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viernes, 9 de abril de 2010

Bush es acusado de enviar a Guantánamo a cientos de inocentes


Un coronel estadounidense asegura que tanto él como sus asesores Cheney y Rumsfeld los mantuvieron allí por cuestiones políticas

PÚBLICO.ES
Londres
9/4/2010

Los tres máximos responsables de la Guerra contra el terror apoyaron la detención de inocentes.

George Bush, Dick Cheney y Donald Rumsfeld conocían que cientos de personas inocentes estaban siendo enviadas a la cárcel de Guantánamo.

Los máximos responsables del Gobierno estadounidense ocultaron este hecho y se negaron a liberarlos por miedo a que esto pudiera dañar la 'Guerra contra el terror' y la ansiada invasión de Irak.

La información ha sido difundida este viernes por el diario británico The Times, que dice haberse hecho con unos documentos oficiales que lo certifican.

Las acusaciones se desprenden del testimonio del coronel Lawrence Wilkerson, asesor del entonces secretario de Estado de EEUU, Colin Powell.

Las acusaciones de Wilkerson formaban parte de la defensa de uno de los presos acusados de pertenecer supuestamente a la banda terrorista Al Qaeda.

El militar afirmó por escrito que el ex vicepresidente Cheney y el ex secretario de Defensa Rumsfeld sabían que la mayoría de los 742 detenidos que fueron enviados a Guantánamo en 2002 eran inocentes. Según el diario, ambos creían que "era políticamente imposible liberarlos".

El fin justificaba los medios

The Times afirma que Powell apoyó el testimonio de Wilkerson. La relación del ex secretario de Estado con el resto de la Administración Bush no era la mejor ya que siempre les recriminó que le pasarán información falsa sobre las armas de destrucción masiva en Irak.

Powell quedó en evidencia ante todo el mundo cuando apoyó la invasión de 2003 basándose en las pruebas falsificadas y abandonó la Casa Blanca en 2005.

La declaración del coronel deja en evidencia las prácticas de la Administración Bush entonces. Wilkerson dijo que la mayoría de los detenidos - entre los que afirma que había niños de 12 años- no habían visto en su vida a un soldado estadounidense sino que los Ejércitos de Afganistán y Pakistán los estaban vendiendo a EEUU por 5.000 dólares.

Según su testimonio, no los liberaron porque entonces la explicación de su arresto habría puesto en evidencia la operación. "Era intolerable para la Administración y habría causado daños muy serios en la imagen del Ministerio de Defensa", dijo.


A Cheney, según Wilkerson "no le importaba lo más mínimo que la mayoría de los presos fueran inocentes [...] Si cientos de personas inocentes tenían que sufrir este trato sólo para detener a unos cuantos terroristas peligrosos, debía ser así".

Las declaraciones de Cheney en los últimos tiempos, defendiendo la 'Guerra contra el terror' y la tortura como un arma de defensa, lo ponen en evidencia.

Bush estaba de acuerdo

"Discutí este asunto con el secretario Powell y entendí que no era sólo la manera de pensar de Cheney y Rumsfeld, sino del propio presidente Bush, que también estaba tomando esas decisiones", añade el militar.

El testimonio de Wilkerson estaba hecho a favor de la liberación de Adel Hassan Hamad, un hombre de origen sudanés que estuvo encarcelado de 2003 a 2007. Hamad, como muchos otros a su salida de Guantánamo acusó a las autoridades estadounidenses de torturas.

Según el diario, el entorno de Bush se negó a hacer declaraciones al respecto.

(Extraído de www.publico.es)

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¿Cómo es posible que nos hayamos convertido en un refugio para supuestos terroristas? por Lawrence Wilkerson

Se cierra el círculo sobre Cheney y las torturas

domingo, 12 de julio de 2009

Cheney ocultó al Congreso un plan antiterrorista de la CIA


El ex vicepresidente ocultó un programa del que aún se desconoce su contenido

EUROPA PRESS - Nueva York
12/7/2009

La CIA ocultó al Congreso norteamericano la existencia de un programa antiterrorista desde 2001 por orden directa del vice presidente Dick Cheney, según ha reconocido el director del servicio de inteligencia estadounidense, Leon Panetta, a los comités de inteligencia del Senado y de la Cámara de Representantes, informa 'The New York Times' citando dos fuentes anónimas con conocimiento de esas declaraciones.

En dos comparecencias diferentes celebradas a puerta cerrada el mes pasado ante ambos comités, Panetta, designado en el cargo el pasado mes de enero por el presidente, Barack Obama, aseguró que había ordenado la suspensión de ese programa el pasado 23 de junio, cuando conoció su existencia a través de uno de sus subordinados.

Miembros de los servicios de inteligencia y del Congreso han asegurado al diario neoyorquino que el programa, cuyos detalles permanecen aún sin conocerse, se inició tras los atentados del 11-S pero nunca llegó a estar completamente operativo; sólo se realizaron labores de planificación y entrenamientos desde 2001 hasta 2009. Además, han señalado que ese plan antiterrorista no está relacionado con el controvertido programa de interrogatorios.

El rotativo recuerda que en los meses siguientes a los atentados contra las torres gemelas, ante el temor a un nuevo atentado de Al Qaeda, los dirigentes de los servicios de inteligencia norteamericanos propusieron medidas radicales para evitar ataques.

Los servicios de inteligencia norteamericanos propusieron medidas radicales para evitar ataques

De los principales dirigentes de la Administración del ex presidente George W. Bush, Cheney ha sido siempre uno de los mayores defensores de las técnicas de interrogatorios utilizadas por la CIA en la lucha contra el terror y posiblemente el más crítico con el Ejecutivo de Obama por revelar algunos de los métodos utilizados, como el 'waterboarding' o ahogamiento simulado. Hasta ahora siempre ha defendido que la revelación de estas técnicas de interrogatorios podría poner en peligro la seguridad nacional.

El periódico neoyorquino asegura que trató de ponerse en contacto con Cheney a través de sus familiares para preguntarle al respecto, pero sus esfuerzos fueron infructuosos. Un portavoz de la CIA, Paul Gimigliano, no quiso hablar sobre la posible implicación de Cheney y se limitó a señalar que "cuando un agente de la CIA trasladó esa información a Panetta, lo hizo recomendando que fuese compartida apropiadamente con el Congreso".

Las leyes estadounidenses exigen al presidente de Estados Unidos que se asegure de que los comités de inteligencia de la Cámara de representantes y del Senado están "plenamente informados" sobre las actividades realizadas por los servicios de inteligencia. Que las autoridades desconociesen la existencia de este programa durante ocho años por deseo expreso de Cheney, señala el 'New York Times', aumenta el misterio que gira en torno a él y sugiere que la Administración Bush habría dado alta prioridad al programa y a mantenerlo en secreto.

(Extraído de www.publico.es)


A modo de recordatorio:

Escuadrones de la muerte de Cheney

viernes, 15 de mayo de 2009

¿Dirigió el nuevo máximo general de EE.UU. en Afganistán la sección de asesinatos de Cheney?


Muriel Kane
Raw Story/ICH
15/5/2009

El martes se informó que el teniente general Stanley McChrystal se hará cargo del comando de las fuerzas de EE.UU. en Afganistán, a la espera de la aprobación por el Senado.

McChrystal es actualmente director del personal del Estado Mayor Conjunto, pero desde septiembre de 2003 hasta agosto de 2008, dirigió el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC), que supervisa a unidades de elite como la Fuerza Delta del Ejército y los SEAL de la Armada.

El famoso periodista investigador Seymour Hersh describió recientemente al JSOC como un “ala ejecutiva de asesinato” controlada durante muchos años por la oficina del ex vicepresidente Dick Cheney.

Hablando ante un público en la Universidad de Minnesota en marzo, Hersh calificó al JSOC de “un ala especial de nuestra comunidad de operaciones especiales que ha sido establecida independientemente… No dependen de nadie, excepto en los días de Bush-Cheney, cuando dependían directamente de la oficina de Cheney… el Congreso no lo supervisa… Es esencialmente un equipo de asesinato ejecutivo, y sigue y sigue adelante.

Aunque en su época no se informó ampliamente sobre las actividades de McChrystal en el JSOC, Newsweek publicó un breve artículo sobre su persona en junio de 2006:

Nadie habría mencionado para nada su nombre si el presidente George W. Bush no lo hubiera destacado en público. El teniente general Stanley McChrystal, salido de West Point en 1976, no es una persona sobre la cual el Ejército guste de hablar. Ni siquiera aparece en la guía telefónica de Fort Bragg, Carolina del Norte, su base de operaciones. No es que McChrystal haya hecho algo malo – al contrario, es una de las estrellas ascendientes del Ejército – es porque dirige la fuerza más secreta de las fuerzas armadas de EE.UU. Es el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, los sujetos de ‘operaciones ocultas’ que comen serpientes, degüellan, que capturaron a Sadam Husein y atacaron a Abu Mussab al-Zarqaui.

