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viernes, 9 de abril de 2010

Bush es acusado de enviar a Guantánamo a cientos de inocentes


Un coronel estadounidense asegura que tanto él como sus asesores Cheney y Rumsfeld los mantuvieron allí por cuestiones políticas

PÚBLICO.ES
Londres
9/4/2010

Los tres máximos responsables de la Guerra contra el terror apoyaron la detención de inocentes.

George Bush, Dick Cheney y Donald Rumsfeld conocían que cientos de personas inocentes estaban siendo enviadas a la cárcel de Guantánamo.

Los máximos responsables del Gobierno estadounidense ocultaron este hecho y se negaron a liberarlos por miedo a que esto pudiera dañar la 'Guerra contra el terror' y la ansiada invasión de Irak.

La información ha sido difundida este viernes por el diario británico The Times, que dice haberse hecho con unos documentos oficiales que lo certifican.

Las acusaciones se desprenden del testimonio del coronel Lawrence Wilkerson, asesor del entonces secretario de Estado de EEUU, Colin Powell.

Las acusaciones de Wilkerson formaban parte de la defensa de uno de los presos acusados de pertenecer supuestamente a la banda terrorista Al Qaeda.

El militar afirmó por escrito que el ex vicepresidente Cheney y el ex secretario de Defensa Rumsfeld sabían que la mayoría de los 742 detenidos que fueron enviados a Guantánamo en 2002 eran inocentes. Según el diario, ambos creían que "era políticamente imposible liberarlos".

El fin justificaba los medios

The Times afirma que Powell apoyó el testimonio de Wilkerson. La relación del ex secretario de Estado con el resto de la Administración Bush no era la mejor ya que siempre les recriminó que le pasarán información falsa sobre las armas de destrucción masiva en Irak.

Powell quedó en evidencia ante todo el mundo cuando apoyó la invasión de 2003 basándose en las pruebas falsificadas y abandonó la Casa Blanca en 2005.

La declaración del coronel deja en evidencia las prácticas de la Administración Bush entonces. Wilkerson dijo que la mayoría de los detenidos - entre los que afirma que había niños de 12 años- no habían visto en su vida a un soldado estadounidense sino que los Ejércitos de Afganistán y Pakistán los estaban vendiendo a EEUU por 5.000 dólares.

Según su testimonio, no los liberaron porque entonces la explicación de su arresto habría puesto en evidencia la operación. "Era intolerable para la Administración y habría causado daños muy serios en la imagen del Ministerio de Defensa", dijo.


A Cheney, según Wilkerson "no le importaba lo más mínimo que la mayoría de los presos fueran inocentes [...] Si cientos de personas inocentes tenían que sufrir este trato sólo para detener a unos cuantos terroristas peligrosos, debía ser así".

Las declaraciones de Cheney en los últimos tiempos, defendiendo la 'Guerra contra el terror' y la tortura como un arma de defensa, lo ponen en evidencia.

Bush estaba de acuerdo

"Discutí este asunto con el secretario Powell y entendí que no era sólo la manera de pensar de Cheney y Rumsfeld, sino del propio presidente Bush, que también estaba tomando esas decisiones", añade el militar.

El testimonio de Wilkerson estaba hecho a favor de la liberación de Adel Hassan Hamad, un hombre de origen sudanés que estuvo encarcelado de 2003 a 2007. Hamad, como muchos otros a su salida de Guantánamo acusó a las autoridades estadounidenses de torturas.

Según el diario, el entorno de Bush se negó a hacer declaraciones al respecto.

(Extraído de www.publico.es)

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¿Cómo es posible que nos hayamos convertido en un refugio para supuestos terroristas? por Lawrence Wilkerson

Se cierra el círculo sobre Cheney y las torturas

viernes, 12 de marzo de 2010

Karl Rove, "orgulloso" de las torturas de la CIA


Califica de "impresionante y duradero" los dos mandatos de Bush

PÚBLICO.ES
Londres
12/3/2010

El que fuera conocido como el "cerebro de Bush", Karl Rove, hizo apología de la tortura anoche en la BBC. En una entrevista, en la que dijo sentirse "orgulloso" de las técnicas que empleaba la CIA con los sospechosos de terrorismo, Rove aseguró que la asfixia simulada no debería ser considerada tortura.

"Estoy orgulloso de que empleáramos técnicas que hiceron que los terroristas nos proporcionaran información muy valiosa para impedir atentados, por ejemplo, en el aeropuerto londinense de Heathrow", dijo Rove.

El ex asistente de George Bush defendió las técnicas porque, según él, "hemos hecho del mundo un sitio más seguro de lo que era antes. Eran apropiadas, estaban en sintonía con la legalidad internacional y estadounidense", afirmó.

Asimismo aseguró no sentirse mal porque no hubiera armas de destrucción masiva en Irak. "No especialmente, porque teníamos informes de que las estaban empleando contra el pueblo iraquí y contra nuestros propios soldados en Bagdad", aseguró.

Fiel, como Cheney

Rove acaba de publicar sus memorias en un libro titulado Courage and Consequence. En él, dibuja las dos legisaturas de Bush como un mandato "impresionante, duradero y significativo", para la historia de EEUU.

No es el primer colaborador de Bush que defiende las torturas. El ex vicepresidente, Dick Cheney, uno de los máximos responsables de la invasión de Irak, ha considerado en múltiples ocasiones que dichas técnicas han servido para evitar muchos atentados. Asimismo, acusó al presidente Obama de poner en riesgo la seguridad al prohibirlas.

(Extraído de www.publico.es)

lunes, 25 de enero de 2010

Bush no es un incompetente


George Lakoff - Marc Ettlinger - Sam Ferguson
11/09/06

La izquierda ha caído en una trampa. Envalentonada por la caída en picado de los índices de aprobación al Presidente Bush, la izquierda ha ido señalando cada vez más los fracasos de Bush, etiquetándole a él y a su administración de incompetentes. Por muy autocomplaciente que pueda ser esta crítica, yerra el tiro. Los desastres provocados por Bush – el Katrina, la Guerra de Irak, el déficit fiscal – no es que sean una prueba de su incompetencia o su incapacidad de gestión. Son más bien efectos naturales, casi inevitables, de su filosofía de gobierno conservadora. Es el conservadurismo en sí mismo, llevado a cabo consecuentemente, el auténtico culpable, sostienen George Lakoff y sus colaboradores Marc Ettlinger y Sam Ferguson del Rockridge Institute.

Los progresistas han caído en una trampa. Envalentonados por la caída en picado de los índices de aprobación al Presidente Bush, los progresistas han ido señalando cada vez más los fracasos de Bush, etiquetándole a él y a su administración de incompetentes. Por ejemplo, Nancy Pelosi comenta “La situación en Irak y la imprudente política económica para mi indican una misma cosa, la incompetencia de nuestro líder”. Por muy autocomplaciente que pueda ser esta crítica, yerra el tiro. Los desastres provocados por Bush – el Katrina, la Guerra de Irak, el déficit fiscal – no es que sean una prueba de su incompetencia o su incapacidad de gestión. Son más bien efectos naturales, casi inevitables, de su filosofía de gobierno conservadora. Es el conservadurismo en si mismo, llevado a cabo consecuentemente, el auténtico culpable. Bush no seguirá más ahí, pero otros conservadores lo harán. Su filosofía de gobierno es también la de ellos. Deberíamos exigir la responsabilidad allí dónde corresponde, a todos los presidentes y candidatos conservadores que nos llevarán hacia el mismo precipicio.

Para las bases de Bush, su torpe provincianismo es parte de su encanto: alimenta el populismo conservador. Bush exagera esta imagen afirmando orgulloso que no le interesa ni la lectura ni la actualidad, su afición a las siestas y las vacaciones y sus bromas de autodesprecio. Esta imagen hace que la oposición subestime sus capacidades –tachándole de completo idiota–, y desvía la crítica hacia sus aliados conservadores. Si el problema es la incompetencia, todo es cuestión de Bush. Pero, si es el conservadurismo el problema, entonces se trata de un conjunto de ideas, de un movimiento y sus muchos adeptos.

La idea de que Bush sea un incompetente resulta curiosa. Fíjense en la siguiente lista (incompleta) de las principales iniciativas que la administración Bush, junto con un leal Congreso conservador, ha llevado a cabo:

Concentrar el poder en el ejecutivo hasta un nivel sin precedentes.

Empezar dos grandes guerras, una de ellas con una más que cuestionable inteligencia y en desacuerdo con el estamento militar.

Situar en el Tribunal Supremo dos jueces de extrema derecha, y abarrotar los tribunales federales de nivel inferior con muchos más.

Recortar los impuestos en tiempo de guerra, un hecho sin precedentes.

