viernes, 29 de mayo de 2009

La patraña de Al Qaeda

Koldo Campos Sagaseta
Rebelión
26/5/2009

Todos los días, en algún lugar del mundo, es desarticulada una red terrorista islámica vinculada a Al Qaeda. Y con la red quedan igualmente desarticulados sus integrantes y sus maléficos planes, para mayor gloria y consuelo de una ciudadanía que no siempre entiende y agradece los tantos desvelos que exige su seguridad.

Días atrás era desarticulada una red de peligrosos terroristas de Al Qaeda en Bilbao dedicada, según afirmaron los medios, a suministrar fondos a esa organización. Apenas un día más tarde de que a ocho columnas se titulara la noticia y el ministro Rubalcaba celebrara el éxito de la operación policial, doce de los trece terroristas eran puestos en libertad. No se había desarticulado nada, no se había detenido a nadie.

Casi al mismo tiempo, en Estados Unidos, era desarticulada otra red terrorista aún más perversa si cabe. Según las informaciones que han dado a conocer los medios, tres terroristas se disponían a volar por los aires edificios y aviones militares con la ayuda de misiles que habían comprado a un agente infiltrado de la CIA y que, naturalmente, eran falsos. Lo extraño de la noticia, el apunte que revelaba la verdadera naturaleza de la misma, era el hecho de que, según los propios organismos de seguridad que habían desarticulado los atentados, los tres terroristas no pertenecían a ninguna organización, no eran miembros de Al Qaeda o de cualquier otro grupo armado. Eran, en definitiva, tres cabezas calientes, sin ningún nexo con el terrorismo que no fueran sus más que justificadas ganas de revancha que, ante el ofrecimiento del encubierto agente, respondieron gozosos mostrando su adhesión a la bomba y al misil. En definitiva, no han desarticulado nada, no han detenido a nadie…pero al mundo trasciende la noticia del terror que se ha evitado gracias a la combinada eficacia de la policía y sus inestimables labores de contrainsurgencia antiterrorista y de los grandes medios extendiendo por el mundo la buena nueva para que la ciudadanía pueda dormir tranquila y renovarles sus votos.

Es tal la eficacia que muestran las policías del mundo desarticulando constantemente redes terroristas que si no fuera porque Al Qaeda aún es más eficaz rearticulándolas, nadie más que esas policías se merecerían el premio internacional a la eficiencia. En todo caso, los grandes medios de comunicación, en su denodada cobertura a la lucha contra el terrorismo.

Estados Unidos y Europa se sitúan a la cabeza en la desarticulación de tramas terroristas pero es tal el cúmulo de redes islamistas en el mundo y la velocidad con que se reproducen que no hay continente, tampoco país, en el que no se asiente alguna a la espera de ejecutar sus siniestros planes.

Hasta de países como la República Dominicana llegan, ocasionalmente, noticias de la neutralización de alguna trama. En un país en el que no hay más imperdonable terror que el que padecen las mujeres y en el que no hay más tiros que los que prodigan los tantos delincuentes con uniforme, curiosamente, a raíz del 11 de septiembre, se creó un batallón de lucha antiterrorista, no para combatir la violencia machista o el alza de los precios, no para enfrentar la corrupción, el desempleo o las tantas otras lacras de la sociedad dominicana, sino para preservar su paz amenazada por las hordas de Al Qaeda. Y no tardaron en presentarse las amenazas. Una tarde era desarticulada una célula terrorista islámica, compuesta por cinco peligrosos libios, a punto de abordar un avión para Estados Unidos. Al día siguiente, ya eran cuatro y, horas más tarde, se publicaba que los tres detenidos eran libaneses. Apenas unos pocos supimos, días después, que los dos libaneses no eran más que ilegales sin papeles, buscando su arribo a la tierra prometida en busca de trabajo. Pero el éxito de la operación ni desalentó a las autoridades ni desanimó a los terroristas y, al poco tiempo, era detenido en Santo Domingo un destacado miembro de Al Qaeda que, tras ser investigado, resultó ser un estudiante de medicina paquistaní, sin que se le formularan cargos siquiera por mala práctica médica.

Al margen de estos apuntes “tercermundistas” sobre el peligro que representa el eje del mal, en el primer mundo, no podía ser menos, los planes conspirativos son mucho más complejos y, sobre todo, terribles y constantes. Atentados contra aviones, contra redes de transporte, contra pozos de petróleo, refinerías, bases militares, grandes personalidades… frustrados por la pericia policial.

Y es que nada ni nadie escapa a la amenaza terrorista. De ahí la importancia de desarticular redes terroristas en todo el mundo y todos los días.

También en el Estado español se han dado pruebas de la eficacia policial contra las redes islamistas.

Entre otros ejemplos, en enero del 2006, la policía lograba desarticular dos redes “yihadistas” en Madrid, Cataluña y el País Vasco, con ramificaciones en Francia, Bélgica, Holanda, Argelia, Marruecos, Turquía, Siria e Iraq, y detenía a sus 20 integrantes. Su misión era captar y reclutar suicidas. Las operaciones policiales “Chacal” y “Camaleón” frustraban los objetivos de los terroristas a quienes, si bien no les encontraron armas ni explosivos, les fueron intervenidos “ordenadores, documentos y teléfonos móviles”.

Para cerrar el mismo año, en otra operación realizada en Ceuta, era desarticulada una nueva célula terrorista. En esta oportunidad, además del acostumbrado arsenal de ordenadores, móviles y documentación, también se les ocupó a los 11 desarticulados, dinero y un machete.

Durante el gobierno de Aznar, fueron tantas las detenciones de sanguinarios terroristas árabes, especialmente en Cataluña, que cerca estuvieron los brillantes operativos policiales de paralizar los servicios de recogida de basura de esa comunidad, dado que a esos oficios se dedicaba la mayoría de los terroristas apresados. Para su fortuna, las sospechosas sustancias químicas que manejaban no eran sino productos de limpieza y, semanas más tarde, al ser puestos en libertad, casi todos pudieron dar gracias a Alá y volver a sus afanes de limpieza sin nuevos sobresaltos.

Uno de los casos más sangrantes fue el de Ahmad Mardini, un sirio nacionalizado español, casado con una zamorana, padre de tres hijos y empleado de la Coca-Cola, que perdió el empleo, los amigos, los vecinos, casi la familia y la fama que se le supone a un inocente, luego de que fuera detenido como peligroso terrorista islámico, y su nombre y su rostro reproducido hasta la saciedad por medios de comunicación que, como El Mundo o Tele-Madrid, ni siquiera por imperativo legal y años después de que Garzón descargara al acusado, dejaron de presentarlo como terrorista.

Si la misma cobertura que emplean los medios para informarnos de la desarticulación de tramas terroristas la dedicaran, pasada la euforia, a ilustrarnos con los resultados, sabríamos que el caso de Mardini es una constante.