JSOC forma parte de aquello a lo que el vicepresidente Dick Cheney se refería cuando dijo que EE.UU. tendría que “trabajar el lado oscuro” después del 11-S. Para muchos críticos, la observación del vice en 2001 impulsó su reputación como el Darth Vader de la guerra contra el terror y auguró lo malo que vendría, como los abusos en los interrogatorios en Abu Ghraib y en Guantánamo. Pero EE.UU. también tuvo su parte de Caballeros Jedi que combatían en lo que Cheney llama “las sombras.” Y McChrystal, un afable pero duro Ranger del Ejército, y la Fuerza Delta y los otros equipos de élite que comanda están entre ellos…

Rumsfeld está especialmente enamorado de las fuerzas de “acción directa” o así llamadas SMU – Unidades de Misiones Especiales de McChrystal – cuya tarea es matar o capturar a sujetos malvados, dicen fuentes del Pentágono dispuestas a hablar sobre Operaciones Especiales sólo bajo condición de anonimato. Pero los críticos dicen que el Pentágono está prestando poca atención al lado de “mentes y corazón” de Operaciones Especiales que es crítico para la contrainsurgencia – como ser entrenar a ejércitos extranjeros y tener contactos con la gente del lugar.

Sin embargo, es posible que McChrystal, no sea un caballero tan blanco como lo presenta Newsweek. Una impresión mucho menos halagadora de su persona la presenta un artículo de Esquire que apareció al mismo tiempo que el de Newsweek. Ese artículo detalla revelaciones de un interrogador militar, “Jeff,” sobre el uso de la tortura “en un campo secreto utilizado por la Fuerza de Tareas 121, el máximo equipo de Operaciones Especiales, la punta de titanio de elite en la lanza de Donald Rumsfeld".

Era cosa de orgullo que la Cruz Roja nunca pudiera cruzar la puerta, dice Jeff. Es importante, porque desafiaba las Convenciones de Ginebra que exigen que la Cruz Roja tenga acceso a prisiones militares. “Una vez, alguien lo mencionó al coronel: ‘¿Los dejarán entrar algún día?’ Y él dijo, en ningún caso. Se lo habían dicho directamente el general McChrystal y el Pentágono que de ninguna manera podía entrar la Cruz Roja – no tienen acceso y nunca lo tendrán. Esta instalación está completamente cerrada para cualquiera que investigue, incluso investigadores del Ejército”.


En vista de la historia de la Fuerza de Tareas 121, fue una promesa notable. Formada en el verano de 2003, llegó rápidamente a una triste notoriedad. En agosto la CIA ya había ordenado a sus agentes que evitaran Camp Nama. Luego dos iraquíes murieron después de encuentros con Seals de la Armada de la Fuerza de Tareas 121 – uno en Abu Ghraib y otro en Mosul – y una investigación por un coronel en retiro del Ejército llamado Stuart Herrington, de la que se habló por primera vez en The Washington Post, encontró evidencia de palizas generalizadas. “Todos lo saben,” dijo un agente de la Fuerza de Tareas a Herrington. Seis meses después, dos agentes del FBI plantearon inquietudes sobre marcas de quemaduras sospechosas y otras señales de tratamiento brutal. Luego el jefe de la Agencia de Inteligencia de la Defensa informó que sus hombres habían visto evidencia de prisioneros con marcas de quemaduras y magulladuras y que una vez vieron a un miembro de la Fuerza de Tareas “golpeando al prisionero en la cara hasta el punto que el individuo necesitó atención médica”.

Fred Kaplan en Slate y Andrew Sullivan en The Daily Dish también han señalado la participación de la Fuerza de Tareas 121 en brutales interrogatorios y la aparente protección de los abusos por el general McChrystal.

(Extraído de www.rebelion.org)

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Lo individual no quita lo masivo

sábado, 2 de mayo de 2009

La causa sobre Guantánamo en España apunta a Rumsfeld


Los querellantes aportan los documentos desclasificados en EEUU que solicitaba Garzón

Pere Rusiñol
Madrid
01/05/2009

La causa que ha abierto el juez Baltasar Garzón sobre las torturas cometidas por la Administración de George W. Bush ya no se limita a los abogados que construyeron el "andamiaje legal" que llevó a Guantánamo. Ahora apunta directamente a algunos de sus jefes políticos. Los más importantes: Donald Rumsfeld, ex secretaria de Defensa; y Condoleezza Rice, su consejera de Seguridad Nacional en el primer mandato de Bush y luego secretaria de Estado.

Los promotores de la querella inicial ante la Audiencia Nacional, que formalmente ha sido asumida por el juez Eloy Velasco, ya se han personado ante la nueva causa abierta por Garzón, que ha iniciado su proceso a partir de uno anterior sobre terrorismo islamista aduciendo que los informes desclasificados recientemente por Barack Obama "revelan lo que antes se intuía".

Estos mismos memorandos desclasificados que esgrime Garzón han servido a los querellantes para ampliar la querella. Inicialmente, presentaron su causa sólo contra seis juristas de Bush, algunos de lso cuales tuvieron sin embargo gran relevancia política, como Alberto Gonsales y Douglas Feith. A este punto se había agarrado el fiscal general español, Cándido Conde-Pumpido, para rechazar con argumentos durísimos la causa, tildándola de "fraudulenta" porque no iba a la supuesta raíz del problema, sino sólo contra los juristas.

Ni Bush ni Cheney

En la nueva situación, este problema ya no existe porque la querella, readaptada y ya ante la mesa de Garzón, incluye a pesos pesados del primer mandato de Bush: se pide la imputación por la planificación de la tortura un delito en el que puede aducirse jurisdicción universal de Rumsfeld y Rice, y también de John Ashcroft, ex fiscal general, entre otros. En cambio, no están en esta primera fase ni Bush ni su vicepresidente, Dick Cheney, aunque si el caso va adelante es muy difícil que no aparezcan sus nombres.

Pese a que la fiscalía quiso enterrar el caso justo después de los encuentros de José Luis Rodríguez Zapatero con el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, primero, y el propio Obama, después, la nueva situación es mucho más explosiva: está en manos de Garzón, la querella se ha ampliado contra cargos directamente políticos y ya se han personado abogados, como acusación popular y en representación de Jamiel Abdul Latif Al Banna, británico que estuvo en Guantánamo y que Garzón investigó en la causa original que le ha servido de semilla para ésta.

Documentos nuevos

Garzón ya tiene también sobre la mesa los nuevos documentos difundidos en las últimas semanas en EEUU. Los querellantes han aportado cuatro: la investigación del Senado sobre el trato a los detenidos, el largo informe 263 páginas en que derivó, los memorandos desclasificados de la CIA sobre los métodos de interrogación, y un informe inicialmente secreto en el que el Comité Internacional de Cruz Roja describía el terrible trato que EEUU daba a los presos de la "guerra contra el terrorismo".

Del propio documento del Senado se extraen los elementos que los abogados utilizan para pedir que se impute a Rumsfeld y Rice: el documento describe el papel directo del ex jefe del Pentágono en la aprobación de nuevas técnicas equivalentes a la tortura como el waterboarding (ahogamiento simulado) y la supervisión de Rice.

(Extraído de www.publico.es)

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La revelación de 'Secretos' en la década del 70 no destruyó a la nación

viernes, 24 de abril de 2009

Condi Rice aprobó torturas


El senado de EE.UU. dice que ella fue la primera en dar el ok

24/4/2009

Un informe publicado ayer dice que la CIA recibió luz verde de Rice, entonces asesora de Seguridad Nacional, antes de que las técnicas fueran autorizadas legalmente. El informe también responsabiliza al ex vice Dick Cheney.

Una comisión del Senado de Estados Unidos afirmó ayer que la CIA pidió usar métodos violentos en interrogatorios por primera vez en mayo de 2002 y recibió luz verde de la entonces asesora de Seguridad Nacional estadounidense Condoleezza Rice, antes de que las técnicas fueran autorizadas legalmente. La revelación llegó en un informe de la Comisión de Inteligencia del Senado difundido anoche, horas después de la publicación de otro documento de la Comisión de Servicios Armados que acusó al Pentágono de aprovechar el marco legal para torturar a presuntos islamistas en Afganistán, Irak y Guantánamo.

Los dos informes del Senado llegaron en medio de gran debate en Estados Unidos sobre si juzgar a los funcionarios del gobierno de George W. Bush autores de la doctrina jurídica que justificó el empleo de las torturas, y dos días después de que el presidente Barack Obama dejara abierta esta posibilidad.

De acuerdo con una cronología elaborada por una comisión especial del Senado, cuya publicación fue autorizada por el actual secretario de Justicia, Eric Holder, Rice se reunió en julio de 2002 con el entonces jefe de la agencia de espionaje estadounidense (CIA), George Tenet. Durante la reunión, la secretaria de Estado dio luz verde para prácticas “severas” en los interrogatorios del presunto terrorista Abu Subaida, entre ellas la del “submarino”.

La cronología también prueba que cinco miembros del anterior Ejecutivo estadounidense, entre ellos Rice, fueron informados en mayo de 2002 por primera vez respecto de esos “métodos de interrogatorio alternativos”.

