Mostrando entradas con la etiqueta neocons. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta neocons. Mostrar todas las entradas

lunes, 25 de enero de 2010

Bush no es un incompetente


George Lakoff - Marc Ettlinger - Sam Ferguson
11/09/06

La izquierda ha caído en una trampa. Envalentonada por la caída en picado de los índices de aprobación al Presidente Bush, la izquierda ha ido señalando cada vez más los fracasos de Bush, etiquetándole a él y a su administración de incompetentes. Por muy autocomplaciente que pueda ser esta crítica, yerra el tiro. Los desastres provocados por Bush – el Katrina, la Guerra de Irak, el déficit fiscal – no es que sean una prueba de su incompetencia o su incapacidad de gestión. Son más bien efectos naturales, casi inevitables, de su filosofía de gobierno conservadora. Es el conservadurismo en sí mismo, llevado a cabo consecuentemente, el auténtico culpable, sostienen George Lakoff y sus colaboradores Marc Ettlinger y Sam Ferguson del Rockridge Institute.

Los progresistas han caído en una trampa. Envalentonados por la caída en picado de los índices de aprobación al Presidente Bush, los progresistas han ido señalando cada vez más los fracasos de Bush, etiquetándole a él y a su administración de incompetentes. Por ejemplo, Nancy Pelosi comenta “La situación en Irak y la imprudente política económica para mi indican una misma cosa, la incompetencia de nuestro líder”. Por muy autocomplaciente que pueda ser esta crítica, yerra el tiro. Los desastres provocados por Bush – el Katrina, la Guerra de Irak, el déficit fiscal – no es que sean una prueba de su incompetencia o su incapacidad de gestión. Son más bien efectos naturales, casi inevitables, de su filosofía de gobierno conservadora. Es el conservadurismo en si mismo, llevado a cabo consecuentemente, el auténtico culpable. Bush no seguirá más ahí, pero otros conservadores lo harán. Su filosofía de gobierno es también la de ellos. Deberíamos exigir la responsabilidad allí dónde corresponde, a todos los presidentes y candidatos conservadores que nos llevarán hacia el mismo precipicio.

Para las bases de Bush, su torpe provincianismo es parte de su encanto: alimenta el populismo conservador. Bush exagera esta imagen afirmando orgulloso que no le interesa ni la lectura ni la actualidad, su afición a las siestas y las vacaciones y sus bromas de autodesprecio. Esta imagen hace que la oposición subestime sus capacidades –tachándole de completo idiota–, y desvía la crítica hacia sus aliados conservadores. Si el problema es la incompetencia, todo es cuestión de Bush. Pero, si es el conservadurismo el problema, entonces se trata de un conjunto de ideas, de un movimiento y sus muchos adeptos.

La idea de que Bush sea un incompetente resulta curiosa. Fíjense en la siguiente lista (incompleta) de las principales iniciativas que la administración Bush, junto con un leal Congreso conservador, ha llevado a cabo:

Concentrar el poder en el ejecutivo hasta un nivel sin precedentes.

Empezar dos grandes guerras, una de ellas con una más que cuestionable inteligencia y en desacuerdo con el estamento militar.

Situar en el Tribunal Supremo dos jueces de extrema derecha, y abarrotar los tribunales federales de nivel inferior con muchos más.

Recortar los impuestos en tiempo de guerra, un hecho sin precedentes.

Aprobar varios proyectos de ley muy controvertidos como la PATRIOT Act (Ley PATRIOT), la No Child Left Behind Act (Ley Ningún Niño Queda Atrás), el proyecto de ley Medicare Drug, el proyecto de ley Bankruptcy y varios drásticos recortes de impuestos.

Reducir y negarse a cumplir una multitud de regulación sobre protección básica.

Nombrar funcionarios del sector industrial para supervisar los organismos reguladores.

Establecer un importante rol para la religión mediante iniciativas confesionales.

Aprobar una legislación orwelliana para agredir el medio ambiente – las iniciativas "The Healthy Forests Act" (Ley Para Bosques Saludables) y "Clear Skies Initiative" (Iniciativa Para Un Cielo Claro) – para deforestar los espacios públicos y para llenar con más polución nuestro cielo.

Ganar la reelección y consolidar el férreo control de su partido sobre el Congreso.

No hay señal alguna de incompetencia. Como debería quedar tristemente claro, la administración Bush ha resultado abrumadoramente competente en hacer avanzar su ideal conservador. Ha sido totalmente efectiva en alcanzar sus objetivos al perseverar en una filosofía conservadora.