La ola de detenidos que acompañó en Londres la desarticulación de un supuesto plan para hacer estallar en vuelo diez aviones comerciales, en agosto del 2006, casualmente, al mismo tiempo en que Israel destruía El Líbano, tuvo repercusiones en todas partes: en Francia, en Paquistán, en Afganistán, en Italia… cientos de detenidos. De hecho, no hay acontecimiento social de importancia que se celebre en el mundo que no venga precedido de la desarticulación de más y más células terroristas de Al Qaeda. Ya casi es tradición que semanas antes de que se celebre un campeonato del mundo de fútbol, sea Francia o Alemania, lleguen noticias de redadas que pongan a buen recaudo a cientos de peligrosos árabes planificando espantos, y no hay cumbre mundial, así sea política o económica, que no se cobre antes la detención de algunos centenares de terroristas islámicos dispuestos a inmolarse.

Por si no fuera suficiente, los medios de comunicación, tan parcos a veces, otras tan exhaustivos, también informan los nombres de las ciudades más expuestas a padecer el terror, tanto como callan los nombres de aquellas ciudades y países que ya lo padecen. Hasta nos anticipan los lugares con más posibilidades de ser blanco de las bombas.

Además de la coincidencia general en la mayoría de las redes desarticuladas de no encontrarles la policía más armas o explosivos que los clásicos “móviles, ordenadores, documentación y dinero”, otra constante llama la atención en la redacción de todas esas informaciones que uno nunca sabe si son partes de guerra reconvertidos en noticias o noticias transformadas en partes de guerra: “los planes estaban en su etapa inicial aunque ya habían madurado lo suficiente” y cito textualmente al FBI luego de que en julio del 2006 desarticulara una red compuesta por ocho terroristas que se proponía atentar contra la red de transporte en Nueva York. En la misma declaración, el FBI reconocía que “ninguno de los implicados ha estado o está en Estados Unidos”, circunstancia que, en el mejor de los casos, mueve a asombro. Esos “planes iniciales que ya habían madurado”, en su contradictoria exposición, son los mismos que alegaba el ministro español Pérez Rubalcaba en el caso de los detenidos en Ceuta: “el grupo no tenía objetivos marcados aunque se planteaba pasar a la acción”; y semejantes, aunque invertidos, a los del caso de Londres. Si la policía inglesa anunciaba el primer día que el “plan estaba bien avanzado y ha sido interceptado en su fase final”, el ministro inglés John Reid declaraba días después que se “está en la primera fase de una larga investigación”.

Naturalmente, y como suele ser costumbre, “no se informa de más detalles al respecto para no obstaculizar las investigaciones.

La desarticulación en abril del pasado año de una red terrorista en Arabia Saudí con sus 172 socios y abonados, reveló, por ejemplo, que la mayoría eran nigerianos y yemeníes, que algunos eran de Al Qaeda, y que habían recibido instrucciones sobre pilotaje de aviones fuera de Arabia Saudí, pero se reservaban otras informaciones para no obstaculizar las investigaciones. El mismo argumento serviría a las autoridades y medios italianos para, tres meses más tarde, luego de desarticular una red que entrenaba terroristas en una mezquita italiana, limitarse a revelar que “hemos descubierto una verdadera escuela del terror”. También se agregó a la información el habitual interés de los detenidos en pilotar Boeing 747 y manejar sustancias químicas. Las mismas, tal vez, que la policía británica había encontrado en julio de este año en poder de un afgano y un somalí en Londres, cuando investigaba un asunto relacionado con el narcotráfico, y que adelantaba era “peróxido de hidrógeno” aunque todavía se estaba “analizando” la sustancia. Seguimos a la espera de que policías y medios confirmen el análisis de la sustancia.

Otra de las comunes coincidencias en este tipo de denuncias lo supone la grandilocuencia, el tremendismo, con que se informa de la amenaza. Lógicamente, cuanto más graves pudieron ser las consecuencias del atentado que nunca ocurrió, mayor alivio van a encontrar los afectados que nunca lo fueron.

Para la policía italiana, en el caso que citara más arriba, la mezquita se había convertido en una “verdadera escuela del terror”. ¿Cómo calificar entonces la cárcel de Abu Ghraib en Iraq, o la de Guantánamo? El responsable de Scotland Yard, aludiendo al supuesto atentado frustrado en Londres contra diez aviones comerciales, hablaba de “asesinato masivo de un nivel incalculable”. Las posibles víctimas del atentado, sin embargo, al margen del lógico dolor e indignación, eran perfectamente calculables. Hubiera bastado sumar el número de pasajeros para obtener el número de víctimas. Y habríamos sabido sus nombres, sus historias, sus nacionalidades, hasta el destino de su última llamada por su móvil. Lo que sí resulta incalculable es el número de iraquíes muertos desde que Estados Unidos y Europa se dieron a la tarea de “liberarlos” de su dictador. Se ha hablado de medio millón de muertos, de un millón, de cientos de miles de “fantasmas” sin identidad que, todavía, siguen muriendo en ese y en otros países sometidos a la misma democrática terapia occidental.

La fiscal del distrito Este de Nueva York, Roslynn Mauskopf, luego de que a principios de este año fueran detenidos en Nueva York tres alegados terroristas de Guayana y uno de Trinidad y Tobago acusados de intentar volar con explosivos que, por cierto, todavía no tenían, la red de conductos de gasolina que abastece a los aviones del aeropuerto John F. Kennedy, indicó que se trata de uno de los "complots más escalofriantes imaginables", aunque aclaró que durante el tiempo en que se han llevado a cabo las investigaciones "nunca ha estado en peligro la seguridad aérea ni la de los pasajeros". "La destrucción que hubiera causado si se llega a producir, es inimaginable".

Lo que sí resulta inimaginable es la destrucción causada en Iraq de la que se duda pueda, alguna vez, volver a ser una nación.

Una vez los medios han dado amplia cobertura al frustrado atentado con su correspondiente secuela de detenciones, poco importa que en los siguientes días se desnaturalice el atentado y los sanguinarios terroristas acaben convertidos en trabajadores de la limpieza o en simples ilegales. Ya la alarma se ha creado, que era lo que se perseguía, y el “mundo” valora y respalda la labor de sus gobiernos y sus medios de comunicación en su labor de preservar su seguridad.

Obviamente, si aceptamos que haya guerras preventivas, no hay razón para oponerse a arrestos y desarticulaciones preventivas. Por ello los esfuerzos de gente como Peter Clarke, jefe de la brigada antiterrorista inglesa, que no tuvo empacho en reconocer la vigilancia a que somete a “miles” de ciudadanos de su país, “sospechosos de actividades terroristas directa o indirectamente”. Las sospechas, también, pueden ser preventivas, tanto como las noticias.

