reubicar comunidades.


Puesto en marcha el plan de emergencia por la Agencia federal de manejo de la emergencia, el congreso no tendrá tuición ni control sobre las órdenes del Ejecutivo por un lapso de seis meses.

No todos se han detectado. Entre los que se conocen se menciona la reactivación del campo de internación de ciudadanos japoneses y sus descendientes; otro cerca de Salem, Oregón; la construcción de nuevas instalaciones en la localidad de Umatilla. Y, desde luego, los cuarteles, bases y regimientos esparcidos por el territorio nacional estadounidense.

Se han detectado campos de concentración o edificios e instalaciones donde podrían funcionar en todos los estados de la Unión. Probablemente, además establecimientos hospitalarios de salud mental, aeropuertos regionales, áreas silvestres protegidas, campos militares cerrados, áreas tóxicas, complejos industriales abandonados, etc... pudieran usarse con fines de internación.

Se estima que bases y cuarteles militares canadienses también serían usados con este propósito, incluso algunos más allá del Círculo polar ártico.

En ultramar existe, y en funciones como campo de concentración, la base de marines en Guantánamo y se podría utilizar la prisión federal de Guayanabo, en Puerto Rico.

La pregunta es qué hecho iniciará la puesta en marcha de estas instalaciones. ¿Una catástrofe natural u ocasionada por la actividad humana? ¿Un ataque terrorista? ¿Un terremoto? ¿El colapso financiero? Cualquiera que sea la causa, una vez producida entrará en vigor la ley marcial y el país quedará en manos de FEMA. Se restringirán o desaparecerá el sistema de libertades ciudadanas y no sabremos a quiénes se estimará "peligrosos". ¿Aquellos que tienen armas en sus casas? ¿Los que hacen muchas preguntas? ¿Los que querrán saber qué realmente sucede? ¿Los que creen en la libertad de expresión? ¿Los que quieren expresarse como se les antoje?

Quienes gobiernan Estados Unidos en la actualidad están lejos de los ideales que cautelan las libertades cívicas.

(Extraído de www.bolpress.com)

La administración Bush construye cárceles políticas en EEUU

Fotos de los campos de concentración

lunes, 1 de septiembre de 2008

Nueva Orleáns: Trabajo de esclavos para Halliburton

Revolución #024
27/11/2005

Después de la destrucción que causó el huracán Katrina, el presidente Bush anunció la creación de una "Zona de oportunidad del Golfo" para facilitar la "reconstrucción". Muchas de las compañías que han recibido proyectos de reconstrucción por centenares de millones de dólares (como Halliburton) son las mismas que sacan provecho de la muerte y la miseria en Irak.

La semana pasada informamos que en Nueva Orleáns "muchos multifamiliares siguen vacíos, y hay montañas de basura y escombros en manzanas enteras, como si el huracán hubiera sido ayer. Muchas casas tienen una enorme X pintada, que indica que las van a tumbar y, como se está viendo, las autoridades no tienen ningún plan de construir vivienda para los damnificados".

Miles de pobres y negros siguen sufriendo una situación horrorosa: no tienen agua corriente y viven rodeados de moho, agua estancada y productos químicos tóxicos. Pero las grandes corporaciones, como KBR (subsidiaria de Halliburton), Bechtel y otras, se forran los bolsillos con proyectos que les adjudicaron sin licitación. El sindicato Laborers International Union informó que ni siquiera el Congreso ve los contratos "para proteger la seguridad nacional".

Bush cambió las leyes federales para pagar menos del promedio salarial de la región y contratar a inmigrantes indocumentados. (Después se vio obligado a revocar esos cambios, pero las compañías corrieron a sacar provecho mientras podían).

En un artículo de Salon.com ("Gulf Coast Slaves"), Robert Lovato desenmascaró que los subcontratistas de KBR han contratado a centenares de inmigrantes, muchos de los cuales son mexicanos, en condiciones de semiesclavitud para reparar las bases militares del Golfo.

El 11 de octubre, Bush habló en la base naval Belle Chasse cerca de Nueva Orleáns, donde trabajaban centenares de inmigrantes a quienes no les pagaron por tres semanas de trabajo, los echaron de la base y tuvieron que dormir en la calle. Un trabajador, Arnulfo Martínez, dijo: "Nos daban dos comidas diarias y a veces solo una".