Aprobar varios proyectos de ley muy controvertidos como la PATRIOT Act (Ley PATRIOT), la No Child Left Behind Act (Ley Ningún Niño Queda Atrás), el proyecto de ley Medicare Drug, el proyecto de ley Bankruptcy y varios drásticos recortes de impuestos.

Reducir y negarse a cumplir una multitud de regulación sobre protección básica.

Nombrar funcionarios del sector industrial para supervisar los organismos reguladores.

Establecer un importante rol para la religión mediante iniciativas confesionales.

Aprobar una legislación orwelliana para agredir el medio ambiente – las iniciativas "The Healthy Forests Act" (Ley Para Bosques Saludables) y "Clear Skies Initiative" (Iniciativa Para Un Cielo Claro) – para deforestar los espacios públicos y para llenar con más polución nuestro cielo.

Ganar la reelección y consolidar el férreo control de su partido sobre el Congreso.

No hay señal alguna de incompetencia. Como debería quedar tristemente claro, la administración Bush ha resultado abrumadoramente competente en hacer avanzar su ideal conservador. Ha sido totalmente efectiva en alcanzar sus objetivos al perseverar en una filosofía conservadora.

No es Bush quien ha resultado tan dañino, sino que es la agenda conservadora.

Leer el artículo completo aquí

domingo, 13 de diciembre de 2009

¿En quién se inspiró Obama?


Koldo Campos Sagaseta
Rebelión
13/12/2009

Al margen de que Barak Obama asegurase sentirse inspirado por Ghandi y Luther King, las palabras con que agradeció la infamia del Nobel de la Paz, más evocaba el viejo discurso del presidente George Bush en febrero de 1991 sobre el estado de la nación que cualquier pensamiento de quienes se declaraba humilde admirador. De hecho, el discurso de Obama, con excepción de algunos párrafos intrascendentes y algún que otro proverbio romano que yo pensaba en desuso, se parece tanto al de su antecesor que hasta podría ser el mismo.

Dijo Bush entonces: “Nuestra causa es justa. Nuestra causa es moral. Nuestra causa es correcta”.

Dice Obama ahora: “Nuestra guerra es justa”.

Dijo Bush entonces:“Como americanos sabemos que hay veces en que debemos dar un paso al frente y aceptar nuestra responsabilidad de dirigir al mundo, lejos del caos oscuro de los dictadores. Somos la única nación en este planeta capaz de aglutinar a las fuerzas de la paz”.

Dice Obama ahora: “Estados Unidos de América ha ayudado a garantizar la seguridad mundial durante más de seis décadas con la sangre de nuestros ciudadanos y el poderío de nuestras armas. El servicio y sacrificio de nuestros hombres y mujeres de uniforme han promovido la paz y prosperidad desde Alemania hasta Corea, y permitido que la democracia eche raíces en lugares como los países balcánicos”.

Dijo Bush entonces:“Esta nación nunca encontró gloria en la guerra. Nuestro pueblo nunca ha querido abandonar las bendiciones de su hogar y su trabajo por ir a tierras lejanas y a conflictos mortales. Si peleamos con ira, es tan sólo por el hecho de tener que pelear. Y todos nosotros anhelamos un mundo en que nunca tengamos que pelear de nuevo.

Dice Obama ahora: “Por supuesto, las herramientas de guerra juegan un papel determinante para preservar la paz y por tanto, esta verdad debe coexistir con otra: aunque se justifica por sí misma, la guerra promete una tragedia humana. Soy plenamente consciente del coste que suponen los conflictos armados”.

Dijo Bush entonces: “Como ya he dicho a menudo, nosotros no deseábamos la guerra, pero todos conocemos ese versículo del Eclesiastés que dice que hay un tiempo para la paz y un tiempo para la guerra”.

Dice Obama ahora: “Decir que la guerra puede ser necesaria no es un llamamiento al cinismo, es reconocer la historia, las imperfecciones humanas y los límites de la razón”.

Dijo Bush entonces: “Por dos siglos hemos trabajado por la libertad. Esta noche estamos a la cabeza del mundo al enfrentarnos con una amenaza contra el decoro y la humanidad. Lo que está en juego es algo más que un pequeño país, es una gran idea: un Nuevo Orden Mundial donde diversas naciones se unen por una causa común para lograr las aspiraciones universales de la humanidad: paz y seguridad, libertad y el gobierno por la ley. Tal es el mundo merecedor de nuestra lucha y digno del futuro de nuestros hijos.

Dice Obama ahora: « No puedo permanecer inactivo frente a las amenazas que existen contra el pueblo americano. Que no les engañen: el mal existe en el mundo. La no violencia no habría resultado suficiente para detener a los ejércitos de Hitler ni para convencer a Al-Qaeda para que deje las armas».

Dijo Bush entonces: “Que Dios bendiga a los Estados Unidos de América”.

Dice Obama ahora: “Que Dios bendiga a los Estados Unidos de América”.

(Extraído de www.rebelion.org)



Discurso del Presidente Obama - Premio Nobel (noticia)

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Discurso íntegro de Barack Obama tras recibir el Nobel de la Paz (pdf)

El discurso guerrerista de Barack Obama en West Point (artículo)

Transcripción del discurso de Barack Obama en la academia militar West Point

jueves, 1 de octubre de 2009

Documentos desclasificados del Pentágono revelan que EEUU apoyó crear un grupo paramilitar en Venezuela


La fuerza habría sido creada en marzo de 2003 por el grupo paramilitar colombiano AUC

Caracas
30/9/2009
Europa Press

Documentos desclasificados del Pentágono y del Comando Sur de EEUU revelan que la Administración estadounidense apoyó la creación de un grupo paramilitar colombiano de ultraderecha denominado Autodefensas Unidas de Venezuela en territorio venezolano, según explicó este miércoles la abogada e investigadora estadounidense-venezolana, Eva Golinger.

"La evidencia muestra justamente esa conclusión, debido al hecho de que es EEUU que ha estado con (el presidente colombiano) Álvaro Uribe, durante los últimos diez años, en Colombia, combatiendo estos grupos irregulares. Sin embargo, han proliferado y han llegado a Venezuela", explicó la abogada en una entrevista al canal Tele Sur.

"Ellos han estado intentando desde hace tiempo empujar el conflicto de Colombia a territorio venezolano para justificar entonces su presencia y sus actividades en Venezuela", aseguró, en alusión a los americanos.

La abogada e investigadora concluye que EEUU tuvo conocimiento de la creación de Autodefensas Unidas de Venezuela "desde el año 2003, casi desde su creación", según se desprende de un informe del Comando Sur de EEUU del 14 de abril de 2003. "Estados Unidos no ha denunciado esto", lamentó, pese a conocer de su existencia poco después de que fueran creadas el 1 de marzo de 2003.

Dicho documento recoge "que las Autodefensas Unidas de Venezuela es un grupo paramilitar que se autodescribe como una milicia bolivariana, creado para radicar los insurgentes y los elementos que andan dentro de la frontera venezolana". "Dicen que las Autodefensas Unidas de Venezuela fueron creados por la (fuerza paramilitar colombiana) Autodefensas Unidas de Colombia", agregó.

"Es obvio que es una organización que fue creado con el fin de esa primera acción que fue el plan de magnicidio que casi lograron ejecutar en el 2004 aquí en Caracas con el descubrimiento de esos cien paramilitares", explicó, en alusión a la detención en 2004 de más de 100 paramilitares colombianos en una finca a las afueras de Caracas y que supuestamente tendrían un plan para asesinar al presidente venezolano.

Infiltración en la frontera

Golinger explicó que estas fuerzas paramilitares, creadas con apoyo de Washington, se han infiltrado "en la zona fronteriza de Táchira y Apure".

"Pueblos como Rubio, por ejemplo, sufren de ese paramilitarismo, hasta el punto de que ya están cobrando vacunas, están imponiendo toques de queda, es como otro país. Los paramilitares están cobrando a toda la comunidad, o sea a los residentes, empresarios para la tranquilidad, pero realmente es la imposición de un estado de terror. Es una manera de reprimir, por que dicen que si no lo paga los van a matar", aseguró.

Golinger reconoció que este problema "lo conoce, lo sabe el Estado venezolano", motivo por el cual el presidente, Hugo Chávez, "mandó a grupos de militares, a grupos de la Fuerza Armada Bolivariana para cuidar justamente esa zona y atacar el tema de paramilitarismo".

La guerra irregular de EEUU

La abogada estadounidense-venezolana reconoció tener "conocimiento que hay más de 3.000 integrantes de grupos irregulares y con un plan para desestabilizar, para neutralizar a los movimientos revolucionarios".

Asimismo, admitió que el apoyo de Washington a fuerzas paramilitares en Venezuela "forma parte de lo que EEUU clasifica como la guerra irregular el uso de grupos militares para promover las acciones violentas para ejecutar también las operaciones especiales".