Entre las miles de personas, la mayoría de origen árabe, que han sido detenidas y presentadas por los medios de comunicación como diabólicos terroristas dispuestos a matar y morir, el caso de Richard Reid siempre me ha parecido uno de los más llamativos. Y lo digo porque hasta entonces había creído que los malos, aún siendo perversos, podían disfrutar de algunas virtudes comunes a otras personas, como ser elegantes, inteligentes o, por ejemplo, resultar atractivos, pero después de observar muy brevemente el rostro, que no es conveniente solazarse en sus facciones, del individuo de Sri Lanka que hace siete años pretendió sin éxito provocar una explosión en un avión que iba de París a Miami, me sentí en la necesidad de corregirme y aceptar que hay malos que, además, también son feos, incluso, imbéciles, casi tanto como los medios de comunicación que nos brindaron la noticia. El tal Reid, con los zapatos repletos de explosivos, había llegado al aeropuerto de París sin otro equipaje que un rostro inolvidable, cargado de presagios y muecas. En su afán por pasar desapercibido y dado que su cara, como debió ocurrir, no sirvió para que le negaran el boleto y ahí mismo lo arrestaran, (si no me cree le invito a que entre en cualquier buscador de Internet y solicite la imagen de Richard Reid) el terrorista se dedicó a insultar y a ofender a otros viajeros y a empleados de la línea aérea, sin lograr hacerse notar. Días antes, dedicado a los mismos afanes y en el mismo aeropuerto, había logrado, finalmente, según leía en la prensa, que le retuvieran por unos minutos el pasaporte británico que portaba, ya que además de ser falso también lo parecía, con lo que acabó por perder el vuelo, pero había regresado al aeropuerto decidido a embarcar rumbo a Miami sin cambiarse ni de zapatos, ni de pasaporte, ni de cara. Por más discusiones y pleitos que volvió a originar nadie impidió esta vez que el irascible sujeto fuera atravesando todos los rigurosos controles antiterroristas hasta ocupar su asiento en el avión. Ya que no disponía de un letrero de neón en la cabeza, de esos que se encienden y apagan, con la leyenda: "soy un terrorista", ni tampoco echaba espumarajos por la boca, se dedicó, según dicen los cables noticiosos, a protagonizar algunas malsonantes broncas con otros pasajeros, hasta que harto de mirarse en el espejo y verse, se decidió a extraer, a la vista de todos, los cables de su zapato para provocar la redentora explosión. Tampoco nadie pareció advertir entonces sus quehaceres manipulando cables en su asiento, lo que parece ser muy común en cualquier vuelo. Desgraciadamente, no había tenido la precaución de llevarse unas cerillas escondidas en el otro zapato y, como siempre, haciendo gala de un tacto exquisito, de fino y experimentado terrorista, llamó a gritos a la azafata para que le suministrara un encendedor. Craso error el suyo porque ahí fue que la azafata comprendió que se trataba de uno de esos desalmados fumadores y le cayó arriba secundada por los demás pasajeros. Al registrarle los zapatos, ya reducido y golpeado en el suelo, en busca de la cajetilla de cigarrillos, se encontraron con los explosivos y se detuvo al terrorista.

Los medios colaboran con los gobiernos amplificando el terror y los terroristas para que la ciudadanía no tenga la menor duda de la magnitud de la amenaza que se cierne sobre ella y la necesidad de que la amparen esos gobiernos y la mantengan informada esos medios de comunicación.

Es así que, en todos estos años, el principal problema que dicen tener los españoles es el terrorismo, cuando hasta el montañismo, uno de los deportes más hermosos y sanos que existen, mata más y mejor.

Pero una población que es capaz de creerse la virtual amenaza e ignorar la real consecuencia, puede creerse cualquier cosa.

Un informe de 16 agencias de los servicios secretos estadounidenses, desclasificado, en parte, a principios del 2008, revelaba que “Estados Unidos afrontará una amenaza terrorista persistente y en evolución, aun cuando no hay indicios creíbles de peligro inminente”. Lo enfatizaba el titular del Departamento Nacional de Inteligencia, Mike McConnell: “La primera y principal evaluación de inteligencia nacional es que hay y habrá amenazas terroristas persistentes y en evolución”. Lo que más parece un parte meteorológico, se resumía en un dato escalofriante por su crudeza y precisión, obtenido no se sabe como y que, en este caso, divulgarlo no obstaculiza las investigaciones: “El objetivo de Al Qaeda, basado en creencias religiosas del Islam, es matar a cuatro millones de estadounidenses…”.

El 16 de junio del 2004, Johan Galtung, experto noruego en negociaciones de paz, profesor de la Universidad Europea de la Paz, de Estudios de la Paz de la Universidad de Hawai y de otros centros universitarios, declaró en un seminario sobre terrorismo en el Escenario de la Haima, en España: “Estados Unidos, desde la segunda guerra mundial ha realizado 70 intervenciones militares que han causado la muerte de entre 12 y 16 millones de personas, el 95% de las cuales eran civiles. Hitler ocasionó la muerte de 11 millones de personas. No hay duda que el principal terrorista del mundo actual está en Washington”.

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La justicia no encontró agentes de Al-Qaeda en Europa

viernes, 22 de mayo de 2009

Nuestro hombre en Bilderberg


Blog irónico del enviado de The Guardian a la caza de la cábala más poderosa del mundo

Charlie Skelton
Guardian co.uk
22-05-2009

No sé exactamente por qué voy en un vuelo a Atenas, excepto que parece ser la mejor cosa que podía haber hecho. Voy volando en un capricho de último minuto para merodear alrededor de una conferencia que puede, o no, tener lugar y a la cual no he sido invitado. No han invitado a ninguno de vosotros.

No habréis leído al respecto. No habréis visto una lista de invitados, no veréis fotografías del evento. No sucede. No existe. Voy volando a Atenas sin motivo alguno. A pasar unas vacaciones que no me merezco y que en realidad no me puedo permitir. Tal vez a cogerme una insolación, a intoxicarme con comida, y volver a casa. No tiene sentido.

A menos, claro está, que los rumores sean verdad. A menos, como dice alguna gente, que este fin de semana tenga lugar la reunión del grupo Bilderberg . La alineación anual de las estrellas distantes que conforman nuestro destino. Un largo fin de semana en un hotel de lujo, donde la élite mundial se junta para darse las manos, brindar, ajustar en detalle su agenda global y reñir por quién obtiene las mejores tumbonas. Supongo que Henry Kissinger trae las suyas, las envía por helicóptero y las protege durante las veinticuatro horas un equipo especial de la CIA. Capitanes de compañías petroleras, magnates de los medios, la Reina de Holanda y Peter Mandelson. Probablemente Ben Bernanke, posiblemente David Cameron. Políticos y financistas de los cinco rincones del globo (no dejéis que os digan que son cuatro). Y yo.

Llegué anoche, al amparo de la oscuridad. Dije al taxista que se detuviera a 50 metros del hotel. Preguntó por qué. No le pude decir que era para poder cubrir la entrada a la busca de lentes del FBI. Simplemente murmuré que no podía explicárselo. Sus ojos se iluminaron. “¡Ahá!” “¡Ya veo!” “¡Ya sé!” ¿Qué sabía? ¿Y quién es ese que nos sigue? Un hombre en un BMW. Definitivamente, un espía.

Ya ves de qué se trata.