Un año después también el ex vicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney, así como el antiguo secretario de Justicia John Ashcroft y varios de sus asesores recibieron informaciones respecto del “submarino”. Ellos corroboraron que “el programa de la CIA es legal y que refleja la política del anterior gobierno”, de acuerdo con las informaciones.

La propia Rice había declarado ya en 2005 que su gobierno no empleaba ni apoyaba prácticas de tortura, después de que se filtrara una definición interna de la palabra “tortura” que limitaba bastante el alcance del término. La política de Estados Unidos, señaló entonces Rice, está en concordancia con las convenciones internacionales que prohíben el trato cruel, inhumano o denigrante.

Según el diario The Washington Post, una docena de funcionarios de la administración Bush conocían detalles sobre las prácticas de tortura. De manera sorprendente –continúa el diario–, sólo Colin Powell, secretario de Estado durante el primer mandato de Bush, y el secretario de Defensa Donald Rumsfeld no fueron tomados en cuenta para decidir al respecto.


Ello, “pese a los altos riesgos para la política exterior”, dijo el senador demócrata y experto en asuntos de espionaje John Rockefeller al periódico.

El presidente Barack Obama se mostró a favor de una investigación formal en el Congreso, siempre que sea hecha por una comisión integrada por demócratas y republicanos como la que investigó los atentados del 11 de septiembre de 2001, para tratar de evitar una politización de los trabajos que frustre la pesquisa. Sin embargo, ignorando las recomendaciones de Obama, los líderes demócratas del Senado no parecen inclinados a crear una comisión investigadora con republicanos.

“De una manera u otra, es necesario que haya una explicación pública de estas políticas problemáticas”, dijo el líder del bloque senatorial demócrata, Harry Reid, quien agregó que la comisión investigadora “responderá un montón de las preguntas que tiene el pueblo estadounidense”.

En una entrevista con el canal CBS, el senador John McCain dijo que una decisión del gobierno de Obama o de la mayoría demócrata del Congreso de reabrir la controversia política se convertirá en una “caza de brujas” y tendrá un efecto “aterrador” sobre los abogados que aconsejan legalmente a los presidentes.

(Extraído de www.pagina12.com.ar)

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martes, 21 de abril de 2009

Cheney ensalza los beneficios de las torturas


El ex vicepresidente norteamericano pide a Obama que publique también los informes que demuestran lo útil de esas prácticas

Publico.es
Londres
21/4/2009

El ex vicepresidente norteamericano, Dick Cheney, ha vuelto a mostrar una vez más su cara más oscura no ya defendiendo las torturas de la CIA, sino exigiendo al Gobierno de EEUU que publique los informes que indican los supuestos éxitos que los servicios de Inteligencia habrían obtenido con prácticas como la asfixia simulada.

El doble rasero de Obama en lo que se refiere a las torturas de la CIA ha servido para que Cheney dé una muestra más del talante que acompañó a la Administración Bush durante sus ocho años en la Casa Blanca. Obama, que prohibió las torturas nada más ocupar el cargo, anunció ayer que protegerá a los agentes que las practicaron. Este martes, en una entrevista con la Fox, Cheney, que había sido muy crítico con la supresión de algunas 'técnicas' de interrogatorio, ha pedido que se hagan públicos los informes que prueban lo beneficioso de las torturas.

Debate en la sociedad

"Una de las cosas que encuentro preocupantes es que hayan salido a la luz todos esos casos que pueden sembrar un debate legal...pero no han publicado todos los que muestran el éxito de los esfuerzos" de la CIA en los interrogatorios, proclamó Cheney, que no dudó en insistir en que "existen informes que demuestran todo lo que conseguimos gracias a estas actividades. No han sido desclasificados y pido formalmente al Gobierno que los desclasifique ahora".

Convirtiéndose en adalid de la democracia, Cheney justifica esa exigencia en que los norteamericanos deben tener derecho a sopesar los pros y los contras de estas prácticas.

Obama, en su visita al cuartel general de la CIA ayer, elogió las actividades de la agencia y dijo que seguirán teniendo un papel clave en la protección de los civiles. El movimiento de Obama, según los analistas, es un gesto para tratar de levantar la moral de los agentes que se han visto inmersos en una serie de críticas por parte de la comunidad internacional que van desde los vuelos ilegales de la CIA, a las torturas en Guantánamo y otras cárceles secretas de EEUU en varios países 'satélite' como Marruecos.

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lunes, 6 de abril de 2009

El terror como instrumento del imperio


Chris Floyd
FFF/ICH
5/4/2009

I.

Lo que sigue es un guión enteramente hipotético. Supongamos que fuerais fervorosos militaristas imperiales que creyeran que la seguridad, el prestigio y los intereses financieros de vuestro país son mejor servidos por la guerra y por la omnipresente amenaza de guerra. Supongamos que tuvierais en marcha algunas operaciones verdaderamente excitantes y suculentas, interminables conflictos mortíferos que canalizan cientos de miles de millones de dólares a vuestra maquinaria bélica y que arraigan la política nacional aún más profundamente en la filosofía militarista – la ‘machtpolitik’ [política del poder en alemán, N. del T.] en la que creéis.

Pero existe un problema. El público en general – la manada intimidada que os rodea y no entiende de grandes estrategias tal como lo hacéis vosotros y vuestras elites – se preocupa y se pone nervioso por vuestra Larga Guerra. El tesoro nacional está en bancarrota, la infraestructura nacional se pudre, las comunidades de la nación se mueren; millones de personas carecen de empleo, pierden sus casas, pierden sus sueños, caen por una espiral descendiente hacia la necesidad, la privación y la desesperación. Pero tenéis grandes planes para escalar la guerra, expandir vuestra maquinaria bélica, y mantener la dominación global que creéis es el rol justo y natural de vuestra nación tan especial – y sus elites. ¿Qué hacer? ¿Cómo incitar a la manada truculenta, absorta en sus pensamientos, para que vuelva a apoyar con entusiasmo vuestra agenda vital?

Bueno, lo que sigue es un enfoque puramente hipotético que podríais probar. Azuzáis y provocáis a grupos extremistas violentos para que tomen represalias por vuestros ataques, invasiones e incursiones asesinas de civiles en sus territorios. Al no poder enfrentar directamente vuestra maquinaria bélica – la mayor, más avanzada, fuerza militar en la historia del mundo, sustentada por un tsunami de dineros públicos que cada año sobrepasa los gastos militares del resto del mundo – reaccionan naturalmente con operaciones “asimétricas”. Al principio, van dirigidas contra objetivos cercanos: vuestras líneas de aprovisionamiento, las fuerzas de vuestros testaferros y aliados locales, y otras depredaciones que llevan al caos en las regiones del grupo, con la intención de estropear vuestras líneas de control y de expulsaros. Con la misma naturalidad, aprovecháis esos ataques para justificar una presencia militar aún mayor en sus regiones. El ciclo progresa inevitable e inexorablemente hacia arriba y hacia afuera, hasta que finalmente los extremistas atacan vuestra tierra natal – sea con vuestra complicidad, con vuestra aquiescencia oculta o, en todo caso, con vuestro conocimiento previo de que es seguro que un ataque semejante tenga lugar. Es el momento que habéis esperado; es exactamente lo que queríais. Ahora podéis volver a fustigar a la manada hacia un frenesí marcial, continuar la Larga Guerra, y dejar de lado los deseos miserables, limitados, de una vida pacífica y próspera en casa, de la chusma preocupada de sus propios asuntos.

Evidentemente, uno nunca sabe exactamente lo que sucede tras los cortinajes imperiales de los palacios del Potomac; los ciudadanos estadounidenses comunes fueron convertidos hace tiempo en kremlinólogos de su propio gobierno, tratando de discernir – mediante señales ceremoniales, rumores entre bastidores, y ligeras desviaciones de una retórica ritualizada – lo que realmente se proponen sus amos. Pero algunos cínicos sospechan ocultamente que guiones como el esbozado anteriormente ya han sido implementados; por ejemplo, en el “nuevo Pearl Harbor” que azotó a EE.UU. el 11 de septiembre de 2001 – un año después que un grupo que canalizaba los puntos de vista de los futuros peces gordos del gobierno Bush (incluidos Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Scooter Libby y muchos otros) había anhelado abiertamente un “nuevo Pearl Harbor” para “electrizar” al pueblo estadounidense para que apoyara su agenda militarista, que incluía una invasión de Iraq – con Sadam Husein en el poder o no.

Pero dejando de lado por el momento el problema siempre peliagudo de adivinar las diversas proporciones de complicidad, aquiescencia, conocimiento previo, explotación, incompetencia y fatalidad involucrados en el 11-S, podemos decir como un hecho establecido que: Es política del gobierno de EE.UU. provocar la acción de grupos extremistas. Una vez que están en juego, sus reacciones pueden ser utilizadas del modo que considere apropiado el gobierno que las provocó. Y también sabemos que esas provocaciones son utilizadas, como política deliberada, para provocar a grupos violentos en el frente "Af-Pak" para que lancen ataques terroristas.

