domingo, 28 de junio de 2009

La «revolución de color» fracasa en Irán


Thierry Meyssan
26/6/2009

La «revolución verde» de Teherán es el más reciente caso de las «revoluciones de color» mediante las cuales Estados Unidos ha logrado imponer gobiernos sometidos a su tutela en varios países sin tener que recurrir a la fuerza. Thierry Meyssan, quien ha sido consejero de dos gobiernos ante este tipo de crisis, analiza el método y las causas de su fracaso en Irán.


La relación entre las «revoluciones de color» y las revoluciones viene siendo la misma que pudiera existir entre el Canada Dry y la cerveza. Se parecen, pero no saben igual. Son cambios de régimen que aparentan ser una revolución en la medida en que movilizan a ciertos segmentos del pueblo, pero tienen características de golpe de Estado porque su objetivo no es cambiar las estructuras sociales sino poner en el poder a una élite en lugar de otra para que aplique una política económica y exterior proestadounidense. La «revolución verde» de Teherán es el más reciente ejemplo de ello.

Origen del concepto

Este concepto apareció en los años 1990, pero sus orígenes se encuentran en los debates estadounidenses de los años 1970-80. Luego de la serie de revelaciones sobre los golpes de Estado que la CIA había fomentado a través del mundo y del escándalo de los testimonios ante las comisiones parlamentarias Church y Rockefeller, el presidente Carter puso en manos del almirante Stansfield Turner la tarea de limpiar la agencia y de poner fin a todo apoyo a las «dictaduras de la casa». Furiosos, los socialdemócratas estadounidenses (SD/USA) salieron del Partido Demócrata y se unieron a Ronald Reagan. Eran brillantes intelectuales trotskistas, frecuentemente vinculados a la revista Commentary. Cuando Reagan resultó electo, les confió la tarea de proseguir la injerencia estadounidense, pero por otras vías.

Así crearon, en 1982, la National Endowment for Democracy (NED) y, en 1984, el United States Institute for Peace (USIP). Ambas estructuras están vinculadas orgánicamente: varios administradores de la NED son miembros del consejo de administradores del USIP y viceversa.

En el plano jurídico, la NED es una asociación no lucrativa, basada en la legislación estadounidense, financiada mediante una subvención anual aprobada por el Congreso como parte del presupuesto del Departamento de Estado. Para concretar sus acciones [la NED] cuenta con el cofinanciamiento de la US Agency for International Development (USAID), que también depende del Departamento de Estado.

En la práctica, esta estructura jurídica no es más una pantalla que sirve simultáneamente a la CIA estadounidense, al MI6 británico y al ASIS australiano (y en ocasiones a los servicios canadienses y neozelandeses). La NED se presenta a sí misma como un órgano de «promoción de la democracia». Interviene de forma directa o mediante sus cuatro tentáculos: uno se encarga de sobornar a los sindicatos, otro de sobornar a los patrones, el tercero a los partidos de izquierda y el cuarto a los de derecha. También actúa a través de fundaciones amigas, como la Westminster Foundation for Democracy (Reino Unido), el International Center for Human Rights and Democratic Development (Canadá), la Fondation Jean-Jaurès y la Fondation Robert-Schuman (Francia), el International Liberal Center (Suecia), la Alfred Mozer Foundation (Holanda), la Friedrich Ebert Stiftung, la Friedrich Naunmann Stiftung, la Hans Seidal Stiftung y la Heinrich Boell Stiftung (Alemania). La NED reconoce haber sobornado así, en unos treinta años, a más de 6 000 organizaciones a través del mundo entero. Todo eso se enmascara, claro está, bajo la apariencia de programas de formación o de ayuda.

Artículo completo aquí

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sábado, 27 de junio de 2009

Los medios de comunicación occidentales e Irán


Matthew Cassel
The Electronic Intifada
27/6/2009

En su ininterrumpida cobertura de las manifestaciones en Irán la CNN y otros medios occidentales han emitido “material no verificado” obtenido de páginas web como Facebook y YouTube.