El conductor me deja en un rincón oscuro de la Riviera Ateniense, me da una palmadita en la espalda y dice: "¿Quieres fumar un poco de hierba?” Declino. No puedo dejar que se duerman mis sentidos. Voy a toda prisa al hotel, mirando los coches aparcados, buscando furgones con vidrios polarizados. No hay ninguno. En la recepción parecen haber perdido mi reserva (¡los tentáculos de Bilderberg llegan lejos!) pero finalmente me registran, subo, desempaco, me ducho, bajo, salgo, miro al otro lado de la calle y me doy cuenta que me apresuré a ir al hotel equivocado. Y soy el que se enfrenta a Bilderberg.

Una embarazosa hora más tarde, vuelvo a salir del hotel correcto, determinado a encontrar el sitio en el que dicen que tiene lugar la reunión de Bilderberg. A sacar alguna tempranas fotos, ver tal vez la llegada de Hillary Clinton. Aunque me bastaría Ken Clarke. Se hace tarde. Hay algunos haciendo jogging. ¿FBI? ¿Servicio secreto? Casi seguro. Sigo caminando con determinación Después de media hora me doy cuenta de que di la vuelta equivocada al salir del hotel y que voy caminando por una línea costera desierta hacia Atenas. Vuelvo a la cama. Otra noche tranquila para Bilderberg.

En el desayuno, un hombre robusto con antebrazos peludos se sienta frente a mí y manipula su teléfono móvil. Definitivamente un espía. Se come un huevo duro y me mira mientras lucho con mis Coco Pops. Mi primer descubrimiento del día es descubrir lo que pasa a los Coco Pops cuando los dejan durante una década en un plato de presentación griego. Se convierten en gravilla.

El espía se va primero. Obtuvo lo que quería: una foto de mi persona, tomada furtivamente con su teléfono y enviada a Quantico en Virginia. Y un huevo duro.

Texto completo aquí

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jueves, 21 de mayo de 2009

Experto de la OMS:En la gripe A hay mezclados intereses de salud y económicos

Virginia Hebrero
EFE
20/5/2009

El experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Germán Velásquez considera que en la crisis de la gripe A se mezclan intereses de salud con otros de tipo económico y político que llevan a que se esté "exagerando" de algún modo la prevención.

"Estamos ante un fenómeno en que hay una serie de intereses: los específicos, puros y netos de salud pública que debemos defender desde aquí, pero que se mezclan y a veces se enredan a nivel global o nacional con intereses que también son comerciales", afirma en una entrevista con Efe Velásquez, director del secretariado de Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual de la OMS.


El alto funcionario colombiano no duda en asegurar que "estamos hablando de la gallina de los huevos de oro, la fabricación de medicamentos o vacunas a volúmenes gigantescos", cuando se le pregunta por los planes que la OMS está estudiando con la industria farmacéutica de cara a una posible pandemia de gripe A.

A ello se suman, añade, "la prensa, que hace un muy buen trabajo, pero cuyas primeras páginas con noticias alarmantes hacen subir las ventas o aumentar la audiencia, e intereses de tipo político, por ejemplo para ocultar problemas como la crisis financiera".

El experto recuerda que sólo por la gripe estacional en EEUU hay 30.000 muertos al año, "y si hacemos ese mismo paralelismo con la gripe A en las tres semanas que llevamos ya habría 1.200 muertos", y en Europa 25.000.

"Esta es una gripe bastante benigna y con poco riesgo de muerte (...) Hay que tener cuidado para que al mezclarse todos esos intereses no se cree pánico, que no le interesa a nadie porque puede traducirse en problemas económicos, como se ha visto en el caso de México con el turismo".

Durante la Asamblea Mundial de la Salud que se celebra esta semana en Ginebra, la OMS ha dado marcha atrás en sus planes de elevar el nivel de alerta pandémica a la fase 6 y la ha mantenido en la 5, debido a los llamamientos de numerosos países.

Velásquez recuerda que "la OMS está al servicio de los países, y éstos han hecho un llamamiento de moderación, e incluso algunos han preguntado la justificación (que hubo) para pasar de la fase 4 a la 5, dando a entender que les parecía que no estaba totalmente claro".

"En los países en desarrollo hay que hacer un equilibrio muy complejo entre cuánto se gasta en esta enfermedad y cuánto en otras como el sida, la malaria o el dengue. Es un problema ético muy grave y cada país debe ver cuáles son sus prioridades", señala.

"Un país que no está cubriendo más que a la mitad de enfermos de sida -agrega- debería preguntarse dos veces si va a hacer compras de medicamentos para un stock contra una epidemia que no ha llegado".

Y más aún, Velásquez subraya que "no está comprobado clínicamente que el oseltamivir (el principio del Tamiflú) sea eficaz contra la nueva gripe. Se ha visto que hay alguna sensibilidad en vitro. Pero la eficacia clínica no la conocemos todavía".

"Sabemos -precisa- que es eficaz para la gripe estacional, que rebaja los síntomas, que haya menos segregación nasal, estornudos, y así también se rebaja el contagio. En realidad acorta la duración de la enfermedad entre 8 y 12 horas".


Ante las cifras que se barajan sobre una posible producción de vacunas -hasta 5.000 millones según un grupo asesor de la OMS-, el experto insiste en que "se trata de algo gigantesco que no se ha visto en la historia del mercado de medicamentos".

Pero añade que una cosa es extrapolar cuántas vacunas se necesitarían y otra es cuantos países van a tener fondos para comprarlas, antes de señalar que le parece muy prematuro pensar en vacunar a la población mundial: "Aún en la gripe estacional, que está matando a muchísimas personas, las recomendaciones son vacunar a la gente de alto riesgo, de mucha edad o con problemas cardiacos".

El responsable de la OMS también apunta que "habría que ver hacia dónde va a mutar el virus. Si sigue como ahora y no se hace más severo, yo no creo que estemos hablando de vacunar a todo el mundo".

Y deja claro que "tantas posibilidades hay de que se agudice como de que se vuelva más benigno e incluso que desaparezca", antes de hacer un llamamiento a la prudencia:

"Hay que ser muy cuidadosos. Un responsable de un país de América Latina hacía estimaciones de 7 millones de muertes allí, y cuando la crisis de la gripe aviar desde la propia OMS se habló de 150 millones de muertes".

(Extraído de www.adn.es)

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Mentiras políticas y desinformación mediática en relación a la pandemia de gripe porcina

Enlace al excelente blog del periodista Miguel Jara, muy crítico con la industria farmacéutica
migueljara.wordpress.com


Documental El Poder de las Farmacéuticas

lunes, 18 de mayo de 2009

El caso de la bomba termonuclear desaparecida


EE.UU. casi lanzó hace cincuenta años una bomba H sobre su propio territorio

Jeffrey St. Clair
CounterPunch
18/5/2009

Las cosas se pierden. Así es la vida. Incluso en el Pentágono. En octubre pasado, el inspector general del Pentágono informó que los contadores de las fuerzas armadas habían traspapelado un destructor, varios tanques y transportes blindados de personal, cientos de ametralladoras, balas, lanzagranadas y algunos misiles tierra-aire. En total, desertó armamento por un valor de casi 8.000 millones de dólares.