Un grupo de defensa de los inmigrantes ha entablado quejas ante el Departamento del Trabajo en nombre de Arnulfo y otros 73 trabajadores para recuperar los $56,000 que les debe un agente de empleos de Carolina del Norte contratado por United Disaster Relief, una compañía que trabaja para KBR.

El Senado investigó a BE&K, otra compañía que trabaja para KBR, en octubre porque despidió a 75 trabajadores de Belle Chasse (que recibían en promedio $22 la hora) y contrató a unos inmigrantes para hacer los mismos trabajos por $8 a $14. Felipe Reyes, de Linares, Nuevo León (México), dijo que el presidente de DRS Cosmotech (otro subcontratista de KBR) les prometió que "íbamos a vivir en un hotel o una casa". Pero en vez, "nos dieron unas carpas y el agua caliente olía a petróleo".

Lovato escribió: "Se sabe que la ciudad de Belle Chasse, donde hay varias plantas de grandes corporaciones energéticas, es una de las más contaminadas por productos tóxicos de la región. Una amplia gama de grupos han advertido de los serios riesgos a la salud pública de los trabajadores que van a limpiar la zona devastada por Katrina".

Reyes dijo: "No querían pagarnos dos semanas de trabajo. Por eso nos lanzamos a la huelga en la base". Reyes y otros trabajadores dijeron que a fin de cuentas solo les pagaron una parte de lo que les debían.

Otro inmigrante contratado por el mismo agente que Arnulfo Martínez para trabajar en otro proyecto de KBR dijo: "Iban a pagarnos siete dólares la hora, con comida y casa, pero no nos dieron nada. Nada de comer. Durante cinco días solo comimos galletas y nada más".

Lovato informó que Victoria Cintra, la organizadora de la costa del Golfo de la Alianza pro Derechos de Inmigrantes de Mississippi, lo llevó a ver "miserables parques para caravanas como el de Arlington Heights en Gulfport, donde hasta 19 trabajadores de KBR vivían en una caravana. No recibían salario o comida y no tenían documentos, pero les cobraban $70 al mes cada uno por dormir en la caravana. En los parques y las bases, los trabajadores sufren de diarrea, tronchaduras, cortadas, moretones y heridas en los lugares de trabajo de KBR, y nunca reciben atención médica a pesar de que había clínicas en las bases donde limpiaban y hacían trabajo de construcción".

Cintra, que tiene un campamento de carpas para inmigrantes frente a su iglesia en Gulfport, dijo: "Es una gran maldad encima de una gran maldad". Agregó: "El gobierno de Bush y Halliburton han abierto la caja de Pandora y no podrán volver a cerrarla".

(Extraído de revcom.us)

miércoles, 30 de julio de 2008

La antigua filial de Halliburton en Irak, acusada en el Senado estadounidense de fraude en contratos

Washington, 19/4/2007 (EP/AP)

La antigua filial de Halliburton encargada de la actividad de la compañía en Irak, KBR, ha incurrido en fraudes y abusos relacionados con los contratos por valor de más de 20.000 millones de dólares (14.800 millones de euros) concedidos por el Pentágono desde el inicio de la guerra, según las acusaciones de algunos senadores demócratas.

KBR, de cuya matriz fue director el actual vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, se ha adjudicado contratos en Irak que van desde la alimentación y alojamiento de las tropas estadounidenses hasta servicios de ingeniería civil.

"Pienso que sacar provecho en tiempos de guerra es inexcusable", señaló el senador Byron Dorgan durante una reunión del comité de servicios de armamento del Senado. "Tenemos un problema muy serio. Es el derroche, fraude y abuso más significativo que hemos visto en este país", añadió.

Varios abogados e inspectores estatales norteamericanos han acusado a KBR de abusar de las leyes federales en el desarrollo de su actividad. Según dicen, los auditores han encontrado más de 2.000 millones de dólares (1.480 millones de euros) en sobreprecios durante el cumplimiento de los contratos.

KBR es en la actualidad la única empresa contratada por el Ejército para el suministro de comida y alojamiento a los militares en Irak y Afganistán bajo el programa de mejora de logística del Gobierno, o Logcap.

Halliburton cerró recientemente un programa de intercambio de acciones que escindió la empresa de Halliburton. El senador Carl Levin citó varios ejemplos de abusos en los contratos, entre ellos el de cargar al Gobierno los gastos de millones de comidas que nunca se repartieron, elevar en un 51% los costes laborales o el gasto de cerca de 40 millones de dólares (29 millones de euros) en vehículos innecesarios.