En cualquier parte del mundo, los manifestantes son personas muy valientes cuyas razones para manifestarse abiertamente deberían ser escuchadas y respetadas. Manifestarse es un acto de democracia. Sin embargo, con demasiada frecuencia los medios de comunicación estadounidenses y otros basados en occidente eligen qué manifestaciones cubrir y cuáles ignorar completamente.

A menudo los medios estadounidenses se vanaglorian de ser “los más libres e imparciales” del mundo, completamente independientes de un Estado a diferencia de, por ejemplo, los medios en Irán. Sin embargo, un observador astuto se dará cuenta de que los medios occidentales generalmente eligen noticias y las cubren de una manera que inmediatamente desempeña un papel en la agenda global estadounidense.

¿Quién decide si un tema en concreto es “noticiable” o no? Uno pensaría que ése es el papel de los medios, cubrir temas como conflictos o violaciones de derechos en el momento en el que ocurren por todo el mundo. No parece ser el caso, sin embargo. Parece que la mayoría de los medios occidentales siguen las directrices de sus gobiernos cuando se centran en diferentes temas y luego los cubren de una manera que coincide con la postura de sus gobiernos, de ahí el completo predominio de los acontecimientos de Irán en casi cada medio occidental y la abrumadoramente mayoritaria descripción positiva de los manifestantes y de la oposición como justa. El caso actual de Irán deja claro que son los gobiernos quienes están dirigiendo la cobertura de los medios, en vez de hacerlo las propias agencias de noticias.

Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 también hubo un marcado giro en la cobertura de temas internacionales por parte de los medios estadounidenses. Poco después de los atentados se aplicó a todo la norma del entonces presidente George Bush de “con nosotros o contra nosotros” y los medios de comunicación e individuos críticos con la política exterior estadounidense fueron inmediatamente demonizados y calificados de “antipatrióticos” o de “anti-estadounidenses”. Para contrarrestar estas acusaciones se hizo frecuente que los presentadores de la televisión estadounidense demostraran su patriotismo y lealtad luciendo pines con la bandera estadounidense.

Estas razones explican por qué mientras en las últimas semanas se estaban desarrollando las elecciones iraníes prácticamente en la mayoría de los medios no ha habido cobertura de las manifestaciones de miles de personas en Georgia o Perú. Incluso se ha sabido que en Perú hubo decenas de muertos durante las protestas o “enfrentamientos”, como se les ha llamado (ya que murieron también más de una docena de policías), más muertos de los que se ha informado que ha habido en Irán.

¿Por qué las protestas en Irán reciben más atención que las que ocurren en otros lugares? Una explicación lógica es que el presidente de Georgia President Mikheil Saakashvili es un aliado clave de Estados Unidos y de la OTAN. Así, occidente y sus medios han permanecido callados acerca de las protestas de la oposición para no prestarles una atención que podrían animar a los manifestantes a continuar y aumentar, lo que sin lugar a dudas debilitaría el gobierno de Saakashvili.


La situación en América Latina, por su parte, es particularmente sensible. La cobertura de las protestas de los grupos indígenas y de quienes los apoyaban en Perú podrían animar aún más estas protestas y exponer las injustas políticas de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos y quizá llevar a Perú por un camino similar al de los cada vez más populares gobiernos de Venezuela o Bolivia. Por supuesto, estas dos naciones son consideradas “anti-Estados Unidos” debido a sus posturas críticas en relación a la intervención estadounidense en América Latina.