Esas anomalías son bastante malas. Pero lo que es verdaderamente escalofriante es que el Pentágono haya perdido la pista de la madre de todas las armas, la bomba de hidrógeno. El arma termonuclear, concebida para incinerar Moscú, ha estado por ahí en algún sitio frente a la costa de Savannah, Georgia durante los últimos 40 años. La Fuerza Aérea hizo más por ocultar el incidente que por ubicar la bomba y asegurarla.

En la noche del 5 de febrero de 1958 un bombardero B-47 Stratojet que llevaba una bomba de hidrógeno en un vuelo nocturno de entrenamiento frente a la costa de Georgia chocó con una caza F-86 a 11.000 metros de altura. La colisión destruyó al caza, dañó gravemente un ala del bombardeo y desencajó parcialmente uno de sus motores. Instruyeron al piloto del bombardero, mayor Howard Richardson, para que se deshiciera de la bomba H antes de intentar un aterrizaje. Richardson lanzó la bomba a las aguas poco profundas de Wassaw Slough, cerca de la desembocadura del río Savannah, a unos pocos kilómetros de la ciudad Tybee Island, donde pensaba que la bomba sería recuperada rápidamente.

El Pentágono registró el incidente en un memorando de máximo secreto al presidente de la Comisión de Energía Atómica [AEC]. El memorando ha sido parcialmente desclasificado: “Un avión B-47 con un arma nuclear [palabra eliminada] a bordo fue dañado en una colisión con un avión F-86 cerca de Sylvania, Georgia, el 5 de febrero de 1958. El avión B-47 intentó aterrizar tres veces sin éxito con la bomba. El arma fue entonces descargada visualmente sobre la desembocadura del río Savannah. No se observó una detonación.”

Equipos de búsqueda y rescate fueron enviados rápidamente al lugar. Warsaw Sound fue misteriosamente acordonada por soldados de la Fuerza Aérea. Durante seis semanas, la Fuerza Aérea buscó sin éxito la bomba. Buzos submarinos buscaron en la profundidad, los soldados pisotearon las salinas cercanas, y un dirigible sobrevoló el área tratando de encontrar un agujero o un cráter en la playa o el pantano. Luego, sólo un mes después, la búsqueda fue abruptamente detenida. La Fuerza Aérea envió sus fuerzas a Florence, South Carolina, donde otra bomba H había sido accidentalmente arrojada por un B-47. Los 90 kilos de TNT estallaron en el impacto, dispersando desechos radioactivos por el área. La explosión causó considerables daños a la propiedad y varios heridos en tierra. Por suerte, la bomba nuclear propiamente tal no detonó.

Los equipos de búsqueda nunca volvieron a Tybee Island, y el asunto de la bomba H desaparecida fue discretamente encubierto. El fin de la búsqueda fue señalado en un memorando parcialmente desclasificado del Pentágono a la AEC, en el cual la Fuerza Aérea solicitó cortésmente una nueva bomba H para reemplazar la que había perdido. “La búsqueda de esa arma fue discontinuada el 16 de abril de 1958 y se considera que el arma ha sido irremediablemente perdida. Se solicita que un arma [frase eliminada] sea puesta a disposición del Departamento de Defensa para reemplazarla.”


Era un problema de envergadura, por cierto, y el Pentágono lo sabía. Sólo en los primeros tres meses de 1958, la Fuerza Aérea tuvo tres accidentes de importancia que tuvieron que ver con bombas H. (Desde 1945, EE.UU. ha perdido 11 armas nucleares.) La bomba de Tybee Island siguió siendo una amenaza, como reconoció la AEC en un memorando confidencial del 10 de junio de 1958 al Congreso: “Existe la posibilidad de descubrimiento accidental del arma no recuperada mediante dragado o construcción en el área de probable impacto… Se ha solicitado al Departamento de Defensa que monitoree todas las operaciones de dragado y de construcción.”

Artículo completo, aquí

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viernes, 15 de mayo de 2009

¿Dirigió el nuevo máximo general de EE.UU. en Afganistán la sección de asesinatos de Cheney?


Muriel Kane
Raw Story/ICH
15/5/2009

El martes se informó que el teniente general Stanley McChrystal se hará cargo del comando de las fuerzas de EE.UU. en Afganistán, a la espera de la aprobación por el Senado.

McChrystal es actualmente director del personal del Estado Mayor Conjunto, pero desde septiembre de 2003 hasta agosto de 2008, dirigió el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC), que supervisa a unidades de elite como la Fuerza Delta del Ejército y los SEAL de la Armada.

El famoso periodista investigador Seymour Hersh describió recientemente al JSOC como un “ala ejecutiva de asesinato” controlada durante muchos años por la oficina del ex vicepresidente Dick Cheney.

Hablando ante un público en la Universidad de Minnesota en marzo, Hersh calificó al JSOC de “un ala especial de nuestra comunidad de operaciones especiales que ha sido establecida independientemente… No dependen de nadie, excepto en los días de Bush-Cheney, cuando dependían directamente de la oficina de Cheney… el Congreso no lo supervisa… Es esencialmente un equipo de asesinato ejecutivo, y sigue y sigue adelante.

Aunque en su época no se informó ampliamente sobre las actividades de McChrystal en el JSOC, Newsweek publicó un breve artículo sobre su persona en junio de 2006:

Nadie habría mencionado para nada su nombre si el presidente George W. Bush no lo hubiera destacado en público. El teniente general Stanley McChrystal, salido de West Point en 1976, no es una persona sobre la cual el Ejército guste de hablar. Ni siquiera aparece en la guía telefónica de Fort Bragg, Carolina del Norte, su base de operaciones. No es que McChrystal haya hecho algo malo – al contrario, es una de las estrellas ascendientes del Ejército – es porque dirige la fuerza más secreta de las fuerzas armadas de EE.UU. Es el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, los sujetos de ‘operaciones ocultas’ que comen serpientes, degüellan, que capturaron a Sadam Husein y atacaron a Abu Mussab al-Zarqaui.

JSOC forma parte de aquello a lo que el vicepresidente Dick Cheney se refería cuando dijo que EE.UU. tendría que “trabajar el lado oscuro” después del 11-S. Para muchos críticos, la observación del vice en 2001 impulsó su reputación como el Darth Vader de la guerra contra el terror y auguró lo malo que vendría, como los abusos en los interrogatorios en Abu Ghraib y en Guantánamo. Pero EE.UU. también tuvo su parte de Caballeros Jedi que combatían en lo que Cheney llama “las sombras.” Y McChrystal, un afable pero duro Ranger del Ejército, y la Fuerza Delta y los otros equipos de élite que comanda están entre ellos…

Rumsfeld está especialmente enamorado de las fuerzas de “acción directa” o así llamadas SMU – Unidades de Misiones Especiales de McChrystal – cuya tarea es matar o capturar a sujetos malvados, dicen fuentes del Pentágono dispuestas a hablar sobre Operaciones Especiales sólo bajo condición de anonimato. Pero los críticos dicen que el Pentágono está prestando poca atención al lado de “mentes y corazón” de Operaciones Especiales que es crítico para la contrainsurgencia – como ser entrenar a ejércitos extranjeros y tener contactos con la gente del lugar.