"Es la militarización de América Latina y el esfuerzo de EEUU de recuperar su influencia en la región bajo la fuerza. (...) El uso paramilitar no es primera vez que se usa, en Cuba también se realizó", explicó.

La abogada e investigadora aseguró que "ha existido la sospecha que los paramilitares están promoviendo un ambiente de desestabilización y, ahora más que nunca, se está confirmando", en referencia a los documentos desclasificados del Pentágono y del Comando Sur de EEUU.

"De eso hay evidencia porque hay documentos de EEUU, del Pentágono, del Comando Sur y su división de inteligencia, que dentro de mis investigaciones se han desclasificado parcialmente, muy parcialmente porque están bastante censurados", concluyó.

(Extraído de www.europapress.es)

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miércoles, 23 de septiembre de 2009

Los estadounidenses, prisioneros de sus propias mentiras


11 de septiembre: ¿Creen que George Bush les haya dicho la verdad?

por Thierry Meyssan
21/9/2009

Artículo de imprescindible lectura a modo de resumen sobre la realidad de los atentados del 11 de septiembre

Ocho años después de los atentados del 11 de septiembre, Thierry Meyssan –el periodista que dio inicio a las interrogantes que recorren el mundo sobre la veracidad de la versión de los hechos de la administración Bush– pasa en revista el debate sobre el tema en un artículo destinado a la revista rusa Odnako.
El disidente francés denuncia la hermética «cortina de hierro» que separa del resto del mundo a los pueblos de los países miembros de la OTAN. Sometidos a un verdadero bombardeo mediático, estos últimos ignoran por completo el contenido del debate que se desarrolla en Occidente y siguen creyendo que las dudas sobre el 11 de septiembre se limitan únicamente a unos pocos grupos de activistas.
Thierry Meyssan se interroga además sobre la ingenuidad de los occidentales que siguen creyendo en una historieta infantil, digna de un “comic” estadounidense, en la que una veintena de fanáticos logran golpear el corazón del mayor imperio militar del mundo.

¿Crónica roja o hecho histórico?

El 7 de octubre de 2001, los embajadores de los Estados Unidos y del Reino Unido anuncian por correo al Consejo de Seguridad de la ONU que sus tropas han penetrado en Afganistán en virtud de su legítimo derecho a defenderse después de los atentados que habían enlutado Estados Unidos el mes anterior. El embajador estadounidense John Negroponte precisa en su carta: «Mi gobierno ha obtenido información clara e indiscutible de que la organización Al-Qaeda, que cuenta con el apoyo del régimen talibán en Afganistán, ha desempeñado un papel protagónico en los ataques».

El 29 de junio de 2002, el presidente Bush revela, durante su «discurso anual sobre el estado de la Unión», que Irak, Irán y Corea del Norte –«el Eje del Mal»– apoyan en secreto a los terroristas ya que han establecido un pacto secreto para destruir los Estados Unidos. Esos tres «Estados renegados» están siendo más prudentes desde que Washington aplastó a los talibanes, pero no han renunciado a sus intenciones.

Las acusaciones se precisan el 11 de febrero de 2003. Ese día, el secretario de Estado estadounidense Colin Powell expone personalmente, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el apoyo que aporta Irak a los responsables de los atentados. Después de mostrar un pequeño frasco que supuestamente contiene un concentrado de ántrax en polvo capaz de acabar con todo un continente, Powell muestra una foto satelital de la base que Al-Qaeda ha instalado en el norte de Irak, y que incluye una fábrica de venenos. Después, basándose en un organigrama, explica detalladamente el dispositivo de los terroristas en Bagdad, bajo el mando de Abu Al-Zarkaui. Basándose en esas informaciones «claras e indiscutibles», las tropas de los Estados Unidos y del Reino Unido, con la asistencia de las de Canadá, Australia y Nueva Zelanda, penetran en Irak, también en virtud de su legítimo derecho a la defensa después de los atentados del 11 de septiembre.

Texto completo aquí

Imagen extraída de www.911artists.com

lunes, 3 de agosto de 2009

La CIA, que liberó al terrorista Posada Carriles, consigue una condena de tres años para el ex agente que lo denunció


Jean-Guy Allard
Cubadebate
3/8/2009

Así es la justicia cuando la maneja la inteligencia imperial. Mientras aseguró un proceso dilatorio y la libertad a su agente terrorista Luis Posada Carriles, la CIA y la DEA acaban de encarcelar por 37 meses al ex agente de la DEA Celerino “Cele” Castillo.

Castillo vio de sus propios ojos y denunció, años atrás, a Posada Carriles por manejar la operación de trafico de armas contra cocaína en la base salvadoreña de Ilopango.

Desde la localidad tejana donde vive, a un par de kilómetros del puesto de la frontera mexicana de Reinoso, los amigos de “Cele”, el más que valiente oficial de la agencia norteamericana antidroga, confirman que él dejo su domicilio para presentarse en el penitenciario de La Tuna para cumplir los 37 meses que le otorgó el juez Royal Furgeson, después de un juicio orientado desde Washington.

El complot contra Castillo lo dirigió el Fiscal Federal Johnny “House of Death” Sutton, en San Antonio, Texas, un amigo personal del ex Presidente George W. Bush, quién se encargo de montar un show jurídico sostenido por una aparentemente banal compra de arma sin licencia, algo que ocurre diariamente en el estado norteamericano donde -tal vez- más armas circulan.

“Cele” reconoció espontáneamente la compra. Pero denunció a lo largo del proceso trucado las múltiples maniobras del Fiscal bushista para obtener, a fuerza de trucos, la sentencia más delirante para un “crimen” tan común: tres años más un mes de cárcel.

Celerino Castillo tuvo el inmenso valor de hablar públicamente de la conspiración criminal de la administración Reagan-Bush, conocida como el Iran-Contras. Jamás los Bush, la CIA y la DEA se lo perdonaron.

En una comparecencia histórica ante el comité de inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, “Cele” Castillo explicó detalladamente como sus informantes vieron en la base de Ilopango almacenes de drogas, además de armas y dinero.

También explicó que muchos de los pilotos de la Contra nicaragüense se beneficiban de la operación clandestina administrada por Luis Posada y su socio Félix “El Gato” Rodríguez Mendigutía, fichados como narcotraficantes.

“El Gato” Rodríguez es quién ordenó el asesinato de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia en1967, cuando el guerrillero heroico se encontraba preso de tropas bolivianas dirigidas por asesores yanquis.

En una entrevista publicada en el año 2004, Celerino Castillo comentó: “La única razón por la que Félix Rodríguez no fue arrestado es por que él sabía dónde estaban enterrados todos los cadáveres de la operación Irán-Contras. Él siempre ha sido un terrorista así, como Osama Bin Laden y todos los terroristas que nosotros hicimos en el pasado”.

El recuerdo de Gary Webb

Lo ocurrido al ex oficial de la CIA recuerda a otro valiente personaje de la lucha contra los Bush y su mafia gubernamental.

En su libro Dark Alliance, el famoso periodista norteamericano de investigación Gary Webb describía a Posada como “un veterano agente de la CIA con una historia de involucramiento con narcotraficantes, gente del hampa y terroristas” identificados a la tropa mafiosa del ex capo habanero Santos Trafficante.

En 1973, revelaba Webb entre muchas otras cosas, Posada fue puesto bajo vigilancia por la Drug Enforcement Agency (DEA) cuando la agencia se enteró que era el “contacto principal” en una operación de tráfico de mayor envergadura.

El 10 de diciembre 2004, el cadáver de Webb fue descubierto en su domicilio de Carmichael. Tenía la cara destruida por dos proyectiles de revolver calibre 38. El coroner Robert Lyons fue el oficial de justicia que realizó la investigación. Concluyó a… un suicidio.

Detrás del complot, el clan de los Bush

“Denuncié a nuestro gobierno como cómplice del narcotráfico y del contrabando de armas. Varias investigaciones bipartidarias tanto en la Cámara baja como en el Senado confirmaron mis alegaciones contra el Gobierno”, escribe “Cele”, en una carta abierta, antes de ir a presentarse a sus carceleros.


“Muchos individuos involucrados en estas atrocidades fueron encontrados culpables pero luego indultados. Además, unos de ellos continuaron a trabajar con la administración Bush. ¿Porqué fui yo escogido como objeto de la conducta más ultrajante del gobierno?”, pregunta al denunciar al fiscal Johnny Sutton “muy cercano a la familia Bush” que le paso “la cuenta para todas mis alegaciones en contra de la familia Bush”.

La Institución Federal de Corrección de La Tuna, se encuentra en Anthony, Texas. Increíblemente, esta cárcel está situada a menos de 20 kilómetros de El Paso, donde la jueza Kathleen Cardone liberó en dos oportunidades al terrorista más conocido del continente, Luis Posada Carriles, que el propio “Cele” observó traficando.