En otras palabras, como escribí por primera vez en Moscow Times hace más de seis años (y lo reiteré tres años después), EE.UU. fomenta deliberadamente ataques terroristas a fin de promover sus agendas políticas y militares.

[Para más sobre cómo esas políticas y usos similares del terrorismo y de escuadrones de la muerte han sido realizadas en Iraq y otros sitios, vea: "A Furnace Seal'd: The Wondrous Death Squads of the American Elite," "Ulster on the Euphrates: The Anglo-American Dirty War in Iraq," y "Willing Executioners: America's Bipartisan Atrocity Deepens in Somalia."]

Los ojos de lince de Jason Ditz en Antiwar.com hacen la conexión entre esta política y el más reciente ataque “asimétrico” por un grupo terrorista “cosquilleado” en Pakistán: el mortífero ataque contra un centro policial en Lahore por Tehreek-e Taliban Pakistan (TTP). El grupo, dirigido por Baitullah Mehsud, dijo que el ataque era una represalia por la campaña estadounidense de ataques con aviones sin tripulación en las regiones fronterizas de Pakistán – ataques que han matado a numerosos civiles junto con “militantes” usualmente no identificados. Como señala Ditz, un objetivo de la campaña – intensificada por Barack Obama – es precisamente el fomento arriba mencionado de la actividad terrorista:

El gobierno de Obama ha lanzado una cantidad cada vez más intensa de ataques en la FATA [Áreas Tribales bajo Administración Federal de Pakistán], que apuntan generalmente a las instalaciones de entrenamiento de Mehsud en Waziristán del Norte y del Sur. En septiembre, el entonces director de la CIA, Michael Hayden, dijo que los ataques eran un intento de “provocar una reacción” de los grupos militantes dirigidos por Mehsud. Parece que ahora, seis meses más tarde, han terminado por hacerlo. [Hayden describió esa sangrienta estrategia como “cosquilleo” de los terroristas para que reaccionen.]

Lo que va más lejos, Mehsud ha prometido ahora que llevará la lucha a suelo estadounidense. Como señala The Times (a través de Antiwar.com):

“Pronto lanzaremos un ataque en Washington que sorprenderá a todos en el mundo,” [declaró Mehsud.] “Lo más que pueden hacer es convertirme en mártir. Pero nos vengaremos desde dentro de EE.UU.”

Queda por ver si el variopinto TTP puede realmente llevar a cabo una amenaza semejante, como señala Juan Cole. Pero no se trata realmente de eso. Se trata de que, una vez más, se hostiga a sabiendas a un grupo violenta para que entre en una acción asesina. Mejor todavía, ahora ha sido establecido como “mortífera amenaza terrorista” a la sagrada Patria: otro supermalvado hecho a medida por el reparto de papeles.

Y notablemente, esta nueva amenaza abierta para llevar el terror al corazón de EE.UU. viene sólo días después de que Barack Obama anunciara su cacareada ‘oleada’ en la Guerra Af-Pak, citando - ¿qué otra cosa iba a ser? – la necesidad de proteger a EE.UU. contra terroristas basados en Afganistán y Pakistán como la principal razón para escalar y expandir el conflicto. Otra sorprendente coincidencia para justificar la agenda militar, que necesita un suministro constante de malvados plausibles para las relaciones públicas, y amenazas exageradas que estremezcan a la nación, tal como un drogadicto necesita heroína. Y una vez más, no nos queda otra alternativa que sorprendernos ante la variable proporción de complicidad, aquiescencia, explotación, suerte, etc. involucrados en este fortuito apareamiento de declaraciones de Obama y Mehsud.

II.

Vale la pena considerar de nuevo las implicaciones de esta política de cosquilleo de terroristas. Como lo señaláramos recientemente, esas cosas no son sólo fichas en el Gran Tablero de Juego: son mortíferas realidades que matan, mutilan y despojan a multitudes de personas inocentes en todo el mundo. Así que volvamos a los primeros indicios de esa estrategia en su contexto de la Guerra contra el Terror. Lo siguiente es del artículo en Moscow Times en noviembre de 2001:

En un artículo [en Los Angeles Times] del analista militar William Arkin... [aparece] la revelación del plan de Rumsfeld de crear una “Actividad de Apoyo de súper Inteligencia” que juntará a la CIA y la acción militar encubierta, guerra informática, inteligencia, encubrimiento e impostura.” Según un documento confidencial preparado para Donald] Rumsfeld por su Consejo de Ciencia de la Defensa, la nueva organización – el “Grupo Proactivo de Operaciones Preventiva (P2OG, por sus siglas en inglés)” – realizará misiones secretas diseñadas para “estimular reacciones” de grupos terroristas, provocándolos a realizar actos violentos que los expondrán a “contraataques” de fuerzas de EE.UU.

En otras palabras – y digámoslo clara, explícita y sobriamente, para que nadie pueda confundir la intención del plan de Rumsfeld – el gobierno de EE.UU. planifica el uso de “encubrimiento e impostura” y operaciones militares secretas para provocar ataques terroristas asesinos contra gente inocente. Volvamos a decirlo: Donald Rumsfeld, Dick Cheney, George W. Bush y los otros miembros del régimen no elegido en Washington planean fomentar deliberadamente el asesinato de gente inocente – vuestra familia, vuestros amigos, vuestras amantes, vosotros mismos – a fin de impulsar sus ambiciones geopolíticas.

Porque el P2OG no está destinado sólo para exponer a terroristas y llevarlos ante la justicia – en sí un objetivo digno de alabanza, aunque la manera de Rumsfeld de combatir el terrorismo al provocarlo es pura demencia moral… No, parece que P2OG tenga en vista a peces más gordos. Una vez que ha desencadenado la acción de terroristas - ¿matando a miembros de sus familias? ¿atrayéndolos con botín? ¿cargándolos con drogas? ¿inundándolos de propaganda yihadista? ¿abusando de sus madres? ¿O mediante agentes provocadores, tal vez, que infiltren los grupos y luego planifiquen y dirijan ellos mismos los ataques? – pueda entonces tomar medidas contra los “Estados/sub-Estados participantes” por “albergar” a las pandillas provocadas por Rumsfeld. ¿Qué clase de medidas exactamente? Bueno, el programa confidencial del Pentágono lo dice de esta manera: “Su soberanía estará en peligro.”

El P2OG, por lo tanto, será útil cada vez que el Régimen ansíe agregar unos pocos bienes raíces cargados de petróleo o una nueva base militar a la cartera floreciente del Imperio. Basta con encontrar un nido de descontentos violentos, agitarlos con un garrote, y listo: hay una “justificación” instantánea para cualquier nivel de intervención/conquista/rapiña que se desee.

Cuando el gobierno de Obama habla de “continuidad de la política exterior estadounidense,” esto forma parte integral de lo que está hablando. De modo que podemos contar con que veremos mucho más sobre TTP y el Satanás de jure, Baitullah Mehsud, mientras la Larga Guerra bipartidaria avanza a trancas y barrancas, con su omnipresente necesidad de “incitar” – y aterrorizar – al pueblo de EE.UU. para que apoye el proyecto militarista.

……

Chrys Floyd es un periodista estadounidense y colaborador frecuente de CounterPunch. Es autor del libro “Empire Burlesque: High Crimes and Low Comedy in the Bush Imperium. Su página en Internet es: www.chris-floyd.com

(Extraído de www.rebelion.org)

jueves, 26 de marzo de 2009

Escuadrones de la muerte de Cheney


El periodista de investigación Seymour Hersh descubre la "red ejecutora de los asesinatos"

Eric Black
MinnPost
15-03-2009

La estación de televisión estadounidense MSNBC informó que Seymour Hersh ha descubierto evidencia de que el vicepresidente Cheney operó escuadrones secretos de asesinato desde la Casa Blanca utilizando personal militar sin conocimiento de la CIA. Keith Olbermann, presentador de MSNBC Countdown discutió el informe con Jonathan Alter. Alter dijo que los detalles horrorizarán al lector.

En un evento de “Grandes Conversaciones” en la Universidad de Minnesota, ayer por la noche, el legendario periodista investigador Seymour Hersh puede haber atraído más atención de lo que se proponía cuando habló sobre nuevos supuestos casos de espionaje interior de la CIA, y sobre una continua operación militar clandestina que llamó “red ejecutiva de asesinato”.

Hersh habló con mucha confianza sobre estos hallazgos en su actual investigación, sobre la cual todavía no ha escrito.

En un intercambio posterior de correos electrónicos, Hersh dijo que sus declaraciones fueron “una respuesta honesta a una pregunta” del moderador del evento, el Politólogo de la U de M, Larry Jacobs y “no algo sobre lo que haya querido extenderme en público.”

Hersh no retiró sus declaraciones, que dijo provienen de investigaciones que está haciendo para un libro, pero que puede tardar uno o dos años antes de que tenga lo que necesita sobre el tópico sea “efectivo… es decir, empírico, incluso para el más escéptico.”