No es Bush quien ha resultado tan dañino, sino que es la agenda conservadora.

Leer el artículo completo aquí

sábado, 4 de abril de 2009

La causa española contra Guantánamo agita EEUU


El presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Representantes justifica que España juzgue a seis asesores de Bush. Un querellado dice que la iniciativa es un "insulto nacional"

Pere Rusiñol
Madrid
4/4/2009

El presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Representantes de EEUU, el demócrata John Conyers Jr., ha emitido un comunicado en el que aplaude la querella criminal presentada en España contra seis colaboradores de George W. Bush por las torturas practicadas en Guantánamo . La iniciativa judicial, adelantada por Público, ha desencadenado una tormenta política en EEUU ante la insólita posibilidad de que un órgano judicial extranjero impute a ex altos cargos de la Administración estadounidense.

Conyers Jr., congresista por Michigan, es uno de los dirigentes demócratas que presionan para investigar las posibles responsabilidades penales de la Administración de Bush. Tras la renovación de la Cámara de Representantes de 2006, fue promovido a la presidencia de la Comisión de Justicia, un puesto institucional que va más allá de su afiliación demócrata.

"Teniendo en cuenta nuestras obligaciones con la Convención contra la Tortura de 1984, entiendo el paso dado por un jurista serio y respetado", sostiene Conley Jr. en su comunicado, en referencia al juez Baltasar Garzón. La querella todavía no ha sido admitida formalmente a trámite, pero ya ha tenido efectos jurídicos: el juez ha emitido una providencia instando a la Fiscalía a pronunciarse.

En su comunicado, que coincidió con la presentación de un informe dirigido por el propio congresista sobre los atropellos legales de Bush, recalca que espera que la iniciativa española espolee a Washington a investigar a la Administración de Bush, de forma que al final sea innecesaria. "En definitiva, sin embargo, es la obligación de América [por EEUU] vigilar su propio cumplimiento de las leyes estadounidenses e internacionales".

La iniciativa española ha provocado un vibrante debate en EEUU en el que participan los grandes medios, desde The New York Times hasta The Wall Street Journal, pasando por la revista Time y muchos otros.

Una ONG de derechos humanos pide a Obama que tome nota

Los sectores más próximos a Bush consideran que la querella es un "insulto". En el otro lado del abanico político, el Centro para los Derechos Constitucionales, un combativo think tank que pretende sentar ante la justicia a Bush y todos sus colaboradores, ha expresado entusiasmo: "El mundo se está volviendo pequeño para los conspiradores de la tortura", asegura su presidente, Michael Ratner. "La investigación española es un mensaje a la Administración de Obama de que no puede evadir más la cuestión de la responsabilidad de quienes implementaron una política de tortura", añade Vincent Warren, director ejecutivo de la organización.

El único de los seis querellados que se ha explayado en los medios es Douglas Feith, ex subsecretario de Defensa. Feith ha declinado hablar con Público, pero ha dejado clara su postura en medios afines: dijo a Fox News que la iniciativa es "vergonzosa" y que "pretende intimidar a EEUU". Y ayer, en un largo artículo en The Wall Street Journal, la consideró "un insulto nacional".

Fox amenaza con un boicot a España

El presentador estrella de Fox News, Bill O’Reilly, ha amagado con impulsar un boicot contra España si se admite a trámite la querella, como hizo con Francia durante la guerra de Irak. Fox News es la cadena de cable con más audiencia de EEUU y pertenece a NewsCorp, grupo del que es consejero José María Aznar.

O’Reilly dijo que teme que el caso prospere porque Zapatero es socialista y reprochó al embajador español, Jorge Dezcállar, que no se mueva con celeridad para impedirlo.

(Extraído de www.publico.es)

domingo, 22 de marzo de 2009

Exilio neocon



Los halcones que empujaron hacia la guerra regresan a sus think-tank de Washington para actualizar su doctrina


Pere Rusiñol/Isabel Piquer
21/03/2009


De la décima planta de una mole fría e impersonal en una de las calles más influyentes de Washington, la 17, salió buena parte de la materia gris que diseñó las guerras de George W. Bush. De aquí, de la American Enterprise Institute (AEI), proceden muchos neocon, cuyas ideas abrasaron el mundo: invasión preventiva, imposición por la fuerza del libre mercado y la democracia liberal, refuerzo de la hegemonía estadounidense asegurando manu militari el acceso a las fuentes de energía, subordinación de los derechos civiles a la guerra contra el terrorismo... Ahora han regresado a casa, una vez desalojados del poder: escriben libros, defienden su legado, actualizan su doctrina. Y preparan el contraataque.