Sin embrago, Irán es diferente tanto de Georgia como de Peru. El presidente de Irán Mahmoud Ahmedinejad probablemente ha superado a Osama ben Laden como el individuo más odiado en Estados Unidos. En los últimos siete años muchos altos cargos de Washington han pedido que se emprendan acciones más agresivas contra Iran. Más recientemente el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dio un ultimátum al presidente estadounidense Barack Obama afirmando que éste haría mejor en ocuparse del supuesto programa nuclear iraní porque si no lo haría Israel. Así pues, no es una coincidencia que las protestas en Irán estén recibiendo cobertura las 24 horas del día y sean también uno de los pocos ejemplos en los últimos años en los que altos cargos estadounidense han demostrado su apoyo a los manifestantes, como hizo Obama cuando pidió a Irán que “detuviera toda violencia y acción injusta contra su propio pueblo”. Con toda seguridad éstas no son las únicas protestas que se han encontrado con una violenta represión del gobierno.

Durante años los palestinos han estado organizando manifestaciones no violentas contra el Muro de Israel en Cisjordania. Cada semana los manifestantes se enfrentan al fuertemente armado ejército israelí, son golpeados por él, que además dispara contra ellos balas de acero recubiertas de caucho y botes de gases lacrimógenos que a veces causan muertes. Con todo, durante su reciente discurso al mundo musulmán pronunciado en El Cairo, Obama no hizo referencia alguna a estas protestas y en vez de ello pidió a los palestinos que “abandonaran la violencia” y adoptaran métodos no violentos. Días después de este discurso un palestino murió y un adolescente resultó herido durante la protesta semanal y, sin embargo, la administración estadounidense no hizo petición alguna a Israel de que “abandonara todas las acciones injustas y violentas” contra el pueblo palestino. Y los medios han continuado en silencio al respecto aun cuando cubrir las manifestaciones hubiera sido tan sencillo como un viaje de 30 minutos en coche desde la mayoría de las oficinas de Jerusalén cualquier viernes.

Además, en el momento cumbre de los llamamientos de la administración Bush en favor de la “democracia” en Oriente Medio, en Egipto surgió un movimiento indígena democrático para desafiar la corrupción y las fallidas políticas económicas del presidente egipcio Hosni Mubarak. Compuesto de trabajadores que organizaron huelgas sin precedentes durante cuatro años y que fueron creciendo en número a cada concentración sucesiva, las manifestaciones recibieron poca cobertura por parte de Estados Unidos. Es algo que resulta extraño dada la duración de las huelgas y el tamaño de las protestas, que varios observadores consideraron que podrían dar lugar a algo mucho mayor en Egipto, quizá a una “revolución”. La falta de cobertura de estos acontecimientos por parte de los medios sólo puede explicarse por las relaciones entre Estados Unidos y Egipto. Mubarak, que ha gobernado Egipto durante casi dos décadas, con frecuencia es considerado un dictador debido a su represión de las figuras políticas de la oposición y de periodistas críticos con su gobierno. A pesar de todo, sigue siendo uno de los principales aliados de Estados Unidos en Oriente Medio, de modo que occidente tolera las “acciones injustas y violentas” contra los egipcios.

De forma parecida, durante el ataque de tres semanas por parte de Israel a Gaza el pasado invierno hubo multitudinarias manifestaciones sin precedentes por todo Oriente Medio en apoyo a los palestinos del asediado territorio. De nuevo, estas manifestaciones recibieron una atención menor, si es que la recibieron, posiblemente porque desafiaban la versión de los medios de comunicación y de Washington de que Israel estaba “luchando contra Hamás".


También de acuerdo con esta versión, en los medios occidentales se emitieron pocas imágenes filmadas dentro de Gaza. De forma parecida a lo que está haciendo Irán ahora, Israel prohibió a los periodistas entrar en Gaza durante los ataques. A pesar de ello, hubo muchas emisoras satélite en lengua árabe. como Al-Jazeera, que informaron sobre el terreno con imágenes de prácticamente cada cosa que ocurría allí .

Cuando se mostraban imágenes de CNN o de sus competidores, en general no hacían honor al horror al que se enfrentaban los palestinos de Gaza. No recuerdo haber visto ningún vídeo de los cientos de niños de Gaza muertos mostrado por los medios estadounidenses. En cambio, hace dos días CNN emitió imágenes de una mujer que había recibido un disparo y que se desangró hasta morir en un calle de Teherán. La mayoría de estos vídeos virales están grabados con los móviles de ciudadanos y llevan un logo especial creado por CNN para el “material no verificado”.