La velada de gran conversación, con Walter Mondale y Hersh, moderada por Jacobs y titulada “La crisis constitucional de EE.UU.,” parecía ser un repaso, sobre todo histórico, de eventos que han puesto a prueba nuestra Constitución, por un periodista y un alto responsable gubernamental quienes tuvieron experiencia con muchas de las crisis.

Y fue sobre todo histórico, y una gran conversación, en la que Hersh y Mondale hablaron sobre los modelos por los que los presidentes parecen intoxicarse con el poder ejecutivo, frustrados por las limitaciones de ese poder por el Congreso y el público; atraídos a acciones clandestinas incorrectas que exceden sus poderes constitucionales, en la creencia de que pueden obtener resultados y que nunca serán descubiertas. A pesar de unas pocas referencias a los Padres Fundadores, la historia fue sobre todo reciente, comenzando con la Guerra de Vietnam y gran parte provocada por el gobierno de George W. Bush, al que ambos denunciaron rotundamente.

Al final de una respuesta de Hersh sobre cómo tienden a suceder esas cosas, Jacobs preguntó: “¿Y siguen sucediendo hasta hoy?”

Hersh replicó:

“¡Claro! Después del 11-S, no he escrito todavía sobre esto, pero la Agencia Central de Inteligencia estuvo muy profundamente involucrada en actividades internas contra gente de la que pensaba que eran enemigos del Estado. Sin ninguna autoridad legal para hacerlo. Ni siquiera los han llamado por ello. Son cosas que pasan.

“Ahora mismo, hoy, hubo un artículo en el New York Times, que si lo lee cuidadosamente mencionó algo conocido como Comando Conjunto de Operaciones Especiales – JSOC lo llaman. Es un ala especial de nuestra comunidad de operaciones especiales que existe independientemente. No dependen de nadie, excepto en los días de Bush-Cheney, dependían directamente de la oficina de Cheney. No dependían del jefe del Estado Mayor Conjunto o del señor [Robert] Gates, secretario de defensa. Dependían directamente de Cheney.

“El Congreso no lo supervisa. Es esencialmente una red ejecutiva de asesinato, y ha estado funcionando sin parar. Sólo hoy en el Times hubo un artículo de que su dirigente, un almirante de tres estrellas llamado [William H.] McRaven, ordenó detener sus operaciones porque hubo tantas muertes colaterales.

“Bajo la autoridad del presidente Bush, han ido a países, sin hablar con el embajador o el jefe de estación de la CIA; encontraban personas en una lista, y las ejecutaban, y partían de vuelta. Lo han estado haciendo, en nombre de todos nosotros.

“Es complicado porque los tipos que lo hacen no son asesinos, y sin embargo lo que cometen es lo que normalmente llamamos asesinatos. Es un tema muy complicado. Porque son jóvenes que fueron a las Fuerzas Especiales. Habéis oído hablar de las Fuerzas Delta. De los equipos Seal de la Armada. Altamente especializados.


“En muchos casos, eran los mejores y los más brillantes. Realmente, no exagero. Realmente tipos formidables que se alistaron para hacer el tipo de tareas necesarias que ellos piensan son necesarias para proteger a EE.UU. Y luego se ven torturando gente.

“Hubo personas que me dijeron – hace cinco años, hubo uno que dijo: “¿Cómo lo llama cuando se interroga a alguien y se le deja sangrando y no se llama a algún comité médico y dos días después muere? ¿Es asesinato? ¿Qué pasa si termino frente a un comité?”

“Pero no van a terminar frente a un comité.”

Hersh, el periodista investigador más conocido de su generación, escribe sobre esta clase de temas para The New Yorker. Ha escrito a menudo sobre el JSOC, incluyendo, en julio pasado que:

“Bajo la interpretación de la ley del gobierno de Bush, actividades militares clandestinas, a diferencia de operaciones encubiertas de la CIA, no tienen que ser descritas en un Finding [conclusión], porque el presidente tiene un derecho constitucional de comandar a fuerzas de combate en el terreno sin interferencia del Congreso.”

(“Finding” se refiere a un documento especial que debe emitir un presidente, aunque no hacerlo público, para autorizar acciones encubiertas de la CIA.)

(Extraído de www.rebelion.org)

Artículo relacionado:

EEUU: Periodista Seymour Hersh destapó el asunto: ¿Escuadrones de la muerte en la Casa Blanca?

sábado, 7 de febrero de 2009

El Nuevo siglo americano (PNAC)

El Proyecto para el Nuevo Siglo Americano o en inglés PNAC (Project for the New American Century) es un grupo ideológico y político establecido en Washington D.C.. Fue fundado en la primavera de 1997 como una organización sin ánimo de lucro con el objetivo de promocionar "el liderazgo mundial de Estados Unidos", a pesar de contener una fuerte contradicción, por el hecho de considerar la búsqueda del antes dicho liderazgo mundial como sin ánimo de lucro. El presidente es William Kristol, editor del Weekly Standard y colaborador de la cadena FOX. Esta fundación es una iniciativa del Proyecto de Nueva Ciudadanía (New Citizenship Project), que es otra organización sin ánimo de lucro, fundada a su vez por la asociación de la Sarah Scaife Foundation, la John M. Olin Foundation y la Bradley Foundation.

Los miembros anteriores y actuales de la PNAC son en su mayoría importantes miembros del Partido Republicano y de la Administración del presidente George W. Bush, como Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz, Jeb Bush, Richard Perle, Richard Armitage, Dick Cheney, Lewis Libby, William J. Bennett, Zalmay Khalilzad, y Ellen Bork, la mujer de Robert Bork. Gran parte de sus ideas y sus miembros están asociados con el movimiento neoconservador. La dirección del PNAC se compone de siete miembros permanentes, además de un grupo de directores.

La PNAC es una organización polémica. Muchos afirman que este proyecto propone la dominación suprema, militar y económica, de la Tierra, el espacio y el ciberespacio por parte de Estados Unidos, así como el establecimiento de la intervención en los problemas mundiales (Pax Americana). El nombre de la PNAC procede de la expresión "el nuevo siglo americano", basándose en la idea de que el siglo XX ha sido "el siglo americano", y que esta situación debe prolongarse durante el siglo XXI, de este punto muchos afirman que este tipo de organizaciones son un intento desesperado cuya finalidad es prologar la hegemonía norteamericana. Algunos analistas dicen que la guerra de Iraq de 2003, con el nombre en clave de "Operación Libertad Iraquí", es el primer gran paso para la consecución de estos objetivos, cuyos resultados no han sido los esperados, admitiendo a principios de 2008 (bajo la misma administración Bush) que tal empresa ha sido un fracaso y renombrándose como la "invasión de Irak" por gran parte del sector norteamericano incluyendo los medios.

(Extraído de wikipedia.org)


"El nuevo siglo americano" expone todos los aspectos históricos, políticos, económicos y filosóficos que de manera encubierta habrían desencadenado los atentados del 11 de septiembre en un modo muy diferente de cómo nos fueron precedentemente narrados.

"Trabajo de precisión histórica cuya narrativa captura al espectador, "El nuevo siglo americano" es sin lugar a dudas una de las mejores películas sobre las verdades encubiertas de los hechos que llevaron al 11 de septiembre"
Webster G. Tarpley

Capítulos de la película:

EL MIEDO ATÓMICO - Una premisa fundamental
OSAMA BIN LADEN - Aquel verdadero y aquel inventado
GEORGE W. BUSH - Un presidente tomado como rehén
NEOCONS - Un grupo que llega de lejos
LOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS - Guerra y Constitución
PETRÓLEO y GAS - La nueva geografía mundial
EL CONJUNTO MILITAR-INDUSTRIAL - Una profecía hecha realidad
LA GUERRA MEDIÁTICA - Más importante que aquella real
CONTRACTORS - La guerra de los privados
LAS FUERZAS OSCURAS - Iraq tierra de nadie

Con el apoyo de Costa-Gavras, Wim Wenders, Kenneth Loach y Bernardo Bertolucci, entre otros.


Documental El Nuevo Siglo Americano (PNAC)
de Massimo Mazzucco


jueves, 20 de noviembre de 2008

Acusan a Cheney y Gonzales por presunto abuso a prisioneros


Dallas, 18 Nov (Notimex).- Un gran jurado del condado de Willacy, en el extremo sureste de Texas, emitió hoy una acusación contra el vicepresidente estadounidense Dick Cheney y el ex procurador general Alberto Gonzales por presunto abuso a prisioneros.

La acusación responsabiliza a Cheney, a Gonzales y a otros funcionarios federales y estatales de haberse enrolado en una actividad criminal organizada, que cometió abusos en los centros de detención federal de ese condado.

El gran jurado emitió la acusación luego que el procurador del condado de Willacy, Juan Ángel Guerra, lo convocara para evaluar las evidencias que tenia contra los funcionarios.

La acusación critica las inversiones de Cheney en la firma Vanguard Group, que mantiene intereses en compañías privadas operadoras de cárceles federales.

La imputación acusa a Cheney de conflicto de intereses y "de al menos, asaltos ofensivos" a reos que realizan labores para las compañías de prisiones.