(Extraído de www.rebelion.org)

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jueves, 4 de junio de 2009

El presidente que hablaba con Dios

Juan Gelman
31/5/2009


Es notorio: cuando presidente de EE.UU., W. Bush hablaba con Dios o, mejor dicho, Dios hablaba con él. “Me conduce una misión de Dios. Dios me dice ‘George, ve y lucha contra esos terroristas en Afganistán’. Y lo hice. Y luego Dios me dice ‘George, ve y termina con la tiranía en Irak’. Y lo hice” (The Guardian, 7-10-5). Son afirmaciones ciertas para algunos, blasfemas para otros. En su rancho de Crawford, Texas, W. mantuvo en el 2002 la reunión con el premier británico Tony Blair en la que se decidió invadir a Irak y trascendió que ambos rezaron juntos por el éxito de la empresa. El autor cristiano Stephen Mansfield relata en su libro The Faith of George W. Bush (Strang Communications & Penguin Group, USA Inc., 2003) numerosos hechos y dichos de la misma índole.

Menos conocido –más bien poco conocido– es el razonamiento que el ex mandatario norteamericano manejó para convencer a sus aliados de que brindaran apoyo militar a las dos aventuras. Jean-Claude Maurice lo revela en su libro Si vous le répétez, je démentirai (Si usted lo repite, yo desmentiré, Plon, París, 2009). El periodista francés tuvo encuentros frecuentes con Jacques Chirac, entonces presidente de Francia, que le relató que poco antes de la invasión a Irak de marzo del 2003 recibió un llamado telefónico de Bush instándolo a participar en la guerra. “Bush Jr. utilizó un argumento singular, afirmando que ‘Gog y Magog están actuando en Medio Oriente’ y que ‘las profecías de la Biblia están a punto de cumplirse’. En ese momento Chirac quedó estupefacto y no reaccionó” –documenta Maurice–, pero pidió asesoramiento al especialista suizo Thomas Römer, profesor de teología de la Universidad de Lausana. Cuando supo, Chirac no se rió: pasó del pasmo al miedo.

Se trataba de lo que podría llamarse el Código Ezequiel. Gog y Magog aparecen en el Génesis y sobre todo en dos de los capítulos más sombríos del Libro de Ezequiel (38 y 39) del Antiguo Testamento, en los que Jehová pronuncia la profecía apocalíptica de un ejército mundial que libra en Israel la última batalla y barre a los enemigos de su pueblo para que comience una nueva era: tal es la voluntad de Dios. Este oráculo se repite en el Apocalipsis o El libro de la Revelación del Nuevo Testamento, en el que San Juan prenuncia la derrota de la Bestia por los ejércitos del Cielo, su captura y encierro de mil años en los que quienes no adoraron al Diablo revivirán y reinarán con Cristo (Apocalipsis, 20). Chirac entiende –subraya Maurice– que las palabras de W. Bush debían interpretarse así: “Un ejército mundial islamita fundamentalista amenaza al mundo occidental que apoya a Israel. La prueba son los atentados del 11/9 contra las Torres de Manhattan”. Y fue la invasión y fueron muertos miles y miles de civiles iraquíes y soldados estadounidenses que seguramente ni idea tenían de Gog y Magog.

Thomas Römer, el especialista consultado por el Elíseo, escribió sobre el tema dos años antes que Maurice, pero su artículo, publicado en el número de septiembre de 2007 de la revista Allez savoir, de la Universidad de Lausana, pasó inadvertido. En ese texto, Römer señala los enigmas de El Libro de Ezequiel que han originado diferentes explicaciones y especulaciones a lo largo de veinte siglos. En las distintas traducciones de la Biblia –indica– puede leerse “Gog y Magog” o “Gog de Magog” o “Gog del país de Magog”, es decir, “Gog, príncipe de Magog”. W. Bush lo buscó en Irak y Afganistán y en esto no fue el primero.


“Ronald Reagan conocía bien la Biblia –apunta Römer– y estimó que la Guerra Fría y la existencia de la bomba atómica tornaban realizable la profecía apocalíptica de Ezequiel.” Gog fue entonces la URSS del socialismo real, pero la caída del Muro de Berlín le evitó el apocalisis. Muchos historiadores y teólogos buscan hoy en el pasado, no en el futuro, la explicación de la batalla contra la coalición de ejércitos encabezada por Satán. “Algunos identifican a Gog con un cierto Gygnos, rey de Anatolia en el siglo VII antes de Cristo, quien podría haber sido el origen del texto apocalíptico –indica Römer0. Otros piensan que Nerón es el famoso 666 evocado en el Apocalipsis de San Juan, que la Gran Prostituta es Roma y que la caída anunciada es la del imperio romano.” Según este especialista, un análisis histórico permitiría aclarar las profecías bíblicas apocalípticas mirando atrás.

Se explica que el poderoso lobby proisraelí de EE.UU. presione a la Casa Blanca y al Congreso en favor de políticas favorables a Tel Aviv, incluida la ocupación de territorios palestinos que dura ya 42 años. Paradójica es la concepción de los evangelistas fundamentalistas, que votaron a Bush masivamente: piensan que el Apocalipsis o Armagedón caerá sobre Israel y lo apoyan para que éste se destruya y vuelva el reino de Cristo.

(Extraído de www.pagina12.com.ar)

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Documental
Bush, política y evangelio (The Jesus Factor)

lunes, 6 de abril de 2009

El terror como instrumento del imperio


Chris Floyd
FFF/ICH
5/4/2009

I.

Lo que sigue es un guión enteramente hipotético. Supongamos que fuerais fervorosos militaristas imperiales que creyeran que la seguridad, el prestigio y los intereses financieros de vuestro país son mejor servidos por la guerra y por la omnipresente amenaza de guerra. Supongamos que tuvierais en marcha algunas operaciones verdaderamente excitantes y suculentas, interminables conflictos mortíferos que canalizan cientos de miles de millones de dólares a vuestra maquinaria bélica y que arraigan la política nacional aún más profundamente en la filosofía militarista – la ‘machtpolitik’ [política del poder en alemán, N. del T.] en la que creéis.

Pero existe un problema. El público en general – la manada intimidada que os rodea y no entiende de grandes estrategias tal como lo hacéis vosotros y vuestras elites – se preocupa y se pone nervioso por vuestra Larga Guerra. El tesoro nacional está en bancarrota, la infraestructura nacional se pudre, las comunidades de la nación se mueren; millones de personas carecen de empleo, pierden sus casas, pierden sus sueños, caen por una espiral descendiente hacia la necesidad, la privación y la desesperación. Pero tenéis grandes planes para escalar la guerra, expandir vuestra maquinaria bélica, y mantener la dominación global que creéis es el rol justo y natural de vuestra nación tan especial – y sus elites. ¿Qué hacer? ¿Cómo incitar a la manada truculenta, absorta en sus pensamientos, para que vuelva a apoyar con entusiasmo vuestra agenda vital?

Bueno, lo que sigue es un enfoque puramente hipotético que podríais probar. Azuzáis y provocáis a grupos extremistas violentos para que tomen represalias por vuestros ataques, invasiones e incursiones asesinas de civiles en sus territorios. Al no poder enfrentar directamente vuestra maquinaria bélica – la mayor, más avanzada, fuerza militar en la historia del mundo, sustentada por un tsunami de dineros públicos que cada año sobrepasa los gastos militares del resto del mundo – reaccionan naturalmente con operaciones “asimétricas”. Al principio, van dirigidas contra objetivos cercanos: vuestras líneas de aprovisionamiento, las fuerzas de vuestros testaferros y aliados locales, y otras depredaciones que llevan al caos en las regiones del grupo, con la intención de estropear vuestras líneas de control y de expulsaros. Con la misma naturalidad, aprovecháis esos ataques para justificar una presencia militar aún mayor en sus regiones. El ciclo progresa inevitable e inexorablemente hacia arriba y hacia afuera, hasta que finalmente los extremistas atacan vuestra tierra natal – sea con vuestra complicidad, con vuestra aquiescencia oculta o, en todo caso, con vuestro conocimiento previo de que es seguro que un ataque semejante tenga lugar. Es el momento que habéis esperado; es exactamente lo que queríais. Ahora podéis volver a fustigar a la manada hacia un frenesí marcial, continuar la Larga Guerra, y dejar de lado los deseos miserables, limitados, de una vida pacífica y próspera en casa, de la chusma preocupada de sus propios asuntos.