Pero hay gran cantidad de “material no verificado” con imágenes violentas de Oriente Medio y de otros mucho lugares por todo el mundo en los últimos días, semanas y años que nunca se ha emitido. En YouTube, Facebook y Twitter hay vídeos y testimonios de los que se puede disponer rápidamente y que esperan, casi suplican, que los medios estadounidenses se den cuenta de su existencia. Pero la cobertura de ciertos lugares puede contradecir la política exterior estadounidense allí, algo que la mayoría de los medios están demostrando que no desean hacer.

Si las elecciones y manifestaciones en Irán han demostrado algo es que existen innegables divisiones muy profundas que afectarán enormemente el futuro del país. En todo caso, es una opción personal elegir qué lado se apoya, si es que se apoya alguna. Y la responsabilidad de los medios es ser independientes de las autoridades y presentar una información fiel en un contexto para que las valoraciones de los consumidores de noticias sean informadas y no elaboradas a base de la política exterior de los gobiernos occidentales.

Unos medios de comunicación libres e independientes son una parte esencia de cualquier democracia y algo de lo que occidente demuestra cada vez más que carece.

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Matthew Cassel es ayudante de director de The Electronic Intifada. Su blog es http://justimage.wordpress.com.

(Extraído de www.rebelion.org)

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viernes, 26 de junio de 2009

La CIA y el laboratorio iraní


Thierry Meyssan
19/6/2009

La noticia de un posible fraude electoral se ha extendido por Teherán como un reguero de pólvora y ha sacado a la calle a los partidarios del ayatolá Rafsanjani contra los del ayatolá Jameini. Ese caos ha sido provocado bajo cuerda por la CIA, que siembra la confusión inundando a los iraníes de SMS contradictorios. Thierry Meyssan explica este experimento de guerra psicológica.

En marzo de 2000, la secretaria de Estado Madeleine Albright reconoció que la administración Eisenhower organizó un cambio de régimen en Irán en 1953 y que ese acontecimiento histórico explica la actual hostilidad de los iraníes hacia Estados Unidos. La semana pasada, durante su discurso en El Cairo dirigido a los musulmanes, el presidente Obama reconoció oficialmente que «en plena Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente.

En aquella época, Irán estaba controlado por una monarquía de opereta dirigida por el sha Mohammad Reza Pahlavi. Éste había sido colocado en el trono por los británicos, quienes obligaron a su padre, el oficial cosaco pronazi Reza Pahlavi, a dimitir. Sin embargo, el sha debía avenirse con un Primer Ministro nacionalista, Mohammed Mossadegh. Este último, con el apoyo del ayatolá Abu al-Qassem Kachani, nacionalizó los recursos petroleros. Furiosos, los británicos convencieron a Estados Unidos para que detuviera la deriva iraní antes de que el país se hundiera en el comunismo. Entonces, la CIA puso en marcha la «Operación Ajax», dirigida a derrocar a Mossadegh con la ayuda del sha y sustituirlo por el general nazi Fazlollah Zahedi, hasta entonces detenido por los británicos. Zahedi instauró el régimen de terror más cruel de la época, mientras el sha servía de tapadera a sus abusos posando para las revistas people occidentales.

La Operación Ajax estuvo dirigida por el arqueólogo Donald Wilber, el historiador Kermit Rooselvet (nieto del presidente Theodore Roosvelt) y el general Norman Schwartzkopf senior (cuyo hijo homónimo estuvo al mando de la Operación Tormenta del Desierto). Dicha operación continúa siendo un prototipo de subversión. La CIA idea un escenario que da la impresión de un levantamiento popular mientras se trata de una operación secreta. El punto culminante del espectáculo fue una manifestación en Teherán, con 8.000 extras pagados por la Agencia, para proporcionar fotos convincentes a la prensa occidental.