El ex procurador Gonzales está acusado de utilizar su cargo, cuando estaba en funciones, para frenar una investigación de abuso en los centros de detención federal.

La acusación también nombra como responsables a la juez estatal Janet Leal, a la también juez estatal Migdalia López y al senador estatal Eddie Lucio Jr.

Además aparecen acusados, la compañía de manejo de prisiones, GEO Group (conocida antes como Wackenhut Corporation) y a los ex procuradores federales Mervyn Mosbacher, Gus Garza y Gilberto Lozano.

Todos ellos enfrentan una serie de cargos que incluyen abuso de poder público y obtención de utilidades al ejercer un cargo público.

(Extraído de www.munhispano.com)

martes, 26 de agosto de 2008

El diario ruso Pravda pide penas de muerte para el gobierno USA por el 11-S

El pasado 22 de agosto el diario Pravda publicó en una columna de opinión un artículo en el que el norteamericano Gregory F. Fegel acusa al gobierno de los Estados Unidos de estar, entre otros, detrás de los atentados del 11-M, del 7-J, y por supuesto, del 11-S. Asimismo, dice que la destitución no sería suficiente y pide la pena de muerte para todos los altos mandos implicados.

La destitución no es suficiente
22.08.2008 - Pravda.Ru
Original en inglés

En español (extraído de trinityatierra.wordpress.com)

Hay Indicios de que todos los funcionarios del Gobierno de los USA y sus aliados planearon y llevaron acabo los ataques del 11/S

Pruebas irrefutables muestran que los más altos funcionarios de la Administración Bush en conspiración con muchos otros funcionarios del Pentágono, la CIA, el FBI, el FEMA, NSA, el NORAD, funcionarios de la ciudad de Nueva York, controladores de tráfico aéreo, ejecutivos de líneas aéreas, expertos de demolición controlada, técnicos de gráfica por ordenador, ejecutivos de los medios de comunicación y otros juntos planearon y cometieron los horribles ataques del 9/11/2001 contra el Pentágono y las Torres Gemelas del Centro World Trade en la ciudad de Nueva York. Los ataques del 9/11 se cargaron a la cuenta de unos supuestos “secuestradores árabes”, media docena de personas que, según se ha confirmado, siguen vivas y por lo tanto son inocentes de estos crímenes.

Los ataques bajo la falsa bandera del 9/11 proveyeron de una excusa para la “Guerra contra el Terrorismo” llevada a cabo por el Gobierno de los USA, cuyo propósito principal fue ganar el control para los Estados Unidos de los lucrativos campos de petróleo de Oriente Medio. Un segundo propósito fue elevar los impuestos a los ciudadanos de los Estados Unidos para aumentar gastos de defensa en apoyo del enorme complejo militar/industrial de USA y un tercer propósito fue establecer una justificación de la puesta en marca de medidas de un estado policial dentro de los Estados Unidos bajo el paraguas políticamente ambiguo de la ”Seguridad Nacional”. Cuando los derechos de libertad de expresión y reunión sean recortados a los ciudadanos de los USA, el gobierno de los Estados Unidos será capaz de establecer su agenda de dominación mundial sin la distracción doméstica de opiniones disidentes, protestas o manifestaciones.

El Pentágono, la CIA y FBI y otras agencias y funcionarios del gobierno de USA han perpetrado muchos crímenes, y las bombas falsas y ataques contra los ciudadanos de los USA y los intereses USA durante los pasados cinco años, además de los asesinatos políticos de John Fitzgerald Kennedy, Robert Fitzgerald Kennedy, y Martin Luther King, la bomba de una discoteca de Berlin en 1988, la bomba del World Trade Center en 1993, la bomba de la ciudad de Oklahoma en 1995, los ataques de cartas con ántrax de octubre en 2001.


El Gobierno de los Estados Unidos y sus aliados tambien son los responsables de las bombas del 2002 y 2005 en Bali, las bombas del tren en Madrid en el 2004, las bombas del 7/7/2005 en Londres y las recientes bombas de Ahmedabad, Jaipur, Bangalore, y de la embajada india en Kabul durante el verano de 2008.

Desde la Segunda Guerra Mundial, ideólogos fanáticos de extrema derecha con conexiones corporativas han ganado gradualmente el control absoluto de las agencias militares de USA, de la inteligencia, el gobierno y los medios de comunicación de masas de USA. El fascismo en USA no es solamente una amenaza real en manos de la administración republicana de G. W. Bush; es una situación completamente establecida desde hace décadas. El fascismo en USA es un tema resulto realmente.

El largo descenso de USA hacia el fascismo no puede ser frenado o eliminado simplemente colocando a un miembro del partido demócrata en la Presidencia o votando a una mayoría demócrata en el Congreso. La infiltración y el control del gobierno de los USA por parte de extremistas de extrema derecha está mucho más avanzada y completa. Ellos manipulan a nuestros funcionarios elegidos como a marionetas y una buena parte de nuestros funcionarios elegidos son parte del establisment fascista. La toma de extrema derecha del gobierno de los USA ha sido un golpe fascista gradual y muy exitoso que no se revertirá sin una lucha a muerte muy seria. Dada la historia de violencia indiscriminada y extrema mostrada por la elite en el poder de los USA, parece bastante obvio que restaurar la democracia de los USA requeriría inevitablemente una Revolución armada violenta en la que los americanos se opongan contra las fuerzas del gobierno de los USA y sus militares.

Como ciudadano de USA y ser humano, personalmente considero que el asesinato de personas inocentes en países extranjeros por parte de la CIA, los militares estadounidense y sus marionetas en apoyo de intereses económicos de las corporaciones multinacionales con sede en USA son totalmente inmorales e intolerables y considero mi solemne deber oponerme a la agresión de USA y al imperialismo de cualquier forma que conozca. El Gobierno de USA y la propaganda de los medios de comunicación promueven un clima en el que las acciones y actividades de las tropas de los Estados Unidos son vistos más allá de cualquier reproche, pero no hay nada de noble ni de heroico en la agresión militar sin causa previa y el genocidio contra la población extranjera inocente y vulnerable.

George W. Bush, George H. Bush, Jeb, Neil, and Marvin Bush, Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Condaleezza Rice, Karl Rove, Wolfowitz, Perle, Powell, Armitage, Ashcroft, Abrams, Adelman, Feith, Bolton, Libby, Kissinger, Mueller, Tenet, Goss, Giuliani, Hayden, Chertoff, Baker y muchos otros cientos de indiviuos que trabajan para la Casa Blanca, la CIA, el FBI, el FEMA, el Pentágono, la NSA, el NORAD, la industria de aviación y los medios de comunicación de USA juntos planearon y ejecutaron los ataques del 9/11.

Todos ellos y sus cómplices tienen que ser juzgados por traición y asesinato en masa, y la pena de muerte sería el justo y necesario castigo por haber cometido dichos crímenes.

Necesitamos un juicio al estilo de Nuremberg por Traición y Asesinato en Masa de todos los miembros del gobierno, los militares de USA, las agencias de inteligencia de USA y sus cómplices civiles en la industria de la aviación y los medios de comunicación que participaron en los crímenes asesinos del 9/11. La pena de muerte debería ser aplicada a todos los líderes y sus cómplices, incluso si esto significa ejecutar a cientos o incluso a miles de personas, porque los crímenes de esta magnitud contra los americanos y la República de Estados Unidos no pueden saldarse sin castigo y el castigo debe ser extremo para enviar el mensaje de que los americanos no tolerarán la Traición, ni ahora ni en el futuro. Si se permite que quede sin castigo y en libertad, estos individuos representarán una enorme amenaza para la seguridad y protección de todos los americanos. Si son juzgados de los atroces crímenes del 9/11, la pena de muerte es la única forma de asegurar que ellos y sus aliados no conseguirán atacar América ni a los americanos de nuevo. Las ejecuciones deberían producirse en público y ser televisadas internacionalmente para que el mundo entero sea testigo.

Soy consciente de que existen razones de peso para oponerse a la pena de muerte en muchas situaciones. Sin embargo, también me parece bastante claro que cualquier muestra de clemencia que pudiera mostrarse a los perpetradores de los ataques del 9/11 del gobierno de los Estados Unidos dejaría abierta la posibilidad de que sus simpatizantes pudieran impedir el establecimiento de una democracia en América volcando su violencia hacia los americanos amantes de la paz. Esa es la razón por la que defiendo la pena capital sin consideración alguna de piedad ni clemencia para los asesinos del gobierno de USA que cometieron los ataques del 9/11 y a sus aliados.

Nadie dentro ni fuera del gobierno de USA debería quedar exento de un proceso penal y de la aplicación de la pena capital por los ataques traicioneros del 9/11. A los que planificaron y participaron en los ataques del 9/11 dentro del gobierno de USA y sus cómplices no se les debe permitir protegerse detrás de la cómoda excusa de la “Seguridad Nacional”. La auténtica seguridad y la supervivencia de nuestra república dependen enteramente de esto.