Sin embargo, es posible que McChrystal, no sea un caballero tan blanco como lo presenta Newsweek. Una impresión mucho menos halagadora de su persona la presenta un artículo de Esquire que apareció al mismo tiempo que el de Newsweek. Ese artículo detalla revelaciones de un interrogador militar, “Jeff,” sobre el uso de la tortura “en un campo secreto utilizado por la Fuerza de Tareas 121, el máximo equipo de Operaciones Especiales, la punta de titanio de elite en la lanza de Donald Rumsfeld".

Era cosa de orgullo que la Cruz Roja nunca pudiera cruzar la puerta, dice Jeff. Es importante, porque desafiaba las Convenciones de Ginebra que exigen que la Cruz Roja tenga acceso a prisiones militares. “Una vez, alguien lo mencionó al coronel: ‘¿Los dejarán entrar algún día?’ Y él dijo, en ningún caso. Se lo habían dicho directamente el general McChrystal y el Pentágono que de ninguna manera podía entrar la Cruz Roja – no tienen acceso y nunca lo tendrán. Esta instalación está completamente cerrada para cualquiera que investigue, incluso investigadores del Ejército”.


En vista de la historia de la Fuerza de Tareas 121, fue una promesa notable. Formada en el verano de 2003, llegó rápidamente a una triste notoriedad. En agosto la CIA ya había ordenado a sus agentes que evitaran Camp Nama. Luego dos iraquíes murieron después de encuentros con Seals de la Armada de la Fuerza de Tareas 121 – uno en Abu Ghraib y otro en Mosul – y una investigación por un coronel en retiro del Ejército llamado Stuart Herrington, de la que se habló por primera vez en The Washington Post, encontró evidencia de palizas generalizadas. “Todos lo saben,” dijo un agente de la Fuerza de Tareas a Herrington. Seis meses después, dos agentes del FBI plantearon inquietudes sobre marcas de quemaduras sospechosas y otras señales de tratamiento brutal. Luego el jefe de la Agencia de Inteligencia de la Defensa informó que sus hombres habían visto evidencia de prisioneros con marcas de quemaduras y magulladuras y que una vez vieron a un miembro de la Fuerza de Tareas “golpeando al prisionero en la cara hasta el punto que el individuo necesitó atención médica”.

Fred Kaplan en Slate y Andrew Sullivan en The Daily Dish también han señalado la participación de la Fuerza de Tareas 121 en brutales interrogatorios y la aparente protección de los abusos por el general McChrystal.

(Extraído de www.rebelion.org)

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Lo individual no quita lo masivo

martes, 12 de mayo de 2009

Ataque al USS Liberty

8/4/2009

El 8 de Junio de 1967, mientras se desarrollaba el cuarto día en la Guerra de los Seis Días el buque de inteligencia electrónica norteamericano USS Liberty que se encontraba destinado en el Mediterráneo fue atacado por aviones de combate Mirage y Mystere, así como por torpederos israelíes mientras se encontraba en aguas internacionales al norte de la Península del Sinaí, aproximadamente a 25.5 millas náuticas (47.2 Km) al noroeste de la ciudad egipcia de Arish.

En este ataque combinado, en el que además se ametrallaron las lanchas salvavidas en las que los supervivientes intentaban huir, murieron 34 marineros, 170 resultaron heridos, resultando el USS Liberty seriamente dañado.

Mientras se desarrollaba la operación, todas las antenas de comunicación del barco fueron destruidas, así que la llamada de ayuda tardó en emitirse. Tras 10 minutos de intentos, por fin se pudo hacer, y el portaaviones USS. Saratoga envió cuatro cazas en apoyo del USS Liberty . Cuando en Washington se supo que el ataque en vez de provenir de fuerzas egipcias provenía de la IDF el por entonces Secretario de Defensa Robert McNamara les ordeno regresar.

Poco después de terminar el ataque, el IDF informó a los EEUU que todo se había debido a una desafortunada cadena de errores en su cuadro de mando, que anteriormente se había requerido a la armada americana información sobre la presencia de sus buques en la zona, y no se había informado sobre el USS Liberty.

El error, según se dijo entonces, consistió en confundir dicha nave con el destructor egipcio “El Quseir”


Se concluyo en que no había motivo para atacar a un aliado de Israel, que todo se debió a la tensa atmósfera que se respiraba en la Guerra de los Seis Días, y que aunque un ataque sobre las fuerzas armadas de una nación amiga es un acontecimiento doloroso y no deseable, los incidentes de este tipo ocurrían desgraciadamente en las guerras. Las autoridades norteamericanas afirmaron que aunque el USS Liberty se encontraba en aguas internacionales se le había ordenado internarse aún más, pero que lamentablemente problemas de comunicaciones hicieron que el mensaje llegara después del ataque.

En cambio hay quien afirma que el ataque fue premeditado, y se exponen algunas razones que al menos dejan hacen meditar sobre ello:

Se afirma que varios aviones (supuestamente israelíes) volaron sobre él a intervalos regulares, y algunos a baja altura. El buque americano tenía el doble de tamaño que “El Quseir”, y a 30m sobre su puente hondeaba la bandera norteamericana. Además sobre su casco llevaba impresos caracteres latinos, no árabes. Además con todo el armamento con que contaba, consistía en 4 ametralladoras de calibre .50 para defenderse en caso de ataque de naves piratas.

Los defensores de este planteamiento además de los marineros supervivientes, fueron los antiguos funcionarios del gobierno americano como el antiguo director de la CIA, Richard Helms, el por entonces secretario de Estado Dean Rusk, y el Almirante Thomas Hinman Moorer, Jefe de Operaciones Navales a la vez que Jefe del Estado Mayor, el cual llevó a cabo una investigación independiente en la cual se concluyó que el ataque fue deliberado.

En algunas fuentes se afirma que se pensaba que el USS Liberty se estaba interceptando las comunicaciones israelíes y que dado que la toma de los altos del Golam era inminente, no se quería que los topos rusos infiltrados en la CIA informasen a su país sobre esta circunstancia, ya que se temía una rápida ayuda soviética a Siria.

En otras se sostiene que todo fue realizado para que no se supiera de la responsabilidad hebrea en una matanza de presos egipcios ocurrida en la Península del Sinaí. Fosas descubiertas en 1995 y noticia difundida por la CNN, el New York Times y otros medios.

También se especula con que el intento de hundimiento respondía a culpar a los egipcios y así involucrar a los EEUU en la guerra.