El botín iraquí según los invasores



Iraq For Sale. The War Profiteers (documental que
cuenta como las grandes corporaciones junto
a los políticos están robando todo el dinero
que pueden de los contribuyentes americanos
en la guerra de Irak)(Subtítulos en español)

lunes, 28 de julio de 2008

Con tráfico humano se construye la Embajada de EEUU en Irak

Por David Phinney
25/3/2008

Después de haber arrasado ciudades enteras con la ocupación militar de Irak, después de haber saqueado los sitios arqueológicos y desarrollado un enorme tráfico comercial con objetos históricos pillados en los museos por las tropas US, piezas arqueológicas que representan la memoria de la cultura iraquí, los EEUU emprenden la construcción de una enorme embajada fortificada en Bagdad gracias a un tráfico humano de trabajadores clandestinos. Washington ha venido a Irak para quedarse hasta que no haya más petróleo que sirva. El cuento de traer la democracia y sacarse de encima un dictador ha sido el pretexto. Una investigación que hace parte de las 25 historias censuradas por la prensa comercial.


El monumento que aplaude la liberación de EEUU y la democracia en Irak será la embajada más costosa y pesadamente fortificada del mundo y está construyéndose por un contratista de Kuwait repetidamente acusado de utilizar trabajo forzado traficado desde Asia del Sur bajo contratos con EEUU. La fortaleza, programada para inaugurarse en este septiembre de 2007, a un costo de 592 millones de dólares, ocupara 104 acres, equivalentes a unas 420 hectáreas, superficie similar a la ciudad del Vaticano.

Con un contrato altamente secreto concedido por el Departamento de Estado, la empresa contratista First Kuwaiti Trading & Contracting, incrustada en Irak en las filas de la Halliburton/KBR [del vicepresidente de EEUU, Dean Cheney], utiliza prácticas engañosas de reclutamiento de trabajadores llamadas “cebo y corte” (bait-and-switch). Haciendo trampas, la empresa recluta a millares de ciudadanos de países que tienen prohibido viajar o trabajar en Irak, pasándolos de contrabando a campos de trabajo brutales e inhumanos donde permanecen por meses, en el mismísimo centro de la “zona verde” controlada por EEUU, "derechamente debajo de la nariz del Departamento de Estado de EEUU”.

A través de Associated Press se reportó que los 5.500 estadounidenses e Iraquíes que trabajan en la embajada son lejos más numerosos que en cualquier otra misión de EEUU en todo el mundo”1, pero los grandes medios corporativos no hacen ninguna mención sobre los 3.000 trabajadores sur-asiáticos que trabajan para los contratistas viviendo y laborando en condiciones abismales y peligrosas.

Empleados estadounidenses de FKTC divulgaron testimonios sobre la emisión de falsos pases de embarque en Dubai y alteración de los planes de viaje de los obreros sur-asiáticos reteniendo los pasaportes de los trabajadores, quienes en lugar de volar al destino prometido aterrizaron en el escenario de guerra de Bagdad. John Owen, ex gerente de FKTC para la construcción de la embajada de EEUU, describió al periodista David Phinney la terrible decepción que mostraban los trabajadores contrabandeados a Irak bajo engaño.

Texto completo en voltairenet.org

jueves, 26 de junio de 2008

Construyen una red de prisiones para el Pentágono en otro negocio de Halliburton

El gobierno de Bush se propone construir una red de nuevos centros de detención para un misterioso “desarrollo rápido de nuevos programas” dentro de EEUU. Se trata de un proyecto semi-secreto de nuevas cárceles donde el Pentágono podría recluir a disidentes y “quinta columnistas” y entre sus huéspedes hasta podrían caber los escasos periodistas independientes que sacan la voz en ese país.

El Pentágono o ministerio de Defensa de EEUU se está convirtiendo en un gran policía mundial, pero también asumió de facto esa misma tarea dentro de EEUU Su jefe, el ministro Donald Rumsfeld, teoriza con frecuencia sobre el daño que le infligen el periodismo independiente y las redes de Internet a la eficacia salvadora de la “Guerra al Terror” que alienta la Casa Blanca. Como remedio, impulsa el control de la información periodística y la puesta en marcha de amplias “operaciones psicológicas”, dentro y fuera de EEUU.