¿La historia se repite? Washington ha renunciado a atacar militarmente a Irán y ha disuadido a Israel de tomar esa iniciativa. Para conseguir «cambiar el régimen», la administración Obama prefiere jugar la carta –menos peligrosa aunque más incierta- de la acción secreta. A raíz de la elección presidencial iraní, grandes manifestaciones oponen en las calles de Teherán a los partidarios del presidente Mahmud Ahmadinejad y su guía Ali Jameini por un lado y a los partidarios del candidato derrotado Mir Hossein Musavi y del ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjami por el otro. Dichas manifestaciones reflejan una profunda división en la sociedad iraní entre un proletariado nacionalista y una burguesía que lamenta su marginación de la globalización económica. Actuando bajo cuerda, Washington intenta influir en los acontecimientos para derrocar al presidente reelegido.

Una vez más, Irán es un campo de ensayo de métodos innovadores de subversión. En 2009, la CÍA se apoya en una nueva arma: el control de los teléfonos móviles.

Texto completo aquí

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sábado, 20 de junio de 2009

"Operación BlackJack"


Que curiosa esta presentación publicada en la sección de Cultura del diario Telegraph el 16 de enero de 2009.

Un artículo sobre ella en la web www.todoschile.cl

Aquí podéis descargaros la presentación en pdf.

martes, 16 de junio de 2009

Novartis se niega a distribución gratuita de vacunas contra la gripe A

Daniel Vasella, consejero delagado del laboratorio, señaló que podrían estudiar la posibilidad de reducir el costo de esas vacunas para los países de bajos ingresos. La negativa apunta a una división dentro del sector farmacéutico, ya que GlaxoSmithKline se comprometió a enviar sin costo hasta 50 millones de dosis a los pobres

15 de junio 2009
EFE


Novartis se niega a distribuir vacunas gratuitamente entre las capas más pobres de la población mundial, pese a una petición en ese sentido de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Así lo declaró al Financial Times su consejero delegado, Daniel Vasella, según el cual el grupo farmacéutico suizo podría estudiar la posibilidad de reducir el costo de esas vacunas para los países de bajos ingresos, pero no está dispuesto a su total gratuidad.

"Si uno pretende que la producción (de fármacos) sea sostenible, hay que crear incentivos financieros", dijo Vasella, según el cual deben ser los propios países en desarrollo o los países ricos con sus programas de ayuda quienes paguen las vacunas.

Las palabras del empresario suizo suponen un desaire, según el diario británico, a la directora general de la OMS, Margaret Chan, quien declaró la pasada semana que la fiebre H1N1 representaba una pandemia y pidió a la industria farmacéutica "solidaridad" con los pobres.

La negativa de Novartis apunta a una división dentro del sector farmacéutico: así, el laboratorio británico GlaxoSmithKline se ha comprometido a distribuir gratuitamente entre los pobres hasta 50 millones de dosis de su vacuna contra la gripe.

Otros productores más modestos de los países en desarrollo quieren también distribuir gratuitamente un 10% de su producción.

Según Vasella, una proporción "importante" de las existencias de vacunas de Novartis ha sido ya reservada por algunos gobiernos, lo que puede generar problemas de abastecimiento incluso entre los países más ricos que pueden permitirse su costo.

Vasella estima el costo de una dosis en entre 10 y 15 dólares en el caso de pedidos importantes y algo más si los pedidos son de menor volumen o llegan más tarde.

Estados Unidos ha comprado mientras tanto vacunas de Novartis contra el H1N1 por un total de 289 millones de dólares, aunque ese país tiene todavía que aprobar su uso.

Novartis es propietaria de Chiron, un laboratorio de EE UU que el viernes aseguró haberse convertido en el primero en desarrollar vacunas gracias a una técnica acelerada de base celular en lugar de recurrir a la producción tradicional en huevos.

(Extraído de www.el-nacional.com)

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domingo, 14 de junio de 2009

¿Por qué se suicidan los reclutadores del ejército de EEUU?