Cuando se comprobó que el barco era americano, los torpederos regresaron para ofrecer ayuda, la cual fue rechazada por la tripulación el USS Liberty. Una vez que la embajada en Tel-Aviv tuvo informe del incidente, el agregado naval voló en helicóptero hasta la zona y escoltado por unidades de la 6ª Flota se tomó rumbo a Malta, donde se le sometió a reparaciones.

Allí se contabilizaron más de 800 impactos en el casco y un gran agujero causado por uno de los torpedos, el cual sesgó la vida de muchos hombres.


La administración Johnson no rebatió públicamente el motivo aducido por las autoridades hebreas, y se dijo que efectivamente se había tratado de un error desastroso. Pero los documentos internos obtenidos por la “Lyndon B. Johnson Presidential Library” demostraron que dicha explicación no fue creída.

Aún así, ambos gobiernos emitieron informes en los que se concluía que se trató de un error trágico, causado por un fallo de identificación. Estas conclusiones acentuaron la polémica y algunos veteranos y funcionarios de inteligencia que estuvieron implicados en el incidente, expusieron sus quejas, ya que se trató del único incidente de este tipo en la historia americana no investigado por el Congreso.

En Mayo de 1968, Israel pagó 3,323,500 $ a las familias de los 34 hombres fallecidos en el ataque, en Marzo de 1969 abonó 3,566,457 $ como compensación a los heridos, y el 18 de Diciembre de 1980 la cantidad abonada fue de 6,000,000 $ por los daños materiales ocasionados al USS Liberty.

El 17 de Diciembre de 1987, la cuestión quedó oficialmente cerrada por ambos gobiernos.

(Extraído de laultimabatalla.wordpress.com)

Galería de fotos

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Extracto de Terrorstorm sobre el ataque al USS Liberty

viernes, 8 de mayo de 2009

Afganistán: poner fin a la ocupación

La Jornada
7/5/2009

Un ataque aéreo de las fuerzas de ocupación europeas y estadounidenses en la provincia occidental de Farah, en Afganistán, lanzado en contra de insurgentes talibanes entre el lunes y el martes, dejó como saldo decenas de civiles muertos y un número indeterminado de heridos, según lo informó el Comité Internacional de la Cruz Roja y lo confirmaron posteriormente las autoridades de la nación centroasiática. La titular del Departamento de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, señaló ayer que lamentaba profundamente estas muertes y aseguró que se llevarán a cabo las investigaciones correspondientes para determinar las responsabilidades en torno a estos sucesos. Por su parte, el mandatario estadounidense, Barack Obama, luego de una reunión en Washington con sus homólogos de Pakistán, Asif Zardari, y de Afganistán, Hamid Karzai, señaló que su gobierno realizará todos los esfuerzos posibles para evitar bajas civiles en la lucha en contra del integrismo sunita.

No bastan las disculpas. La masacre de civiles de esta semana es sólo una más entre muchas de las que han perpetrado las fuerzas ocupantes en la infortunada nación centroasiática, y exhibe de nueva cuenta lo insostenible de la presencia militar que las fuerzas occidentales, encabezadas por Estados Unidos, mantienen en Afganistán desde hace casi ocho años. A lo que puede verse, el gobierno de Barack Obama, si bien ha impreso un giro perceptible en la política exterior de Estados Unidos, ha decidido preservar la incursión militar de su país en suelo afgano, al parecer como una concesión a los halcones de Washington, a los sectores más conservadores e imperialistas de la sociedad estadounidense y a los representantes del complejo militar-industrial de ese país, el cual constituye, cabe recordarlo, un importante poder fáctico en la nación vecina.

La invasión que Estados Unidos y sus aliados mantienen en Afganistán desde octubre de 2001 es un atropello colonialista similar al cometido en Irak; pero, a diferencia de la aventura bélica que el gobierno de George W. Bush emprendió en contra del régimen de Saddam Hussein en 2003, y que enfrentó, desde un principio, la desaprobación de la comunidad internacional y muestras masivas de repudio de la opinión pública, la ocupación del país centroasiático se efectuó sin gran oposición aparente e incluso gozó de cierta legitimidad por el respaldo de la ONU y de la OTAN, y por los probados vínculos entre el régimen talibán –hoy depuesto– y la red terrorista Al Qaeda, organización que, de acuerdo con la información disponible, planeó y ejecutó los atentados del 11 de septiembre en Washington y Nueva York.

No obstante estas consideraciones, la presencia militar estadounidense en suelo afgano constituye una agresión criminal e injustificable que ha significado cuotas adicionales de sufrimiento y zozobra para la población de ese país. Por añadidura, lejos de lograr la pacificación y la normalización de la vida institucional de Afganistán, la ocupación ha agudizado los problemas que enfrenta esa nación desde hace décadas: en los pasados ocho años se ha acentuado la violencia tribal interna, se ha disparado la producción de amapola –planta de donde se obtienen opio y heroína– y no se ha contrarrestado en forma significativa, para colmo, el fundamentalismo imperante en la sociedad afgana: baste mencionar, como botón de muestra, el entorno de violencia, discriminación y maltrato que continúan enfrentando las mujeres en ese país con el consentimiento de la población y del propio gobierno títere presidido por Hamid Karzai.


Pero lo más exasperante de la ocupación militar es la propensión de las tropas extranjeras a perpetrar masacres de población civil como la ocurrida a inicios de esta semana en la provincia de Farah. De acuerdo con la Misión de Naciones Unidas en Afganistán, tan sólo en 2008 el número de no combatientes muertos en ese país llegó a 2118, un crecimiento de 40 por ciento con respecto al año anterior. A diferencia de las matanzas de civiles inocentes ocurridas en otras partes del mundo, que tienden a ser condenadas y repudiadas, la sangría cotidiana de la nación centroasiática suele ser vista casi con normalidad, y los mandos castrenses y civiles de occidente se limitan a considerar a los muertos como bajas colaterales, y cancelan la posibilidad de fincar responsabilidad penal en contra de los autores intelectuales y materiales de esos asesinatos.


Ante estos hechos, es necesario que los gobiernos occidentales, empezando por el de Washington, entiendan que la presencia de sus tropas representa, en la circunstancia actual, un lastre fundamental para lograr la pacificación en Afganistán, que realicen las investigaciones necesarias para esclarecer y sancionar los crímenes contra la población, que emprendan a la brevedad el retiro de sus fuerzas del país centroasiático y que transfieran al ámbito civil la tarea de pacificar el territorio afgano.

(Extraído de www.jornada.unam.mx)

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martes, 5 de mayo de 2009

Colombia: desaparecen a jóvenes, para que "aparezcan" como guerrilleros muertos en combate


Javier Arjona
Kaos en la Red
26-9-2008

Usted no se lo va a creer, y no es para menos. En la locombia macondiana ocurren estas y peores barbaridades:

El gobierno premia, con dinero contante y sonante, y con ascensos inmediatos, a los militares que tienen "resultados" que mostrar.