Evidentemente, uno nunca sabe exactamente lo que sucede tras los cortinajes imperiales de los palacios del Potomac; los ciudadanos estadounidenses comunes fueron convertidos hace tiempo en kremlinólogos de su propio gobierno, tratando de discernir – mediante señales ceremoniales, rumores entre bastidores, y ligeras desviaciones de una retórica ritualizada – lo que realmente se proponen sus amos. Pero algunos cínicos sospechan ocultamente que guiones como el esbozado anteriormente ya han sido implementados; por ejemplo, en el “nuevo Pearl Harbor” que azotó a EE.UU. el 11 de septiembre de 2001 – un año después que un grupo que canalizaba los puntos de vista de los futuros peces gordos del gobierno Bush (incluidos Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Scooter Libby y muchos otros) había anhelado abiertamente un “nuevo Pearl Harbor” para “electrizar” al pueblo estadounidense para que apoyara su agenda militarista, que incluía una invasión de Iraq – con Sadam Husein en el poder o no.

Pero dejando de lado por el momento el problema siempre peliagudo de adivinar las diversas proporciones de complicidad, aquiescencia, conocimiento previo, explotación, incompetencia y fatalidad involucrados en el 11-S, podemos decir como un hecho establecido que: Es política del gobierno de EE.UU. provocar la acción de grupos extremistas. Una vez que están en juego, sus reacciones pueden ser utilizadas del modo que considere apropiado el gobierno que las provocó. Y también sabemos que esas provocaciones son utilizadas, como política deliberada, para provocar a grupos violentos en el frente "Af-Pak" para que lancen ataques terroristas.

En otras palabras, como escribí por primera vez en Moscow Times hace más de seis años (y lo reiteré tres años después), EE.UU. fomenta deliberadamente ataques terroristas a fin de promover sus agendas políticas y militares.

[Para más sobre cómo esas políticas y usos similares del terrorismo y de escuadrones de la muerte han sido realizadas en Iraq y otros sitios, vea: "A Furnace Seal'd: The Wondrous Death Squads of the American Elite," "Ulster on the Euphrates: The Anglo-American Dirty War in Iraq," y "Willing Executioners: America's Bipartisan Atrocity Deepens in Somalia."]

Los ojos de lince de Jason Ditz en Antiwar.com hacen la conexión entre esta política y el más reciente ataque “asimétrico” por un grupo terrorista “cosquilleado” en Pakistán: el mortífero ataque contra un centro policial en Lahore por Tehreek-e Taliban Pakistan (TTP). El grupo, dirigido por Baitullah Mehsud, dijo que el ataque era una represalia por la campaña estadounidense de ataques con aviones sin tripulación en las regiones fronterizas de Pakistán – ataques que han matado a numerosos civiles junto con “militantes” usualmente no identificados. Como señala Ditz, un objetivo de la campaña – intensificada por Barack Obama – es precisamente el fomento arriba mencionado de la actividad terrorista:

El gobierno de Obama ha lanzado una cantidad cada vez más intensa de ataques en la FATA [Áreas Tribales bajo Administración Federal de Pakistán], que apuntan generalmente a las instalaciones de entrenamiento de Mehsud en Waziristán del Norte y del Sur. En septiembre, el entonces director de la CIA, Michael Hayden, dijo que los ataques eran un intento de “provocar una reacción” de los grupos militantes dirigidos por Mehsud. Parece que ahora, seis meses más tarde, han terminado por hacerlo. [Hayden describió esa sangrienta estrategia como “cosquilleo” de los terroristas para que reaccionen.]

Lo que va más lejos, Mehsud ha prometido ahora que llevará la lucha a suelo estadounidense. Como señala The Times (a través de Antiwar.com):

“Pronto lanzaremos un ataque en Washington que sorprenderá a todos en el mundo,” [declaró Mehsud.] “Lo más que pueden hacer es convertirme en mártir. Pero nos vengaremos desde dentro de EE.UU.”

Queda por ver si el variopinto TTP puede realmente llevar a cabo una amenaza semejante, como señala Juan Cole. Pero no se trata realmente de eso. Se trata de que, una vez más, se hostiga a sabiendas a un grupo violenta para que entre en una acción asesina. Mejor todavía, ahora ha sido establecido como “mortífera amenaza terrorista” a la sagrada Patria: otro supermalvado hecho a medida por el reparto de papeles.

Y notablemente, esta nueva amenaza abierta para llevar el terror al corazón de EE.UU. viene sólo días después de que Barack Obama anunciara su cacareada ‘oleada’ en la Guerra Af-Pak, citando - ¿qué otra cosa iba a ser? – la necesidad de proteger a EE.UU. contra terroristas basados en Afganistán y Pakistán como la principal razón para escalar y expandir el conflicto. Otra sorprendente coincidencia para justificar la agenda militar, que necesita un suministro constante de malvados plausibles para las relaciones públicas, y amenazas exageradas que estremezcan a la nación, tal como un drogadicto necesita heroína. Y una vez más, no nos queda otra alternativa que sorprendernos ante la variable proporción de complicidad, aquiescencia, explotación, suerte, etc. involucrados en este fortuito apareamiento de declaraciones de Obama y Mehsud.

II.

Vale la pena considerar de nuevo las implicaciones de esta política de cosquilleo de terroristas. Como lo señaláramos recientemente, esas cosas no son sólo fichas en el Gran Tablero de Juego: son mortíferas realidades que matan, mutilan y despojan a multitudes de personas inocentes en todo el mundo. Así que volvamos a los primeros indicios de esa estrategia en su contexto de la Guerra contra el Terror. Lo siguiente es del artículo en Moscow Times en noviembre de 2001:

En un artículo [en Los Angeles Times] del analista militar William Arkin... [aparece] la revelación del plan de Rumsfeld de crear una “Actividad de Apoyo de súper Inteligencia” que juntará a la CIA y la acción militar encubierta, guerra informática, inteligencia, encubrimiento e impostura.” Según un documento confidencial preparado para Donald] Rumsfeld por su Consejo de Ciencia de la Defensa, la nueva organización – el “Grupo Proactivo de Operaciones Preventiva (P2OG, por sus siglas en inglés)” – realizará misiones secretas diseñadas para “estimular reacciones” de grupos terroristas, provocándolos a realizar actos violentos que los expondrán a “contraataques” de fuerzas de EE.UU.

En otras palabras – y digámoslo clara, explícita y sobriamente, para que nadie pueda confundir la intención del plan de Rumsfeld – el gobierno de EE.UU. planifica el uso de “encubrimiento e impostura” y operaciones militares secretas para provocar ataques terroristas asesinos contra gente inocente. Volvamos a decirlo: Donald Rumsfeld, Dick Cheney, George W. Bush y los otros miembros del régimen no elegido en Washington planean fomentar deliberadamente el asesinato de gente inocente – vuestra familia, vuestros amigos, vuestras amantes, vosotros mismos – a fin de impulsar sus ambiciones geopolíticas.

Porque el P2OG no está destinado sólo para exponer a terroristas y llevarlos ante la justicia – en sí un objetivo digno de alabanza, aunque la manera de Rumsfeld de combatir el terrorismo al provocarlo es pura demencia moral… No, parece que P2OG tenga en vista a peces más gordos. Una vez que ha desencadenado la acción de terroristas - ¿matando a miembros de sus familias? ¿atrayéndolos con botín? ¿cargándolos con drogas? ¿inundándolos de propaganda yihadista? ¿abusando de sus madres? ¿O mediante agentes provocadores, tal vez, que infiltren los grupos y luego planifiquen y dirijan ellos mismos los ataques? – pueda entonces tomar medidas contra los “Estados/sub-Estados participantes” por “albergar” a las pandillas provocadas por Rumsfeld. ¿Qué clase de medidas exactamente? Bueno, el programa confidencial del Pentágono lo dice de esta manera: “Su soberanía estará en peligro.”

El P2OG, por lo tanto, será útil cada vez que el Régimen ansíe agregar unos pocos bienes raíces cargados de petróleo o una nueva base militar a la cartera floreciente del Imperio. Basta con encontrar un nido de descontentos violentos, agitarlos con un garrote, y listo: hay una “justificación” instantánea para cualquier nivel de intervención/conquista/rapiña que se desee.

Cuando el gobierno de Obama habla de “continuidad de la política exterior estadounidense,” esto forma parte integral de lo que está hablando. De modo que podemos contar con que veremos mucho más sobre TTP y el Satanás de jure, Baitullah Mehsud, mientras la Larga Guerra bipartidaria avanza a trancas y barrancas, con su omnipresente necesidad de “incitar” – y aterrorizar – al pueblo de EE.UU. para que apoye el proyecto militarista.

……

Chrys Floyd es un periodista estadounidense y colaborador frecuente de CounterPunch. Es autor del libro “Empire Burlesque: High Crimes and Low Comedy in the Bush Imperium. Su página en Internet es: www.chris-floyd.com

(Extraído de www.rebelion.org)

jueves, 26 de marzo de 2009

Escuadrones de la muerte de Cheney


El periodista de investigación Seymour Hersh descubre la "red ejecutora de los asesinatos"

Eric Black
MinnPost
15-03-2009

La estación de televisión estadounidense MSNBC informó que Seymour Hersh ha descubierto evidencia de que el vicepresidente Cheney operó escuadrones secretos de asesinato desde la Casa Blanca utilizando personal militar sin conocimiento de la CIA. Keith Olbermann, presentador de MSNBC Countdown discutió el informe con Jonathan Alter. Alter dijo que los detalles horrorizarán al lector.