Autor: Gregory F. Fegel

Traducción: Trinity a Tierra

jueves, 17 de julio de 2008

Anatomía de un engaño

Adrián Fontes
Washington
05/06/2008

Han tardado cuatro años, pero al final el Senado de EEUU ha difundido el último informe público que desvela el alcance de la manipulación previa a la invasión de Irak.

El Comité de Inteligencia del Senado demostró que las autoridades norteamericanas justificaron la guerra, frente a sus ciudadanos y al mundo, echando mano de informaciones de inteligencia nada fiables o simplemente exagerándolas para hacerla coincidir con sus necesidades.

El presidente del Comité, el demócrata John Rockfeller, no se anduvo con rodeos al presentar sus conclusiones: “Una cosa es depender de información de inteligencia incorrecta y otra presentar una imagen a los estadounidenses sabiendo que es equivocada”, afirmó.

Los parlamentarios llevaron a cabo un trabajo escrupuloso. Compararon los principales discursos del presidente y de los miembros de su Gobierno con la información de los servicios de inteligencia que tenían entonces en sus manos.

Sin base

La conclusión es inapelable: “Antes de involucrar al país en la guerra, este país debía dar a los norteamericanos una imagen precisa al 100%”, explicó Rockfeller. “Lamentablemente, nuestro Comité concluyó que el Gobierno dijo varias cosas que no tenían ningún apoyo de inteligencia”, añadió. En otras palabras, Bush y los suyos mintieron, aunque el informe y los políticos se cuiden de utilizar esa palabra que constituye una grave acusación en Estados Unidos.

El vicepresidente Dick Cheney, por ejemplo, denunció varias veces la existencia de una relación entre Al Qaeda e Irak. El 8 de septiembre de 2002, en plena conmemoración del primer año de los atentados del 11 de septiembre, aseguró que un alto miembro del Gobierno de Sadam Husein se había reunido en Praga con Mohamed Atta, uno de los autores de los ataques. Rotunda conclusión de la comisión: “No hemos podido confirmar esa reunión”. Años de investigación inútil revelan que probablemente no existió.


Engañados

Sus miembros denunciaron “los esfuerzos implacables del presidente y sus consejeros por utilizar la guerra contra Al Qaeda como justificación para derrocar a Sadam Husein”. “Describir a los estadounidenses que ambos estaban asociados engañó a la nación”, aseguraron.

La acusación sobre la existencia de un programa nuclear iraquí también quedó en evidencia: “Las declaraciones de la Administración de Bush no comunicaba las discrepancias sustanciales que existían entonces en la inteligencia”.

Para confirmar muchas de los engaños ya conocidos, la comisión necesitó más de cuatro años y un cambio de mayoría en el Congreso tras las elecciones de 2006. En 2004, cuando los republicanos controlaban ambas cámaras, un primer informe se había centrado en los errores de los servicios de inteligencia.

“Esta Administración distorsionó la información de inteligencia para ir a la guerra”

Ahora se trataba de examinar el uso que los políticos hicieron de esos datos: “Esta Administración distorsionó la información de inteligencia para ir a la guerra”, acusó la senadora demócrata Dianne Feinstein, miembro del Comité.

El portavoz republicano en la comisión, Christopher Bond, se negó a aprobar el informe. Rockfeller recordó que su colega presentó 170 enmiendas al documento. La mitad fueron aceptadas. Aún así, se negó a dar su aprobación a un informe que cae en mal momento: en plena campaña electoral. El candidato republicano a la Casa Blanca John McCain apoyó la guerra y sigue justificando la presencia militar en Irak .

Barack no estaba aún en el Senado cuando los congresistas autorizaron en 2002 la invasión. Lamentablemente para la derrotada Hillary Clinton, que sí apoyó la moción, el documento sale tarde. Durante la campaña, dijo que había dado su aval a la guerra por haber sido engañada por Bush. Como lo fueron todos los norteamericanos.

(Extraído de www.publico.es)

sábado, 21 de junio de 2008

El Tamiflu, Donald Rumsfeld y el Negocio del Miedo

Extracto de la Editorial del número 81(abril-2006) la revista DSALUD (www.dsalud.com) por José Antonio Campoy

- ¿Sabes que el virus de la gripe aviar fue descubierto hace 9 años en Vietnam?

- ¿Sabes que desde entonces han muerto apenas 100 personas en todo el mundo en todos estos años?

- ¿Sabes que los norteamericanos fueron los que alertaron de la eficacia del Tamiflu (antiviral humano) como preventivo?

- ¿Sabes que el Tamiflu apenas alivia algunos síntomas de la gripe común?

- ¿Sabes que su eficacia ante la gripe común está cuestionada por gran parte de la comunidad científica?

- ¿Sabes que ante un supuesto virus mutante como el H5N1 el Tamiflu apenas aliviará la enfermedad?

- ¿Sabes que la gripe aviar hasta la fecha solo afecta a las aves?

- ¿Sabes quien comercializa el Tamiflu? Laboratorios roche

- ¿Sabes a quien compró Roche la patente del Tamiflu en 1996? A Gilead Sciences inc.

- ¿Sabes quien era el Presidente de Gilead Sciences inc y aun hoy principal accionista? Donald Rumsfeld, actual Secretario de Defensa de USA.

- ¿Sabes que la base del Tamiflu es el anís estrellado?

- ¿Sabes quien se ha quedado con el 90% de la producción mundial de este árbol? Roche

- ¿Sabes que las ventas del Tamiflu pasaron de 254 millones en el 2004 a más de 1000 millones en el 2005?

- ¿Sabes cuantos millones más puede ganar Roche en los próximos meses si sigue este negocio del miedo?

O sea que el resumen es el siguiente:

Los amigos de Bush deciden que un fármaco como el TAMIFLU es la solución para una pandemia que aún no se ha producido y que ha causado en todo el mundo 100 muertos en 9 años. Este fármaco no cura ni la gripe común.

El virus no afecta al hombre en condiciones normales. Rumsfeld vende la patente del TAMIFLU a ROCHE y este le paga una fortuna. Roche adquiere el 90% de la producción del anís estrellado, base del antivírico. Los Gobiernos de todo el Mundo amenazan con una pandemia y compran a ROCHE cantidades industriales del producto.

Nosotros acabamos pagando el medicamento y Rumsfeld, Cheney y Bush hacen el negocio…

viernes, 13 de junio de 2008

El ex jefe de la CIA George Tenet denuncia que se decidió invadir Irak "sin debate serio"

27/04/2007


El ex director de la CIA, George Tenet, afirma en un nuevo libro que la Administración de George W. Bush decidió invadir Irak sin estudiar la verdadera necesidad de tal medida ni contemplar alternativas, informó hoy «The New York Times».

«Nunca hubo ningún debate serio que yo sepa, dentro de la Administración, sobre la inminencia de la amenaza iraquí» y tampoco «hubo discusión significativa» sobre la posibilidad de evitar una invasión, escribe Tenet en sus memorias, siempre según el diario neoyorquino.

El libro, titulado «At the Center of the Storm» («En el centro de la tormenta»), no saldrá a la venta hasta el lunes pero un ejemplar fue obtenido por «The New York Times». Tenet se queja de que, cuando la situación en Irak empeoró tras la invasión y la guerra se hizo cada vez más impopular, la Administración le convirtió a él en el «chivo expiatorio».

El ex director de la CIA recuerda con amargura cómo el vicepresidente, Dick Cheney, en una entrevista televisada en septiembre pasado, aludió en dos ocasiones a un comentario de Tenet, antes de la invasión, sobre las supuestas armas de destrucción masiva en Irak.

Cheney recordó que, en una reunión en la Casa Blanca en diciembre de 2002, Tenet utilizó la frase «un mate de baloncesto» en conexión con la presencia de armas de destrucción masiva en Irak y el vicepresidente dejó entrever que esta calificación convenció a la Casa Blanca para invadir Irak.

Tenet sostiene que la frase ha sido sacada de contexto y se refería en realidad a lo fácil que sería convencer a la sociedad estadounidense de la necesidad de invadir Irak y derrocar al presidente Sadam Husein.

Sobre la entrevista televisiva de Cheney, Tenet escribe: «me acuerdo que la veía y pensaba -'como si necesitaras que yo dijera mate de baloncesto para convencerte a entrar en guerra con Irak'».

Tenet reconoce que se equivocó al asegurar en 2002 que el presidente iraquí, Sadam Husein, contaba con armas de destrucción masiva, pero afirma haber acertado al negar que fuera tan claro que existieran vínculos entre Irak y Al Qaeda como pretendían algunos altos cargos de la Administración Bush.

Tenet dimitió como director de la CIA en junio de 2004, en medio de tensiones con Cheney, el entonces «número dos» de éste, Paul Wolfowitz, y con la entonces Asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice.