Mark Thompson
Time/Zmag
5/5/2009

Cuando la sargento primera del ejército de EE.UU., Amanda Henderson, encontró al sargento primero Larry Flores en su estación de reclutamiento en Texas en agosto pasado, se espantó por sus profundas ojeras y su apariencia desarrapada. “¿Estás bien?” pregunto al normalmente muy ordenado soldado. “Sargenta Henderson, estoy verdaderamente cansado,” respondió. “Tuve una semana mala y larga, fue ridículo.” El sábado anterior los comandantes de Flores lo habían recriminado por mal rendimiento. Había trabajado todos los días desde las 6.30 de la mañana hasta las 10 de la noche, tratando de persuadir a jóvenes de Nacogdoches para que se pusieran el uniforme del ejército. “Pero estoy bien,” le dijo.

No, no estaba bien. Más tarde, esa misma noche, Flores se colgó en su garaje con un cordón de extensión. Henderson y su esposo Patrick, ambos reclutadores del ejército, quedaron impactados. “Nunca olvidaré cuando estuve sentada en el funeral del sargento Flores con mi esposo y vimos a su mujer llorando,” recuerda Amanda. “Recuerdo que miré a Patrick y le dije: ‘¿por qué le hizo algo semejante a su mujer? ¿Por qué le hizo algo así a sus hijos?’” Patrick no dijo nada, y Amanda dice ahora que el suicidio de Flores “gatilló” algo en su marido. Seis semanas después, Patrick se ahorcó con una cadena de perro en su cobertizo en el patio trasero.


Las guerras en Iraq y Afganistán, son ahora las más prolongadas libradas por una fuerza sólo de voluntarios en la historia de EE.UU. Incluso en circunstancias en las que los soldados rotan por períodos múltiples y prolongados, el ejército necesita un suministro constante de nuevos reclutas. Pero el fervor patriótico que llevó a tantos a alistarse después del 11-S ya pasó hace ocho años. Eso hace que el trabajo de los reclutadores sea tal vez el más duro, si no el más peligroso, en el ejército. Sólo el año pasado, la cantidad de reclutadores que se quitaron la vida fue el triple de la tasa general del ejército. Como el Trastorno de Estrés Postraumático y la Lesión Cerebral Traumática, los suicidios de reclutadores son un coste oculto de las guerras de EE.UU.

El desafío de tiempos de guerra

Tras los ordenados escritorios y los afiches patrióticos en las 1.650 estaciones de reclutamiento en las Calles Mayores y en los centros comerciales hay un entorno laboral tan estresante a su propio modo como el combate. Las horas son largas, el tiempo libre es poco, y la exigencia de alistar por lo menos 2 reclutas por mes es implacable. Los soldados que han vuelto de períodos en Iraq y Afganistán constituyen ahora un 73% de los reclutadores, un aumento de los 38% en 2005. Y para muchos de ellos, la presión es demasiado fuerte. “Esos chicos vuelven de Iraq con problemas,” dice un ex oficial del ejército que recientemente trabajó en el Batallón de Reclutamiento de Houston.

La responsabilidad de proveer reemplazos para la tropa recae en antiguos suboficiales que han decidido convertir el reclutamiento en su carrera en el Comando de Reclutamiento del Ejército de EE.UU. (USAREC). Por su parte, ellos presionan a sus reclutadores locales para que “cumplan su misión” y provean los reclutas – a veces por todos los medios necesarios. Lawrence Kagawa se pensionó en julio pasado después de más de 20 años en uniforme; pasó la última mitad como reclutador altamente condecorado, y su período incluyó una tarea en el batallón de Houston entre 2002 y 2005. “Hay un conjunto de valores para el ejército, y cuando uno va al Comando de Reclutamiento se ve básicamente obligado a hacer cosas fuera de lo que sería considerado normalmente como moral o ético,” dice.