En un evento de “Grandes Conversaciones” en la Universidad de Minnesota, ayer por la noche, el legendario periodista investigador Seymour Hersh puede haber atraído más atención de lo que se proponía cuando habló sobre nuevos supuestos casos de espionaje interior de la CIA, y sobre una continua operación militar clandestina que llamó “red ejecutiva de asesinato”.

Hersh habló con mucha confianza sobre estos hallazgos en su actual investigación, sobre la cual todavía no ha escrito.

En un intercambio posterior de correos electrónicos, Hersh dijo que sus declaraciones fueron “una respuesta honesta a una pregunta” del moderador del evento, el Politólogo de la U de M, Larry Jacobs y “no algo sobre lo que haya querido extenderme en público.”

Hersh no retiró sus declaraciones, que dijo provienen de investigaciones que está haciendo para un libro, pero que puede tardar uno o dos años antes de que tenga lo que necesita sobre el tópico sea “efectivo… es decir, empírico, incluso para el más escéptico.”

La velada de gran conversación, con Walter Mondale y Hersh, moderada por Jacobs y titulada “La crisis constitucional de EE.UU.,” parecía ser un repaso, sobre todo histórico, de eventos que han puesto a prueba nuestra Constitución, por un periodista y un alto responsable gubernamental quienes tuvieron experiencia con muchas de las crisis.

Y fue sobre todo histórico, y una gran conversación, en la que Hersh y Mondale hablaron sobre los modelos por los que los presidentes parecen intoxicarse con el poder ejecutivo, frustrados por las limitaciones de ese poder por el Congreso y el público; atraídos a acciones clandestinas incorrectas que exceden sus poderes constitucionales, en la creencia de que pueden obtener resultados y que nunca serán descubiertas. A pesar de unas pocas referencias a los Padres Fundadores, la historia fue sobre todo reciente, comenzando con la Guerra de Vietnam y gran parte provocada por el gobierno de George W. Bush, al que ambos denunciaron rotundamente.

Al final de una respuesta de Hersh sobre cómo tienden a suceder esas cosas, Jacobs preguntó: “¿Y siguen sucediendo hasta hoy?”

Hersh replicó:

“¡Claro! Después del 11-S, no he escrito todavía sobre esto, pero la Agencia Central de Inteligencia estuvo muy profundamente involucrada en actividades internas contra gente de la que pensaba que eran enemigos del Estado. Sin ninguna autoridad legal para hacerlo. Ni siquiera los han llamado por ello. Son cosas que pasan.

“Ahora mismo, hoy, hubo un artículo en el New York Times, que si lo lee cuidadosamente mencionó algo conocido como Comando Conjunto de Operaciones Especiales – JSOC lo llaman. Es un ala especial de nuestra comunidad de operaciones especiales que existe independientemente. No dependen de nadie, excepto en los días de Bush-Cheney, dependían directamente de la oficina de Cheney. No dependían del jefe del Estado Mayor Conjunto o del señor [Robert] Gates, secretario de defensa. Dependían directamente de Cheney.

“El Congreso no lo supervisa. Es esencialmente una red ejecutiva de asesinato, y ha estado funcionando sin parar. Sólo hoy en el Times hubo un artículo de que su dirigente, un almirante de tres estrellas llamado [William H.] McRaven, ordenó detener sus operaciones porque hubo tantas muertes colaterales.

“Bajo la autoridad del presidente Bush, han ido a países, sin hablar con el embajador o el jefe de estación de la CIA; encontraban personas en una lista, y las ejecutaban, y partían de vuelta. Lo han estado haciendo, en nombre de todos nosotros.

“Es complicado porque los tipos que lo hacen no son asesinos, y sin embargo lo que cometen es lo que normalmente llamamos asesinatos. Es un tema muy complicado. Porque son jóvenes que fueron a las Fuerzas Especiales. Habéis oído hablar de las Fuerzas Delta. De los equipos Seal de la Armada. Altamente especializados.


“En muchos casos, eran los mejores y los más brillantes. Realmente, no exagero. Realmente tipos formidables que se alistaron para hacer el tipo de tareas necesarias que ellos piensan son necesarias para proteger a EE.UU. Y luego se ven torturando gente.

“Hubo personas que me dijeron – hace cinco años, hubo uno que dijo: “¿Cómo lo llama cuando se interroga a alguien y se le deja sangrando y no se llama a algún comité médico y dos días después muere? ¿Es asesinato? ¿Qué pasa si termino frente a un comité?”

“Pero no van a terminar frente a un comité.”

Hersh, el periodista investigador más conocido de su generación, escribe sobre esta clase de temas para The New Yorker. Ha escrito a menudo sobre el JSOC, incluyendo, en julio pasado que:

“Bajo la interpretación de la ley del gobierno de Bush, actividades militares clandestinas, a diferencia de operaciones encubiertas de la CIA, no tienen que ser descritas en un Finding [conclusión], porque el presidente tiene un derecho constitucional de comandar a fuerzas de combate en el terreno sin interferencia del Congreso.”

(“Finding” se refiere a un documento especial que debe emitir un presidente, aunque no hacerlo público, para autorizar acciones encubiertas de la CIA.)

(Extraído de www.rebelion.org)

Artículo relacionado:

EEUU: Periodista Seymour Hersh destapó el asunto: ¿Escuadrones de la muerte en la Casa Blanca?

sábado, 7 de febrero de 2009

El Nuevo siglo americano (PNAC)

El Proyecto para el Nuevo Siglo Americano o en inglés PNAC (Project for the New American Century) es un grupo ideológico y político establecido en Washington D.C.. Fue fundado en la primavera de 1997 como una organización sin ánimo de lucro con el objetivo de promocionar "el liderazgo mundial de Estados Unidos", a pesar de contener una fuerte contradicción, por el hecho de considerar la búsqueda del antes dicho liderazgo mundial como sin ánimo de lucro. El presidente es William Kristol, editor del Weekly Standard y colaborador de la cadena FOX. Esta fundación es una iniciativa del Proyecto de Nueva Ciudadanía (New Citizenship Project), que es otra organización sin ánimo de lucro, fundada a su vez por la asociación de la Sarah Scaife Foundation, la John M. Olin Foundation y la Bradley Foundation.

Los miembros anteriores y actuales de la PNAC son en su mayoría importantes miembros del Partido Republicano y de la Administración del presidente George W. Bush, como Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz, Jeb Bush, Richard Perle, Richard Armitage, Dick Cheney, Lewis Libby, William J. Bennett, Zalmay Khalilzad, y Ellen Bork, la mujer de Robert Bork. Gran parte de sus ideas y sus miembros están asociados con el movimiento neoconservador. La dirección del PNAC se compone de siete miembros permanentes, además de un grupo de directores.

La PNAC es una organización polémica. Muchos afirman que este proyecto propone la dominación suprema, militar y económica, de la Tierra, el espacio y el ciberespacio por parte de Estados Unidos, así como el establecimiento de la intervención en los problemas mundiales (Pax Americana). El nombre de la PNAC procede de la expresión "el nuevo siglo americano", basándose en la idea de que el siglo XX ha sido "el siglo americano", y que esta situación debe prolongarse durante el siglo XXI, de este punto muchos afirman que este tipo de organizaciones son un intento desesperado cuya finalidad es prologar la hegemonía norteamericana. Algunos analistas dicen que la guerra de Iraq de 2003, con el nombre en clave de "Operación Libertad Iraquí", es el primer gran paso para la consecución de estos objetivos, cuyos resultados no han sido los esperados, admitiendo a principios de 2008 (bajo la misma administración Bush) que tal empresa ha sido un fracaso y renombrándose como la "invasión de Irak" por gran parte del sector norteamericano incluyendo los medios.

(Extraído de wikipedia.org)


"El nuevo siglo americano" expone todos los aspectos históricos, políticos, económicos y filosóficos que de manera encubierta habrían desencadenado los atentados del 11 de septiembre en un modo muy diferente de cómo nos fueron precedentemente narrados.

"Trabajo de precisión histórica cuya narrativa captura al espectador, "El nuevo siglo americano" es sin lugar a dudas una de las mejores películas sobre las verdades encubiertas de los hechos que llevaron al 11 de septiembre"
Webster G. Tarpley

Capítulos de la película:

EL MIEDO ATÓMICO - Una premisa fundamental
OSAMA BIN LADEN - Aquel verdadero y aquel inventado
GEORGE W. BUSH - Un presidente tomado como rehén
NEOCONS - Un grupo que llega de lejos
LOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS - Guerra y Constitución
PETRÓLEO y GAS - La nueva geografía mundial
EL CONJUNTO MILITAR-INDUSTRIAL - Una profecía hecha realidad
LA GUERRA MEDIÁTICA - Más importante que aquella real
CONTRACTORS - La guerra de los privados
LAS FUERZAS OSCURAS - Iraq tierra de nadie

Con el apoyo de Costa-Gavras, Wim Wenders, Kenneth Loach y Bernardo Bertolucci, entre otros.