Y se incentivan los “falsos positivos”: civiles que se eliminan, porque molestan como dirigentes agrarios, estudiantiles, religiosos, y aparecen con uniforme nuevo y asesinados. No importa que muchas veces esos uniformes sean nuevos, o que los agujeros no coincidan con los de los cuerpos...a veces, la chapuza se disimula con complicidad de los medios....a veces aparece una anciana de más de setenta años sindicada de guerrillera.

Cuando una delegación asturiana comentaba estos hechos demostrados en la Embajada española en Bogotá, respondían que sí, pero que el gobierno colombiano les había prometido que ya se acabaron estos métodos.

¿Y por qué y cómo se van a acabar si se siguen estimulando y premiando, y nunca investigando y enjuiciando a los asesinos, pese a los miles de denuncias?

En Madrid, en el Foro Social de las Migraciones en Rivas, nos enteramos de otras novedades: en varios barrios de ciudades colombianas se ha presentado otra modalidad: llegan tipos a ofrecer trabajo a jóvenes. Estos aceptan. Se los llevan al campo. Les dicen pónganse esas ropas...militares, y por diversos métodos, entre el engaño y la coacción, son obligados a disfrazarse, y de inmediato los acribillan: sus cuerpos son mostrados como guerrilleros abatidos, y reciben las oportunas compensaciones económicas.

Usted no se lo va a creer pero hay constancia incluso en el Congreso de Colombia.

La penúltima ha sido en Soacha y Ciudad Bolívar: el reporte dice que la desaparición de 11 jóvenes de Ciudad Bolívar y Soacha fue obra del ejército. Así lo reconoce el ministerio de defensa. Jóvenes que fueron presentados como 'dados de baja en combate'.

Se inaugura así una nueva modalidad: la desaparición preventiva. 11 jóvenes que quizá estaban en búsqueda de mejores oportunidades económicas. Y en esa búsqueda encontraron la muerte a manos de unas fuerzas militares que no dudan en asesinar a los colombianos para mostrar resultados de su eficiencia en lucha contrainsurgente.

Que se suman a los 13 mil muertos que denuncia la ONG Cultura Democrática: "Continúa una grave situación de violación de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario, con diversas manifestaciones, por ejemplo, en los últimos 5 años encontramos más de 13 mil homicidios cometidos que constituyen violaciones a los derechos humanos o actos de arbitrariedad en el contexto de la guerra que comprometen a las diferentes partes" aseguró Álvaro Villaraga portavoz de esa ONG.
Y a los 20.000 niños que mueren al año por consumir agua no potable... y a los 2,5 niños que no pueden ir a la escuela... y a los 147.000 víctimas del Terrorismo de Estado... y de las 10.282 personas asesinadas fuera de combate -85% cometidas por las fuerzas militares-narcoparamilitares-,... y de los 3 niños que mueren de hambre cada día...


Usted no se lo va a creer, por muchos datos que le suministren las agencias de derechos humanos, la mayoría de las cuales han sido señaladas por el presidente colombiano como aliadas de los guerrilleros.

Y si en Bruselas, la semana anterior, un Tribunal Internacional de Opinión condenó a Uribe Vélez, tal vez usted mire para otro lado, o "justifique y comprenda" la actitud del gobierno español de seguir apoyando sin reservas estas vulneraciones a derechos tan elementales como la Vida, simplemente porque a las empresas españolas les va muy bien en este régimen de terror contra la población.

Pero tal vez no: tal vez usted interprete que va siendo hora de paralizar este horror, y exigirle también cordura a nuestro gobierno, el que preside Zapatero.

(Extraído de www.kaosenlared.net)


Los Falsos Positivos - Detrás de los Medios

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sábado, 2 de mayo de 2009

La causa sobre Guantánamo en España apunta a Rumsfeld


Los querellantes aportan los documentos desclasificados en EEUU que solicitaba Garzón

Pere Rusiñol
Madrid
01/05/2009

La causa que ha abierto el juez Baltasar Garzón sobre las torturas cometidas por la Administración de George W. Bush ya no se limita a los abogados que construyeron el "andamiaje legal" que llevó a Guantánamo. Ahora apunta directamente a algunos de sus jefes políticos. Los más importantes: Donald Rumsfeld, ex secretaria de Defensa; y Condoleezza Rice, su consejera de Seguridad Nacional en el primer mandato de Bush y luego secretaria de Estado.

Los promotores de la querella inicial ante la Audiencia Nacional, que formalmente ha sido asumida por el juez Eloy Velasco, ya se han personado ante la nueva causa abierta por Garzón, que ha iniciado su proceso a partir de uno anterior sobre terrorismo islamista aduciendo que los informes desclasificados recientemente por Barack Obama "revelan lo que antes se intuía".

Estos mismos memorandos desclasificados que esgrime Garzón han servido a los querellantes para ampliar la querella. Inicialmente, presentaron su causa sólo contra seis juristas de Bush, algunos de lso cuales tuvieron sin embargo gran relevancia política, como Alberto Gonsales y Douglas Feith. A este punto se había agarrado el fiscal general español, Cándido Conde-Pumpido, para rechazar con argumentos durísimos la causa, tildándola de "fraudulenta" porque no iba a la supuesta raíz del problema, sino sólo contra los juristas.

Ni Bush ni Cheney

En la nueva situación, este problema ya no existe porque la querella, readaptada y ya ante la mesa de Garzón, incluye a pesos pesados del primer mandato de Bush: se pide la imputación por la planificación de la tortura un delito en el que puede aducirse jurisdicción universal de Rumsfeld y Rice, y también de John Ashcroft, ex fiscal general, entre otros. En cambio, no están en esta primera fase ni Bush ni su vicepresidente, Dick Cheney, aunque si el caso va adelante es muy difícil que no aparezcan sus nombres.

Pese a que la fiscalía quiso enterrar el caso justo después de los encuentros de José Luis Rodríguez Zapatero con el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, primero, y el propio Obama, después, la nueva situación es mucho más explosiva: está en manos de Garzón, la querella se ha ampliado contra cargos directamente políticos y ya se han personado abogados, como acusación popular y en representación de Jamiel Abdul Latif Al Banna, británico que estuvo en Guantánamo y que Garzón investigó en la causa original que le ha servido de semilla para ésta.

Documentos nuevos

Garzón ya tiene también sobre la mesa los nuevos documentos difundidos en las últimas semanas en EEUU. Los querellantes han aportado cuatro: la investigación del Senado sobre el trato a los detenidos, el largo informe 263 páginas en que derivó, los memorandos desclasificados de la CIA sobre los métodos de interrogación, y un informe inicialmente secreto en el que el Comité Internacional de Cruz Roja describía el terrible trato que EEUU daba a los presos de la "guerra contra el terrorismo".

Del propio documento del Senado se extraen los elementos que los abogados utilizan para pedir que se impute a Rumsfeld y Rice: el documento describe el papel directo del ex jefe del Pentágono en la aprobación de nuevas técnicas equivalentes a la tortura como el waterboarding (ahogamiento simulado) y la supervisión de Rice.

(Extraído de www.publico.es)

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