Los norteamericanos han estado investigando en una planta de armamento británica pese a la prohibición expresa del Congreso estadounidense
publico.es/Agencias
Londres
09/02/2009
Norteamericanos y británicos no se llevan tan mal después de todo. Si la pasada semana las relaciones en la lucha antiterrorista de los dos países parecían resquebrajarse por un informe sobre las torturas en Guantánamo, este lunes el diario británico The Guardian, revela que el Ejército de EEUU ha estado utilizando las instalaciones nucleares británicas para investigar sobre este tipo de armamento, pese a la prohibición impuesta por el Congreso estadounidense.
El Ministerio británico de Defensa reconoció que su colaboración con EEUU afecta al "arsenal existente de ojivas atómicas y posibles opciones para su sustitución" por otras nuevas, pero no dio más detalles. EEUU por su parte valoró las investigaciones en la planta de armas nucleares de Aldermaston como "muy valiosas".
Impuestos para los dos
La oposición reclamó anoche una investigación parlamentaria completa sobre la colaboración entre los dos gobiernos en esa planta, mientras que las ONG pacifistas denunciaron ese programa por supuesta violación del derecho internacional. Los antinucleares argumentan que esa colaboración desmiente las afirmaciones del Gobierno de Londres sobre la supuesta independencia de su programa atómico y significa además que los contribuyentes británicos están financiando de hecho con sus impuestos el de Estados Unidos.
Según Kate Hudson, del Comité para el Desarme Nuclear de Gran Bretaña, "todo lo que signifique allanar el camino a una nueva generación de ojivas atómicas echa por tierra el compromiso de desarme que suscribió este país con el tratado de no proliferación nuclear".
Desarrollo nuclear
El portavoz para asuntos de Defensa del Partido Liberal, en la oposición, Nick Harvey, afirmó por su parte que el Parlamento y los ciudadanos reaccionarán "con indignación" a la perspectiva de que los contribuyentes británicos estén financiando un nuevo programa nuclear estadounidense. La colaboración entre Estados Unidos y Gran Bretaña en el desarrollo de nuevas cabezas atómicas salió a la luz gracias a las declaraciones que hizo en Londres John Harvey, director de planificación de la US National Nuclear Security Administration.
Según The Guardian, no está claro si esos experimentos de tipo militar continúan, pero Harvey reconoció que Washington y Londres habían llegado a un acuerdo sobre cooperación bilateral. Ese acuerdo incluía la colaboración entre los dos gobiernos en torno a un nuevo tipo de cabeza nuclear conocido con el nombre de 'reliable replacement warhead'.
Los activistas antinucleares creen que esa admisión por parte de ese funcionario norteamericano es la primera prueba directa que se tiene de la utilización por el Pentágono de instalaciones británicas para desarrollar su programa nuclear.
El Congreso estadounidense ha suspendido su financiación de las investigaciones sobre esa nueva generación de ojivas atómicas, pero los pacifistas sospechan que EEUU puede haberse aprovechado de las instalaciones británicas para burlar las prohibiciones en aquel país.
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