sábado, 21 de noviembre de 2009

Faluya, la historia horrible que nos ocultan


Javier Espìnosa
El Mundo
8/11/2009

En el carné de identidad iraquí 283.678 tan sólo se aprecia el diminuto rostro de un bebé. Shukriya y Jassem decidieron ocultar su terrible condición cubriendo el cuerpo de la pequeña con una toalla. El documento asegura que Fatma, la menor de los seis hijos de la pareja iraquí, nació el 27 de abril del 2006. «Los otros nacieron antes de la guerra [del 2003] y ninguno antes ha tenido problemas de salud», explica la madre de la pequeña.

Cuando los doctores del hospital de Faluya le hicieron la pertinente ecografía le anunciaron que iba a tener trillizos. «Vieron tres cabezas», dice Shukriya.

Pero el día de la cesárea la esperanza de la mujer mudó a pesadilla. Los doctores extrajeron primero un monstruo sin vida. Un cráneo casi sin cuerpo, unido sólo a un pingajo de carne. Después se encontraron con Fatma. Tenía dos cabezas. Carecía de paladar y mostraba un agujero en el corazón.

En sus repetidas visitas a los centros hospitalarios de Faluya, Shukriya descubrió que el caso de su hija no era único. Que en la ciudad iraquí estaba naciendo un inexplicable número de bebés deformes o afectados por raras anomalías congénitas. Fue la misma conclusión a la que llegaron los doctores del Hospital General de Faluya y por ello comenzaron a documentar con fotografías estos extraños padecimientos.

Crónica ha tenido acceso a decenas de estas instantáneas, imposibles de publicar por su crudeza. Son imágenes que reflejan lo que semeja ser «un gran desastre», en expresión entresacada del estudio que ha realizado al respecto la ONG Centro de Conservación del Medio Ambiente de Faluya. Fotos de criaturas con un solo ojo, con dos cráneos, hinchadas y con los intestinos fuera (una inusual condición llamada exomphalos), con parte de la columna vertebral al aire libre (espina bífida), repletos de escamas o sin alguna de sus extremidades.


«Las jóvenes de Faluya están aterrorizadas por la posibilidad de tener un hijo ante el incremento del número de bebés nacidos con deformaciones grotescas». Éste era el mensaje que lanzaba la misiva que envió el pasado día 12 de octubre a la Asamblea General de Naciones Unidas un grupo de activistas y expertos internacionales liderados por la ex ministra de Asuntos de la Mujer de Irak, Nawal Al-Samarrai, para llamar la atención sobre lo que está ocurriendo en la villa árabe.

Septiembre: 75%, deformes

El documento ofrecía una angustiosa estadística que Samarrai atribuyó a cifras recopiladas en el citado Hospital General de Faluya. Según estos guarismos, en septiembre nacieron en dicho centro 170 bebés, de los cuales el 24% falleció en menos de una semana. Un 75% de los recién nacidos que murieron fueron catalogados como «deformes». Remontándose a agosto del 2002, el escrito contabilizaba 530 nacimientos, seis muertes en los primeros siete días de vida y sólo un caso de deformidad.

«Empezamos a oír hablar de este problema durante el Gobierno de Iyad Allawi (junio 2004-abril de 2005), pero nunca se hizo nada. En varias ocasiones intenté que se ayudara a las familias afectadas pero los ministros tenían miedo de los americanos», precisa Samarrai, que renunció a su cargo en febrero. «No nos cabe duda de la relación que existe entre estos bebés deformes y el uso de armas como el fósforo blanco y el uranio empobrecido. Es sólo un ejemplo de los crímenes de guerra que cometieron los americanos y por eso le hemos pedido a la ONU que se abra una investigación internacional», asegura.

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Documental La masacre oculta (en inglés)


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1 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad no puedo kreeer pobreziita eza krreaturiita qe le hazen ez un bebe hijoz de puta!!!