Documental El Nuevo Siglo Americano (PNAC)
de Massimo Mazzucco


lunes, 19 de enero de 2009

¿Perdón y olvido?


Paul Krugman
Diario de los Andes
19/1/2009

Barack Obama, que asumirá pasado mañana, no parece dispuesto a investigar las irregularidades de la administración Bush, con lo que, de hecho, los gobernantes no enfrentarán consecuencia alguna, aunque abusen del poder.

El domingo pasado, le preguntaron al presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, si buscaría una investigación sobre posibles crímenes por parte de la administración Bush. "Yo no creo que nadie esté por encima de la ley", respondió, pero "necesitamos ver hacia delante en vez de mirar hacia atrás".

Lo siento, pero si no tenemos una averiguación sobre lo que ocurrió durante los años de Bush -y casi todos han asumido que las declaraciones de Obama equivalen a que no la tendremos- eso significa que quienes tienen el poder de hecho están por encima de la ley, ya que no enfrentan consecuencia alguna si abusan de su poder.

Seamos claros con respecto al tema que aquí abordamos. No solamente es la tortura y el espionaje de comunicaciones, cuyos perpetradores alegan, aunque de manera inadmisible, que ellos fueron patriotas actuando en la defensa de la seguridad de la nación.

El hecho es que los abusos de la administración Bush se extendieron desde la política ambiental hasta los derechos al voto. Además, la mayoría de los abusos involucraron el uso del poder gubernamental para recompensar a amigos políticos y castigar a enemigos políticos.

En el Departamento de Justicia, por ejemplo, nominados políticos reservaron ilegalmente posiciones no políticas para "estadounidenses de pensamiento correcto" -es su término, no el mío- y existe firme evidencia que funcionarios utilizaron sus posiciones tanto para socavar la protección de los derechos al voto de minorías como para perseguir a políticos demócratas.

El proceso de contratación en el área de Justicia hizo eco del proceso de contratación durante la ocupación de Irak -ocupación cuyo éxito supuestamente era esencial para la seguridad nacional-, en el cual los aspirantes fueron juzgados con base en su inclinación política, su lealtad personal al presidente Bush y, con base en algunos informes, sus opiniones sobre el caso Roe vs. Roe en vez de por su capacidad para desempeñar el trabajo.

Hablando de Irak, no olvidemos la fallida reconstrucción de ese país: la administración Bush entregó miles de millones de dólares en contratos sin previa licitación a empresas que tenían conexiones políticas, los cuales después no lograron cumplir.

¿Y por qué deberían haberse molestado en hacer su trabajo? Cualquier funcionario gubernamental que intentara hacer valer la rendición de cuentas sobre Halliburton, digamos, rápidamente descubría que su carrera había sido descarrilada.

Hay mucho, mucho más. Con base en mi propio conteo, al menos seis importantes dependencias gubernamentales experimentaron importantes escándalos a lo largo de los últimos ocho años; en la mayoría de los casos, estos escándalos nunca fueron investigados de manera apropiada.

Y después estuvo el mayor escándalo de todos: ¿acaso alguien duda con seriedad que la administración Bush haya engañado deliberadamente a la nación para que invadiera Irak?

¿Por qué, entonces, no habríamos de tener una averiguación oficial sobre abusos durante los años de Bush?

Una respuesta que se oye es que ir en pos de la verdad crearía divisiones, que se exacerbaría el partidismo. Pero si el partidismo es tan terrible, ¿acaso no debería haber alguna pena por la politización de cada aspecto del gobierno por parte de la administración Bush?

De manera alternativa, nos dicen que no tenemos que atorarnos en los abusos del pasado, ya que no los vamos a repetir. Sin embargo, ninguna figura de importancia en la administración Bush, o entre los aliados políticos de la Administración, ha expresado arrepentimiento por violar la ley. ¿Qué les hace pensar a cualquiera que ellos o sus herederos políticos no lo harán todo de nuevo, si se les da la oportunidad?

De hecho, ya vimos esta película. Durante los años de Reagan, los conspiradores del caso Irán-contra violaron la Constitución de Estados Unidos en nombre de la seguridad nacional.

Sin embargo, el primer presidente Bush indultó a los principales malhechores, y, cuando la Casa Blanca finalmente cambió de manos, el grupo dominante en política y medios de comunicación masiva le dio a Bill Clinton el mismo consejo que le está dando a Obama: deja que los escándalos latentes queden como están.

Seguro, la segunda administración Bush retomó justo donde se habían quedado los conspiradores de Irán y la contra; lo cual no causa mucha sorpresa si tenemos en cuenta que Bush de hecho contrató a algunos de esos conspiradores.

Ahora bien, es cierto que una seria investigación de los abusos en la era de Bush volvería a Washington un lugar incómodo, tanto para quienes abusaron del poder como para quienes actuaron como sus procuradores o apologistas. Y estas personas tienen muchos amigos. Sin embargo, el precio de proteger su comodidad sería alto: si cubrimos superficialmente los abusos de los ocho años pasados, garantizaríamos que ocurran de nuevo.

En el ínterin y con respecto a Obama: si bien probablemente esté en sus intereses en el corto plazo perdonar y olvidar, pasado mañana él va a jurar "preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos". Ese no es un juramento condicional que se debe honrar sólo cuando resulta conveniente.

Además, con miras a defender la Constitución, un presidente debe hacer más que obedecer él mismo la Constitución; debe llamar a rendir cuentas a quienes violen la Constitución. Así que Obama debería reconsiderar lo que al parecer es su decisión de permitir que la administración previa escape a las consecuencias del crimen. Haciendo a un lado las consecuencias, él no tiene derecho a tomar esa decisión.

(Extraído de www.rebelion.org)

jueves, 18 de diciembre de 2008

Bush deja listos a Obama planes por si debe afrontar una crisis enseguida

Los informes prevén desde un ciberataque masivo hasta una escalada nuclear

Idoya Noain
Nueva York
18/12/2008

Hay muchas situaciones sin precedentes en la actual transición en el poder en EEUU, y una de ellas es una intensa colaboración de la Administración saliente con la entrante en materia de seguridad. Según revelaba ayer The New York Times, el equipo de George Bush ha preparado más de una docena de planes de contingencia que puedan servir como guía a Barack Obama y su Gabinete en caso de que estallara una crisis internacional en los primeros días de su mandato. Las situaciones planteadas van desde una escalada nuclear en Corea del Norte hasta un ciberataque a los sistemas informáticos de EEUU o un estallido de inestabilidad en Oriente Próximo.

Esa cooperación podría ser interpretada como un intento del Gobierno saliente de dictar el camino que debería seguir Obama, pero ese extremo ha sido negado al diario neoyorquino tanto por el equipo de Bush como por colaboradores del presidente electo, aunque ningún asesor directo de Obama ha hecho declaraciones públicas.

Primera transición tras el 11-s

En concreto, se han elaborado más de una docena de informes que enumeran opciones que podría tomar en consideración Obama --no acciones específicas-- si la hipotética situación de crisis se hiciera real. "No es un menú exhaustivo, ni excluyente, ni preceptivo", según Gordon Johndroe, un portavoz de la Casa Blanca.

No es la única faceta de este plan de cooperación en seguridad en la primera transición en EEUU tras el 11-S. El Departamento de Seguridad Nacional --que no existía antes de que Bush llegara a la Casa Blanca y se creó justo después de los atentados-- ha impartido formación a casi un centenar de funcionarios de carrera que trabajarán en distintos departamentos mientras los nominados por Obama se enfrentan a sus procesos de confirmación por las cámaras. Esa formación empezó ya antes de las elecciones.
La Administración ha invitado también a miembros del equipo de Obama a unos ejercicios de entrenamiento que tendrán lugar el 12 y el 13 de enero en los que la premisa será qué pasaría si un solo ataque acabara de una vez con todo el liderazgo de la nación.

El plan de colaboración incluye, asimismo, próximas reuniones informativas de actuales mandos en la lucha antiterrorista con sus sucesores en las que se apuntará a las que esos expertos en la lucha contra el terrorismo identifican como las principales amenazas para el país.

(Extraído de www.elperiodico.com)

domingo, 23 de noviembre de 2008

Señales inquietantes


¿La presidencia de Obama empezará con una guerra nueva?