Pero ni siquiera la AEI es ya lo que era. Su pérdida de influencia en Washington en plena obamanía tiene repercusiones drásticas: la crisis económica y de donaciones ha impuesto un recorte de gastos en la entidad, que despedirá a 30 de sus 160 trabajadores. Y el Project for the New American Century (PNAC) su otro gran referente no tiene actividad desde finales de 2006.

"Algunos de mis compañeros saben que ahora lo tienen difícil y que la opinión pública les vincula a la presidencia de George W. Bush, muy impopular", explica Karlyn Bowman, la experta en encuestas de la institución.

Muy cerca está el despacho al que acude cada mañana Paul Wolfowitz, que fue mano derecha de Donald Rumsfeld en el Pentágono. Y el de John Bolton, el hombre de Bush en la ONU. Y el de Richard Perle, otra de las piezas clave que más empujó para invadir Irak.

La mayoría de los neocon ha plasmado en libros su experiencia en el Gobierno de George W. Bush y algunos se exponen en la entrada de la AEI: Making war to keep peace (Hacer la guerra para mantener la paz), de Jeane J. Kirpatrick, ya fallecida; Surrender is not an option (Rendirse no es una opción), de John Bolton; An end to evil (Un final para el Mal), de Richard Perle...

Pero ni siquiera en los centros de estudio reconvertidos en cuarteles de invierno encuentran los neocon la complicidad de antaño. El Heritage Institute, sancta sanctorum del conservadurismo en Washington, hace como si la experiencia neocon no fuera con ellos: "Nunca hubo muchos neocon aquí", recalca su vicepresidente Michael Frank, en la señorial sede de la Avenida Massachusetts de la capital.

"Una gran red"

El Hudson Institute, al que ha regresado Douglas Feith después de que las protestas estudiantiles lograran que la Universidad de Georgetown no renovara el contrato de este ex alto cargo del Pentágono, también tira balones fuera. "De su visión [de los neocon] no ha sobrevivido demasiado", opina Ioannis Saratsis, coordinador de Comunicación del centro, que añade: "Eso sí, mantienen una gran red entre ellos y están convencidos de que el tiempo les dará la razón. Ahora están concentrados en actualizar su doctrina".

Pese a su caída, al grupo no le faltan faltan plataformas mediáticas para opinar. El semanario The Weekly Standard sigue en pie de guerra y su director, William Kristol, escribe sus diatribas también en The Washington Post tras pelearse con The New York Times, que sin embargo cobija ahora a Max Boot, Kimberly Kagan y otros colegas militantes de la misma causa.


Apenas ha habido autocrítica en el grupo, que ha vuelto a sacar pecho ante la relativa calma de Irak. Además de la crítica a Obama, les une una máxima: la filosofía era la correcta y la amenaza terrorista no dejaba elección; si hubo fallos fue en la gestión del día después.

Una buena decisión

"La guerra fue una buena decisión porque el mundo es mucho más seguro ahora", explica a Público John Bolton, que en sus recientes tribunas de prensa particularmente en The New York Post exige a Barack Obama y a Occidente mayor firmeza contra Irán. Y más solidaridad con Israel.

El debate entre estos académicos que intentaron rediseñar el mundo es cómo pueden plantar cara al "peligro" Obama. Y, sobre todo, cómo logran separarse del impopular George W. Bush, algo imprescindible para que la versión Neocon 2.0 sea viable. "En su segundo mandato, Bush fue muy mal aconsejado", lamenta Bolton.

Algunas ONG presionan para que se procese a los más destacados neocon por avalar la tortura o causar miles de muertes en Irak pero nadie en Washington lo considera siquiera una posibilidad. Ellos ni contestan y prosiguen su debate intelectual, más placentero que nunca: la universidad de verano del grupo de Kristol y The Weekly Standard será este año en un crucero en el Mediterráneo, del 7 al 17 de agosto, con invitados como el halcón Elliott Abrams ex consejero de Seguridad de Bush y parada en una de las ciudades que más gritó contra la guerra: Barcelona.

(Extraído de www.publico.es)

Los neoconservadores bailan un vals de Strauss

Leo Strauss: los abismos del pensamiento conservador

Lectura recomendada:

El Gobierno Invisible. Think-tank: Los hilos que manejan el
mundo, de Bruno Cardeñosa