Todos estos aspectos de la política interna de EEUU no se debaten en los grandes medios y son absolutamente desconocidos para la gran mayoría de los ciudadanos de ese país, hipnotizados por la propaganda del miedo y el lavado de cerebro masivo. Pero hay periodistas independientes, como Nat Parry, del periódico electrónico www.consortiumnews.com, que todavía indagan y escriben notas esclarecedoras como esta muestra de periodismo de investigación:

Los misteriosos “Nuevos Programas” de Bush

viernes, 13 de junio de 2008

Halliburton vendió tecnología nuclear a Irán

Agencia Walsh
20/10/06
por Jason Leopold

Halliburton Corporation vendió importantes componentes para un reactor nuclear a una compañía iraní de desarrollo petrolero tan recientemente como en enero de 2005, informaron al periodista Jason Leopold (1) fuentes de la transnacional que Dick Cheney dirigió antes de llegar a la vicepresidencia de EEUU, pero la noticia publicada el 5 de agosto de 2005 en Global Research.ca ha sido ignorada por los grandes medios de comunicación. Leopold asegura que sus fuentes en la compañía tienen conocimiento íntimo de las relaciones comerciales entre Halliburton y Oriental Oil Kish, una de las corporaciones petroleras privadas más grandes de Irán. Adicionalmente, a lo largo de 2004 y 2005, Halliburton trabajó estrechamente con Cyrus Nasseri, el vice presidente de la junta directiva de Oriental Oil Kish, asentada en Irán, para desarrollar proyectos petroleros en ese país. Nasseri, quien también es miembro clave del equipo de desarrollo nuclear de Irán, fue interrogado por las autoridades iraníes en julio de 2005 bajo sospecha de proporcionarle secretos nucleares de Irán a Halliburton. Los funcionarios gubernamentales iraníes acusaron a Nasseri de aceptar tanto como un millón de dólares en sobornos de Halliburton por esta información.

Las relaciones de Oriental Oil Kish con Halliburton se hicieron de conocimiento público en enero de 2005, cuando la compañía anunció que había subcontratado parte del proyecto de perforación gasífera South Pars con Halliburton Products and Services, una subsidiaria de Halliburton basada en Dallas pero registrada en las Islas Caimán. Después del anuncio, Halliburton proclamó que el proyecto del campo de gas South Pars en Teheran sería su último trabajo en Irán. De acuerdo a un informe de la BBC, Halliburton, que obtuvo de treinta a cuarenta millones de dólares por sus operaciones en Irán en 2003, “estaba abandonando su trabajo debido a un ambiente comercial pobre”.

Sin embargo, Halliburton tiene un largo historial haciendo negocios en Irán, iniciados tan temprano como en 1995, mientras el Vicepresidente Cheney era el principal ejecutivo de la compañía. Leopold citó un informe publicado en el Wall Street Journal en febrero de 2001: “Halliburton Products and Services Ltd. trabaja detrás de una puerta sin identificación en el noveno piso de una nueva torre de bloques de Teherán norte. Un folleto declara que la compañía fue registrada en 1975 en las Islas Caimán, que está basada en territorio del Emirato de Dubai, en el Golfo Pérsico, y es “no-norteamericana”. Pero igual que el emblema sobre la gorra del recepcionista, el folleto exhibe el nombre de la compañía y su logotipo rojo, ofreciendo los servicios de las unidades de Halliburton alrededor del mundo”. Más aún: la correspondencia enviada a las oficinas de la compañía en Teherán e Islas Caimán era remitida directamente a la oficina principal en Dallas.

Cheney violó la ley de EEUU

En un esfuerzo por restringir a Halliburton y a otras compañías estadounidenses comprometidas en relaciones comerciales con “naciones bellacas’ como Libia, Irán y Siria, el 26 de julio de 2005 el Senado aprobó una enmienda, patrocinada por la senadora republicana de Maine Susan Collins, que castiga a las compañías que continúen burlando la ley americana estableciendo subsidiarias en el extranjero como una forma de aparentar una conducta legal y evitar las sanciones de EEUU consagradas por la International Emergency Economic Powers Act, IEEPA (Ley de Poderes de Emergencia Económica Internacional).

Una carta suscrita por representantes de grupos de ejecutivos corporativos objetó vehementemente la enmienda, alegando que desencadenaría un odio extenso y quizás incitaría ataques terroristas en EEUU y “tensionaría gravemente las relaciones de EEUU con sus socios comerciales primarios”. La carta advirtió que “los gobiernos extranjeros ven los esfuerzos estadounidenses por dictar su política exterior y comercial como violaciones de soberanía que a menudo los lleva a adoptar medidas de venganza muy distintas a las metas de EEUU”.