Como los comandantes de estación y sus jefes son evaluados según cómo reclutan sus subordinados, hay un fuerte incentivo para cuidar poco los detalles a fin de conseguir reclutas. Si los reclutadores no pueden realizar su misión legítimamente, sus jefes les dicen que vayan más allá del límite. “Te dirán que llames a Johnny o a Susan y les digas que mientan diciendo que nunca tuvieron asma como te dijeron, y que no tienen una historia criminal juvenil,” dice Kagawa. “Ese reclutador va a ajustar las reglas a su antojo y conseguirá que le digan mentiras y procesará el papeleo fraudulento.” ¿Y si el reclutador se niega? El comandante, dice Kagawa, “te dirá directamente que “se trata de un tema de lealtad, y si yo te doy un “no” por lealtad en tu informe anual, se acaba tu carrera.”

Artículo completo aquí

lunes, 8 de junio de 2009

“911 Press for Truth” salió en la televisión pública de Denver


5/6/2009

La película sobre las investigaciones comenzadas por las viudas de las víctimas del 11-S: “911 Press for Truth” salió en la televisión pública de Denver, Colorado, en el canal 12 (KBDI), causando un enorme apoyo de los telespectadores en el estado.

DENVER - (4 de junio de 2009) - KBDI siempre ha estado a la vanguardia de la programación polémica y anoche no fue la excepción. Al ser la primera estación de difusión masiva en Estados Unidos que emite este polémico documental, demuestra que no tiene miedo a tocar temas sensibles. Debido a la gran respuesta del programa, el canal 12 lo repetirá el sábado 6 de junio a las 2 de la tarde y a las 9 de la noche, seguidos por otra repetición a la medianoche.

Durante la presentación, Bob McIlvaine, que perdió a su hijo Bobby en el World Trade Center, el productor de “911 Press for truth”, Kyle Hence y el director Ray Nowosielski estaban en el estudio para dar más información sobre porqué creen que hay un encubrimiento sobre el 11-S y porqué el público americano debe demandar respuestas. Los partidarios del documental esperan que debido al riesgo que ha asumido KBDI proyectándolo, esto haga que otras estaciones de televisión pública a lo largo del país, también se animen a difundir el documental.

(Extraído de investigar11s.blogspot.com)

Momento de la emisión con la entrevista a los productores del
documental y al padre de una de las victimas del 11-S (en inglés)


En la programación de la KBDI también se puede ver, entre otros, el programa Democracy now!, de la periodista Amy Goodman.

Y el 5 de marzo de 2009 se emitió el documental de Aaron Russo America: Freedom to fascism.


Documental
911 – Press for truth (subtítulos en español)


Documental
America: Freedom to Fascism (subtítulos en español)

jueves, 4 de junio de 2009

El presidente que hablaba con Dios

Juan Gelman
31/5/2009


Es notorio: cuando presidente de EE.UU., W. Bush hablaba con Dios o, mejor dicho, Dios hablaba con él. “Me conduce una misión de Dios. Dios me dice ‘George, ve y lucha contra esos terroristas en Afganistán’. Y lo hice. Y luego Dios me dice ‘George, ve y termina con la tiranía en Irak’. Y lo hice” (The Guardian, 7-10-5). Son afirmaciones ciertas para algunos, blasfemas para otros. En su rancho de Crawford, Texas, W. mantuvo en el 2002 la reunión con el premier británico Tony Blair en la que se decidió invadir a Irak y trascendió que ambos rezaron juntos por el éxito de la empresa. El autor cristiano Stephen Mansfield relata en su libro The Faith of George W. Bush (Strang Communications & Penguin Group, USA Inc., 2003) numerosos hechos y dichos de la misma índole.

