TeleSUR
12-12-2008
El documento elaborado por el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado afirma que Rumsfeld y otros funcionarios autorizaban el uso de métodos de tortura en los interrogatorios que se les realizaban a los presos.
Un informe del Senado de Estados Unidos que se presentó este jueves señala que los abusos contra presos en Abu Ghraib y Guantánamo fueron comandados por el ex secretario de defensa, Donald Rumsfeld y otros altos funcionarios del Gobierno del presidente George W. Bush.
El documento elaborado por el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado afirma que Rumsfeld y otros funcionarios autorizaron el uso de métodos de tortura en los interrogatorios que se le realizaban a los presos.
Los elaboradores del texto se oponen a que los presuntos implicados atribuyan a soldados o a interrogadores individuales los actos de violencia y los instan a dejar esa actitud.
"El abuso de detenidos bajo la custodia de EE.UU. no se puede atribuir simplemente a 'malas hierbas' que actuaban por su cuenta", señaló el informe dado a conocer por los senadores Carl Levin, demócrata, y John McCain, el ex candidato republicano a la presidencia.
El documento asegura que "altos funcionarios del Gobierno de EE.UU. solicitaron información sobre cómo usar técnicas agresivas, redefinieron la ley para crear una apariencia de legalidad y utilizaron (esas técnicas) contra los detenidos".
Entre las torturas reflejadas en el informe por los legisladores está la privación del sueño, el sometimiento a temperaturas extremas, la colocación de los presos en posiciones dolorosas, el desnudo forzado o el uso de perros.
Según el texto, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había adoptado algunas de estas técnicas.
Los interrogadores las adaptaron para su uso en la cárcel de la base naval en Guantánamo y más tarde se extendieron a los centros de prisioneros en Afganistán, incluida la prisión de Abu Ghraib.
El Gobierno estadounidensenorteamericano mantiene a cerca de 265 personas retenidas en Guantánamo, la prisión en la base naval en Cuba establecida en 2002 para albergar a sospechosos de terrorismo, quienes son catalogados por la administración Bush como "combatientes enemigos" aunque no hayan presentado cargos contra buena parte de ellos.
El documento critica igualmente al entonces jefe del Estado Mayor de EE.UU., el general Richard Myers, que optó por reducir una revisión legal y política de los métodos de interrogación utilizados.
Pero finalmente, todos los planes de la llamada "guerra contra el terrorismo", como las escuchas telefónicas y los demás recortes en los derechos civiles, fueron solicitados y seguramente aprobados, por el titular del gabinete, el presidente saliente George W. Bush
(Extraído de www.rebelion.org)
Demostración de la técnica de tortura “Waterboarding”
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