Collins defendió la legislación afirmando que “impide a las corporaciones estadounidenses crear una compañía de cáscara en alguna otra parte para hacer negocios con naciones bellacas, mientras patrocinan el terror, como Siria e Irán.

La cuestión de fondo es que si una compañía estadounidense está evadiendo las sanciones para hacer negocios con uno de estos países, están ayudando sostener a naciones que apoyan el terrorismo, más a menudo dirigido contra EEUU”

Durante un viaje al Oriente Medio, en marzo de 1996, el Vicepresidente Dick Cheney dijo a un grupo de hombres de negocios principalmente estadounidenses que el Congreso debería aliviar las sanciones contra Irán y Libia para crear buenas relaciones, una declaración que -en la percepción retrospectiva- resulta completamente hipócrita considerando la política exterior de la administración Bush.“Permítanme hacer una declaración generalizada sobre una tendencia que yo veo en el Congreso estadounidense y que yo encuentro perturbada, que no sólo concierne a la situación iraní sino también a varios otros [países]..., dijo Cheney. “Pienso que nosotros, los estadounidenses, a veces cometemos errores. Parece ser una asunción que de algún modo nosotros sabemos lo que es mejor para todos los demás y que vamos a usar nuestro golpe económico para conseguir que todos los demás vivan de la manera en que nos gustaría”.

Cheney era el ejecutivo principal de Halliburton Corporation en el momento en que profirió estas palabras. Fue Cheney quien dirigió a Halliburton hacia las relaciones comerciales agresivas con Irán en la mitad de los ’80 -violando la ley de EEUU- y continuándolas a través de 2005. Por esa razón Irán tiene hoy la capacidad de enriquecer uranio de calidad para producir armas.

Fue la venta secreta de centrífugas de Halliburton lo que ayudó a Irán a desarrollar su programa de enriquecimiento de uranio, según una investigación de tres años que incluye entrevistas realizadas con más de un docena de empleados actuales y anteriores de esa compañía.

Si finalmente EEUU se compromete en una futura guerra con Irán, Cheney y Halliburton serán acreedores a lo menos un reproche.

Silencio de la gran prensa

Pero esto no debe entenderse como una sorpresa, cualquiera que hayan sido las actividades de negocios de Halliburton durante la última década. La compañía tiene un largo y documentado historial de violación de prohibiciones estadounidenses conduciendo negocios con las llamadas naciones bellacas. No. Lo que está perturbando sobre estos hechos es la pequeña atención que han recibido de los grandes medios de comunicación nacionales. Pero el registro público habla por sí mismo, como lo hacen las miles de páginas de documentos obtenidos de varias agencias federales que demuestran cómo las relaciones de negocio de Halliburton con Irán ayudaron consolidar allí actividades terroristas, incluido el programa de enriquecimiento nuclear del país.

Cuando, hace un par de años, le pregunté a la portavoz de Halliburton Wendy Hall si la compañía dejó de hacer negocios con Irán por temor a estar ayudando a consolidar el terrorismo, ella dijo: “No, nosotros creemos que las decisiones acerca de la naturaleza de tales gobiernos y sus acciones están bien adoptadas por las autoridades gubernamentales y las entidades internacionales como las Naciones Unidas, al contrario de personas individuales o compañías”.

“Apartando la política, nosotros y nuestras empresas afiliadas operamos en los países en la extensión en que es legalmente permisible, allí dónde nuestros clientes activos esperan de nosotros la provisión de servicios de apoyo en los campos petrolíferos para sus operaciones internacionales. Nosotros no siempre estamos de acuerdo con las políticas o acciones de los gobiernos en cada lugar en que hacemos negocios y no fabricamos ninguna excusa para sus conductas. Debido a la naturaleza de largo plazo de nuestros negocios y a los inevitables cambios políticos y sociales, no es prudente ni apropiado para nuestra compañía establecer nuestra propia política exterior país por país”.

Halliburton empezó haciendo sus primeros negocios en Irán ya en 1995, mientras el Vicepresidente Cheney era el jefe ejecutivo de la compañía y en posible violación de la legalidad estadounidense.

Una orden ejecutiva firmada por el ex Presidente Bill Clinton en marzo de 1995 prohibió “nuevas inversiones [en Irán] de personas estadounidenses, incluso el compromiso de fondos u otros recursos”. También impidió a las compañías norteamericanas realizar servicios que “beneficiarían a la industria petrolera iraní” y proporcionaran a ese país medios financieros para eventuales actividades terroristas.