(Extraído de www.lavanguardia.es)


Mentiras sobre Irak

Halliburton vendió tecnología nuclear a Irán

Agencia Walsh
20/10/06
por Jason Leopold

Halliburton Corporation vendió importantes componentes para un reactor nuclear a una compañía iraní de desarrollo petrolero tan recientemente como en enero de 2005, informaron al periodista Jason Leopold (1) fuentes de la transnacional que Dick Cheney dirigió antes de llegar a la vicepresidencia de EEUU, pero la noticia publicada el 5 de agosto de 2005 en Global Research.ca ha sido ignorada por los grandes medios de comunicación. Leopold asegura que sus fuentes en la compañía tienen conocimiento íntimo de las relaciones comerciales entre Halliburton y Oriental Oil Kish, una de las corporaciones petroleras privadas más grandes de Irán. Adicionalmente, a lo largo de 2004 y 2005, Halliburton trabajó estrechamente con Cyrus Nasseri, el vice presidente de la junta directiva de Oriental Oil Kish, asentada en Irán, para desarrollar proyectos petroleros en ese país. Nasseri, quien también es miembro clave del equipo de desarrollo nuclear de Irán, fue interrogado por las autoridades iraníes en julio de 2005 bajo sospecha de proporcionarle secretos nucleares de Irán a Halliburton. Los funcionarios gubernamentales iraníes acusaron a Nasseri de aceptar tanto como un millón de dólares en sobornos de Halliburton por esta información.

Las relaciones de Oriental Oil Kish con Halliburton se hicieron de conocimiento público en enero de 2005, cuando la compañía anunció que había subcontratado parte del proyecto de perforación gasífera South Pars con Halliburton Products and Services, una subsidiaria de Halliburton basada en Dallas pero registrada en las Islas Caimán. Después del anuncio, Halliburton proclamó que el proyecto del campo de gas South Pars en Teheran sería su último trabajo en Irán. De acuerdo a un informe de la BBC, Halliburton, que obtuvo de treinta a cuarenta millones de dólares por sus operaciones en Irán en 2003, “estaba abandonando su trabajo debido a un ambiente comercial pobre”.

Sin embargo, Halliburton tiene un largo historial haciendo negocios en Irán, iniciados tan temprano como en 1995, mientras el Vicepresidente Cheney era el principal ejecutivo de la compañía. Leopold citó un informe publicado en el Wall Street Journal en febrero de 2001: “Halliburton Products and Services Ltd. trabaja detrás de una puerta sin identificación en el noveno piso de una nueva torre de bloques de Teherán norte. Un folleto declara que la compañía fue registrada en 1975 en las Islas Caimán, que está basada en territorio del Emirato de Dubai, en el Golfo Pérsico, y es “no-norteamericana”. Pero igual que el emblema sobre la gorra del recepcionista, el folleto exhibe el nombre de la compañía y su logotipo rojo, ofreciendo los servicios de las unidades de Halliburton alrededor del mundo”. Más aún: la correspondencia enviada a las oficinas de la compañía en Teherán e Islas Caimán era remitida directamente a la oficina principal en Dallas.

Cheney violó la ley de EEUU

En un esfuerzo por restringir a Halliburton y a otras compañías estadounidenses comprometidas en relaciones comerciales con “naciones bellacas’ como Libia, Irán y Siria, el 26 de julio de 2005 el Senado aprobó una enmienda, patrocinada por la senadora republicana de Maine Susan Collins, que castiga a las compañías que continúen burlando la ley americana estableciendo subsidiarias en el extranjero como una forma de aparentar una conducta legal y evitar las sanciones de EEUU consagradas por la International Emergency Economic Powers Act, IEEPA (Ley de Poderes de Emergencia Económica Internacional).

Una carta suscrita por representantes de grupos de ejecutivos corporativos objetó vehementemente la enmienda, alegando que desencadenaría un odio extenso y quizás incitaría ataques terroristas en EEUU y “tensionaría gravemente las relaciones de EEUU con sus socios comerciales primarios”. La carta advirtió que “los gobiernos extranjeros ven los esfuerzos estadounidenses por dictar su política exterior y comercial como violaciones de soberanía que a menudo los lleva a adoptar medidas de venganza muy distintas a las metas de EEUU”.

Collins defendió la legislación afirmando que “impide a las corporaciones estadounidenses crear una compañía de cáscara en alguna otra parte para hacer negocios con naciones bellacas, mientras patrocinan el terror, como Siria e Irán.

La cuestión de fondo es que si una compañía estadounidense está evadiendo las sanciones para hacer negocios con uno de estos países, están ayudando sostener a naciones que apoyan el terrorismo, más a menudo dirigido contra EEUU”

Durante un viaje al Oriente Medio, en marzo de 1996, el Vicepresidente Dick Cheney dijo a un grupo de hombres de negocios principalmente estadounidenses que el Congreso debería aliviar las sanciones contra Irán y Libia para crear buenas relaciones, una declaración que -en la percepción retrospectiva- resulta completamente hipócrita considerando la política exterior de la administración Bush.“Permítanme hacer una declaración generalizada sobre una tendencia que yo veo en el Congreso estadounidense y que yo encuentro perturbada, que no sólo concierne a la situación iraní sino también a varios otros [países]..., dijo Cheney. “Pienso que nosotros, los estadounidenses, a veces cometemos errores. Parece ser una asunción que de algún modo nosotros sabemos lo que es mejor para todos los demás y que vamos a usar nuestro golpe económico para conseguir que todos los demás vivan de la manera en que nos gustaría”.

Cheney era el ejecutivo principal de Halliburton Corporation en el momento en que profirió estas palabras. Fue Cheney quien dirigió a Halliburton hacia las relaciones comerciales agresivas con Irán en la mitad de los ’80 -violando la ley de EEUU- y continuándolas a través de 2005. Por esa razón Irán tiene hoy la capacidad de enriquecer uranio de calidad para producir armas.

Fue la venta secreta de centrífugas de Halliburton lo que ayudó a Irán a desarrollar su programa de enriquecimiento de uranio, según una investigación de tres años que incluye entrevistas realizadas con más de un docena de empleados actuales y anteriores de esa compañía.

Si finalmente EEUU se compromete en una futura guerra con Irán, Cheney y Halliburton serán acreedores a lo menos un reproche.

Silencio de la gran prensa

Pero esto no debe entenderse como una sorpresa, cualquiera que hayan sido las actividades de negocios de Halliburton durante la última década. La compañía tiene un largo y documentado historial de violación de prohibiciones estadounidenses conduciendo negocios con las llamadas naciones bellacas. No. Lo que está perturbando sobre estos hechos es la pequeña atención que han recibido de los grandes medios de comunicación nacionales. Pero el registro público habla por sí mismo, como lo hacen las miles de páginas de documentos obtenidos de varias agencias federales que demuestran cómo las relaciones de negocio de Halliburton con Irán ayudaron consolidar allí actividades terroristas, incluido el programa de enriquecimiento nuclear del país.

Cuando, hace un par de años, le pregunté a la portavoz de Halliburton Wendy Hall si la compañía dejó de hacer negocios con Irán por temor a estar ayudando a consolidar el terrorismo, ella dijo: “No, nosotros creemos que las decisiones acerca de la naturaleza de tales gobiernos y sus acciones están bien adoptadas por las autoridades gubernamentales y las entidades internacionales como las Naciones Unidas, al contrario de personas individuales o compañías”.

“Apartando la política, nosotros y nuestras empresas afiliadas operamos en los países en la extensión en que es legalmente permisible, allí dónde nuestros clientes activos esperan de nosotros la provisión de servicios de apoyo en los campos petrolíferos para sus operaciones internacionales. Nosotros no siempre estamos de acuerdo con las políticas o acciones de los gobiernos en cada lugar en que hacemos negocios y no fabricamos ninguna excusa para sus conductas. Debido a la naturaleza de largo plazo de nuestros negocios y a los inevitables cambios políticos y sociales, no es prudente ni apropiado para nuestra compañía establecer nuestra propia política exterior país por país”.

Halliburton empezó haciendo sus primeros negocios en Irán ya en 1995, mientras el Vicepresidente Cheney era el jefe ejecutivo de la compañía y en posible violación de la legalidad estadounidense.

Una orden ejecutiva firmada por el ex Presidente Bill Clinton en marzo de 1995 prohibió “nuevas inversiones [en Irán] de personas estadounidenses, incluso el compromiso de fondos u otros recursos”. También impidió a las compañías norteamericanas realizar servicios que “beneficiarían a la industria petrolera iraní” y proporcionaran a ese país medios financieros para eventuales actividades terroristas.

Cuando Bush y Cheney tomaron posesión en 2001, su administración decidió que no castigaría a las compañías extranjeras de petróleo y gas que invirtieran en esos países. Las sanciones contra países como Irán y Libia se impusieron antes de que Bush llegara a ser presidente, cuando Cheney las boicoteaba pronunciando sus frecuentes discursos sobre la necesidad de las compañías estadounidenses de competir con sus rivales extranjeras a pesar de los reclamos de que esas naciones pudieran tener lazos con el terrorismo.

“Pienso que nosotros estaríamos lejos mejor, si de hecho retiráramos esas sanciones [contra Irán], no intentando imponer boicots secundarios a las compañías. . . intentando hacer negocios allí. . . y en cambio, empezar a reconstruir esas relaciones”, dijo Cheney en 1998, durante un viaje de negocios a Sydney, Australia, según el periódico australiano Illawarra Mercury.