PeaceReporter
19-11-2008

No se expresan en cuartetos como Nostradamus. No leen el futuro en bolas de cristal ni en vísceras de ave. Pero la seguridad de lenguaje con el que vaticinan gravísimos acontecimientos que ensombrecerán el principio de la era Obama es el propio de los videntes. Una seguridad inquietante, ya que estamos hablando de un ex secretario de estado, de un vicepresidente in pectore y de un presidente saliente. Ahora que las cámaras se han apagado con el triunfo electoral de Obama todo el mundo espera su instalación en la Casa Blanca el próximo 20 de enero. Vuelven a la mente declaraciones hechas por importantes políticos EE.UU que proyectan una sombra alarmante sobre el arranque del histórico mandato presidencial.

Colin Powell

El pasado 19 de octubre, el ex Jefe de Estado Mayor y Ministro de Asuntos Exteriores, Colin Powell, invitado al programa televisivo 'Meet The Press', anunciaba su apoyo a Obama y, hablando de problemas que tendría que afrontar en caso de ser elegido, declaraba lo siguiente: "Habrá una crisis hacia el 21-22 de enero (justo después de la investidura de Obama) de la cual aún no sabemos nada”. ¿Qué tipo de crisis? No lo explica. El presentador no se percata y la entrevista continúa normalmente.



Joe Biden

El día siguiente, 20 de octubre, el candidato a la vicepresidencia demócrata, Joe Biden, hablando en un mitin para la recogida de fondos en Seattle, profetizaba con menor precisión temporal pero con mayor exactitud: “Grabad bien mis palabras: en seis meses el mundo pondrá a prueba a Obama como hicieron con Kennedy. Acordaos de lo que os digo: tendremos una crisis internacional, una crisis provocada para poner a prueba de qué pasta está hecho el muchacho (Obama). Y él tendrá que hacer algo muy duro. Os garantizo que pasará”. ¿Qué? Esta vez está claro: una guerra. “Tendrá que decidir sin vacilar para no repetir los errores cometidos en Somalia, en Bosnia, en Iraq. Tendrá que tomar duras decisiones. Los problemas podrán venir de Oriente Medio (Irán), del subcontinente (Pakistán) o quizás de la renaciente Rusia”.



George W. Bush

Una nueva intervención militar de EE.UU, por tanto, mucho más dura que todas las que hemos visto hasta ahora, ¿pero desencadenada por qué razón? La respuesta podría estar en las palabras pronunciadas por el presidente saliente George W. Bush, quien cuatro días después de la elección de Obama, el 8 de noviembre, dijo en un mensaje radiofónico trasmitido a toda la nación: “Esta será para América la primera transición presidencial en tiempos de guerra de los últimos 40 años. Estamos luchando contra violentos extremistas decididos a atacarnos y que no desean otra cosa que aprovechar el periodo de cambio para golpear al pueblo americano”. Resumiendo, un nuevo 11 de septiembre.

¿Adivinos en traje de chaqueta? ¿Pájaros del mal augurio? O- la hipótesis más angustiosa de todas- ¿personas con acceso a información clasificada?

La respuesta llegará en pocas semanas.

(Extraído de www.rebelion.org)

viernes, 14 de noviembre de 2008

Carta abierta al ex presidente de EEUU el Día de los Veteranos

11 de noviembre de 2008

George Bush

1600 Pennsylvania Ave

Washington, DC

Estimado George:

Le escribo el quinto Día de los Veteranos en que lloro la pérdida de mi hijo Casey Sheehan. Casey era soldado del Ejército. Usted mató al mayor de mis hijos con sus mentiras y la ambición de un Imperio. Casey no llegó a ser veterano porque regresó a casa en uno de esos féretros cubiertos con la latosa bandera por los que nunca tendrá que preocuparse su señora madre.


Durante esa otra guerra ilegal e inmoral que usted y su Vicepresidente, Dick, tan hábilmente esquivaron, su madre nunca tuvo que preocuparse por su seguridad. ¿No es cierto? Usted estaba muy ocupado consumiendo drogas y ausentándose sin permiso para preocuparla con eso. Lo que más me rabia me da cuando pienso en la innecesaria y prematura muerte de mi valiente y honorable hijo, es que usted era un cobarde despreciable cuando tenía su edad y aún así tuvo el descaro de condenar con sus mentiras a miles de nuestros hijos a la muerte o a vivir mutilados.

George, le he escrito otras cartas. Le exigí su renuncia y le prometí que haría lo imposible por impugnarlo. Recordará que incluso establecí un campamento de paz con miles de manifestantes fuera de su rancho Crawford y traté de entrar al Congreso para impugnarlo por criminal. Nunca contestó mis cartas ni tuvo la decencia de explicarme qué "Noble Causa" cobró la vida de mi hijo. Esta es la última carta que le escribo cuando aún infecta nuestra Oficina Oval, pero no será la última vez que recibe noticias mías.

George, podría "dormir sobre mis laureles" y dejarlo escabullirse dentro de su desesperación por tener que abandonar la Casa Blanca como el presidente más odiado en la historia de los Estados Unidos, pero eso no me basta: millones han muerto, otros están heridos, desplazados y sufrirán toda la vida a causa de sus actos. Usted es el más grande terrorista del mundo y este país captura, tortura y enjuicia a los terroristas. ¿No es así? ¿Acaso no lo dijo usted mismo? Usted ha convertido a los Estados Unidos en una nación de mafiosos imperialistas y sufrimos la ignominia de ser torturadores, usted no merece retirarse en paz ni con honores.

George, si Nancy Pelosi y sus demás cómplices del Congreso no le piden cuentas, yo lo haré. Este país tiene una memoria muy corta y hemos sido víctimas diarias de su arrogancia y estupidez y la mayor parte de los estadounidenses están creyéndose el cuento de las prometidas, preempaquetadas y anunciadas esperanzas, pero yo no puedo darme el lujo de enterrar su legado como si nada hubiera pasado y seguir adelante. El espacio que ocupaba en mi corazón la presencia de mi hijo ha quedado vacío por su culpa. Si usted piensa que podrá vivir tranquilamente en Dallas, Paraguay o cualquier otro lugar como Johnson, Nixon, McNamara o Kissinger, está equivocado.

George, este país olvidó con demasiada rapidez la abominable Guerra de Vietnam, horror del que no hemos sanado del todo porque nunca nos empeñamos en que los dirigentes estadounidenses pagasen por los crímenes de lesa humanidad que cometieron. Si la historia se repite, como suele hacerlo, usted quedará impune por sus crímenes, mas yo no permitiré que olvide los rostros de mi hijo y de sus compañeros ni el de los de los miles de afganos e iraquíes muertos. ¿Lo atormentan acaso en sus sueños las almas de los masacrados por su orgullo desmedido?

Lo haré aunque para ello tenga que erigir una valla cerca de su casa con las caras de las personas que asesinó. También trabajaré con mis contactos en la comunidad internacional para que se le acuse por sus crímenes de lesa humanidad. Haré lo que sea necesario, seré esa espina de la que no puede librarse como usted ha sido el causante de todo mi dolor. Muchos en el mundo ansían que se haga justiciad y de seguro me acompañarán en esta noble causa.

Esta nación ha olvidado los rostros de los más de 58.000 estadounidenses y millones de vietnamitas masacrados por la avaricia imperial, pero no olvidarán los de aquellos que usted ha sacrificado en su altar de engaños ni los de los que serán sacrificados en nombre de la Guerra contra el Terrorismo que continuará el Presidente Electo. Si Obama no declara de inmediato el fin de la Guerra contra el Terrorismo de los Estados Unidos, alguien tendrá que establecer un campamento en las afueras de su casa de descanso (que apuesto es más agradable que Crawford, Texas en agosto).

Hoy, Día de los Veteranos, le aseguro que si no detiene la sangrienta guerra en pro de riquezas y de la hegemonía de los Estados Unidos y hace justicia por sus crímenes de guerra y en contra de nuestra Constitución, morirán más Caseys y otros países que lamentablemente se interponen en la ruta de la conquista imperial serán diezmados.


Hoy, Día de los Veteranos, también quisiera enviar mi amor y apoyo a los veteranos de todas las guerras que deambulan por nuestras calles drogados porque no reciben ayuda de este gobierno hipócrita. Mi corazón está con las Madres de la Estrella de Oro que solo tienen una caja de medallas, una bandera doblada en triángulo, recuerdos de un(a) hijo(a) muerto(a) y lamentos por la vida que no pudieron disfrutar en su compañía. La maquinaria de guerra con la ayuda de nuestro gobierno devora personas, engrasada con dolor.

George, usted incumplió su juramento de "lealtad" y traicionó a los soldados que comandaba, sólo a causa de un fraude electoral, pero yo sí cumpliré la promesa que le he hecho.

Cindy Sheehan
Madre de Casey Austin Sheehan
Muerto en Combate en Sadr City, Bagdad el 4 de abril de 2004

(Extraído de www.rebelion.org)

La policía detiene a Cindy Sheehan en el capitolio