Cuando Bush y Cheney tomaron posesión en 2001, su administración decidió que no castigaría a las compañías extranjeras de petróleo y gas que invirtieran en esos países. Las sanciones contra países como Irán y Libia se impusieron antes de que Bush llegara a ser presidente, cuando Cheney las boicoteaba pronunciando sus frecuentes discursos sobre la necesidad de las compañías estadounidenses de competir con sus rivales extranjeras a pesar de los reclamos de que esas naciones pudieran tener lazos con el terrorismo.

“Pienso que nosotros estaríamos lejos mejor, si de hecho retiráramos esas sanciones [contra Irán], no intentando imponer boicots secundarios a las compañías. . . intentando hacer negocios allí. . . y en cambio, empezar a reconstruir esas relaciones”, dijo Cheney en 1998, durante un viaje de negocios a Sydney, Australia, según el periódico australiano Illawarra Mercury.

martes, 27 de mayo de 2008

Wall street

El mayor delito por aprovechamiento ilícito de informaciones privilegiadas jamás cometido

Antes de los atentados en Nueva York y Washington, desde el 6 de septiembre se detectan maniobras inusuales en Wall Street, que afectan a unas 48 empresas.
La bolsa sufrió maniobras características del delito de “aprovechamiento ilícito de informaciones privilegiadas”.
Las compañías aéreas claramente implicadas fueron:
United Airlines (cuyo avión impactó en la torre sur del World Trade Center y otro fue derribado cerca de Pittsburg).
American Airlines (cuyo avión impactó en la torre norte y el que supuestamente se estrelló en el Pentágono).
KLM Royal Dutch Airlines (la única compañía extranjera).
Ninguna otra aerolínea mostró un comportamiento comercial similar a aquéllos experimentados por United & American. Las ventas de “put options” de ambas aerolíneas subieron 600% sobre lo normal.
Poner opciones (Put Options) es una maniobra de especulación sobre que las acciones de una cierta compañía bajarán.
Lo mismo sucedió con las opciones de venta de las acciones de compañías financieras afectadas por los atentados:
Merrill Lynch & Co., Morgan Stanley, Bank of America
Morgan Stanley Dean Witter & Co., poseía 22 pisos del World Trade Center.
Merrill Lynch & Co. primer corredor de bolsa del mundo con sede en un edificio cercano del WTC.
Hubo también enormes niveles de opciones de compra para un fabricante de armas cuyas acciones se dispararon: Raytheon.
Citygroup, la empresa aseguradora de los aviones secuestrados, recibió 45 veces más contratos de opciones de venta de lo habitual.
Otros Grupos de seguros también se beneficiaron:
Hubo niveles elevados de opciones de venta en las acciones de compañías de seguros susceptibles de pagar billones para cubrir las pérdidas ocasionadas por los atentados:
Munich Re y el Grupo AXA.
Esta ultima compañía de seguros posee el 25% de las Aerolíneas americanas.
Todas estas compañías fueron directamente beneficiarias de las operaciones bursátiles previas al 11-S.
En la Bolsa los enterados lograron cientos de millones de dólares de ganancias. Esto fue tan evidente que la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO) el 15 de octubre, lo calificó como el “más importante delito por aprovechamiento ilícito de informaciones privilegiadas jamás cometido”.
Parte de las transacciones pasaron por el Deutsche Bank y su sucursal estadounidense de inversiones, la empresa Alex Brown. La sucursal USA hasta 1998, fue dirigida por A. B. Krongard que luego se convirtió en asesor del director de la CIA y en el número tres de la agencia.
Incluso en los medios de comunicación norteamericanos se publicaron artículos sobre el tema. El artículo de International Policy Institute for Counterterrorism (ICT) sobre las posibles personas enteradas del ataque que comerciaron y se enriquecieron con las acciones apareció ocho días después de los ataques del 9/11 en varios medios.
A pesar de ello se renunció a llevar a cabo las investigaciones necesarias para rastrear las huellas de las transacciones.
Las 600 páginas del informe de la comisión no mencionan ni una sola vez las especulaciones financieras que han precedido al 11 de Septiembre, mientras que varios de los testigos las han evocado y han reclamado que se aclarasen.
Naturalmente eso solo es la punta del iceberg porque los principales beneficiarios van a ser el complejo militar-industrial y las multinacionales como Unocal, Carlyle, Halliburton, Dyncorp, etc.

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3ª parte del documental Zeitgeist (La mentira del sistema financiero)