Menos conocido –más bien poco conocido– es el razonamiento que el ex mandatario norteamericano manejó para convencer a sus aliados de que brindaran apoyo militar a las dos aventuras. Jean-Claude Maurice lo revela en su libro Si vous le répétez, je démentirai (Si usted lo repite, yo desmentiré, Plon, París, 2009). El periodista francés tuvo encuentros frecuentes con Jacques Chirac, entonces presidente de Francia, que le relató que poco antes de la invasión a Irak de marzo del 2003 recibió un llamado telefónico de Bush instándolo a participar en la guerra. “Bush Jr. utilizó un argumento singular, afirmando que ‘Gog y Magog están actuando en Medio Oriente’ y que ‘las profecías de la Biblia están a punto de cumplirse’. En ese momento Chirac quedó estupefacto y no reaccionó” –documenta Maurice–, pero pidió asesoramiento al especialista suizo Thomas Römer, profesor de teología de la Universidad de Lausana. Cuando supo, Chirac no se rió: pasó del pasmo al miedo.

Se trataba de lo que podría llamarse el Código Ezequiel. Gog y Magog aparecen en el Génesis y sobre todo en dos de los capítulos más sombríos del Libro de Ezequiel (38 y 39) del Antiguo Testamento, en los que Jehová pronuncia la profecía apocalíptica de un ejército mundial que libra en Israel la última batalla y barre a los enemigos de su pueblo para que comience una nueva era: tal es la voluntad de Dios. Este oráculo se repite en el Apocalipsis o El libro de la Revelación del Nuevo Testamento, en el que San Juan prenuncia la derrota de la Bestia por los ejércitos del Cielo, su captura y encierro de mil años en los que quienes no adoraron al Diablo revivirán y reinarán con Cristo (Apocalipsis, 20). Chirac entiende –subraya Maurice– que las palabras de W. Bush debían interpretarse así: “Un ejército mundial islamita fundamentalista amenaza al mundo occidental que apoya a Israel. La prueba son los atentados del 11/9 contra las Torres de Manhattan”. Y fue la invasión y fueron muertos miles y miles de civiles iraquíes y soldados estadounidenses que seguramente ni idea tenían de Gog y Magog.

Thomas Römer, el especialista consultado por el Elíseo, escribió sobre el tema dos años antes que Maurice, pero su artículo, publicado en el número de septiembre de 2007 de la revista Allez savoir, de la Universidad de Lausana, pasó inadvertido. En ese texto, Römer señala los enigmas de El Libro de Ezequiel que han originado diferentes explicaciones y especulaciones a lo largo de veinte siglos. En las distintas traducciones de la Biblia –indica– puede leerse “Gog y Magog” o “Gog de Magog” o “Gog del país de Magog”, es decir, “Gog, príncipe de Magog”. W. Bush lo buscó en Irak y Afganistán y en esto no fue el primero.


“Ronald Reagan conocía bien la Biblia –apunta Römer– y estimó que la Guerra Fría y la existencia de la bomba atómica tornaban realizable la profecía apocalíptica de Ezequiel.” Gog fue entonces la URSS del socialismo real, pero la caída del Muro de Berlín le evitó el apocalisis. Muchos historiadores y teólogos buscan hoy en el pasado, no en el futuro, la explicación de la batalla contra la coalición de ejércitos encabezada por Satán. “Algunos identifican a Gog con un cierto Gygnos, rey de Anatolia en el siglo VII antes de Cristo, quien podría haber sido el origen del texto apocalíptico –indica Römer0. Otros piensan que Nerón es el famoso 666 evocado en el Apocalipsis de San Juan, que la Gran Prostituta es Roma y que la caída anunciada es la del imperio romano.” Según este especialista, un análisis histórico permitiría aclarar las profecías bíblicas apocalípticas mirando atrás.

Se explica que el poderoso lobby proisraelí de EE.UU. presione a la Casa Blanca y al Congreso en favor de políticas favorables a Tel Aviv, incluida la ocupación de territorios palestinos que dura ya 42 años. Paradójica es la concepción de los evangelistas fundamentalistas, que votaron a Bush masivamente: piensan que el Apocalipsis o Armagedón caerá sobre Israel y lo apoyan para que éste se destruya y vuelva el reino de Cristo.

(Extraído de www.pagina12.com.ar)

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Documental
Bush, política y evangelio (The Jesus Factor)

miércoles, 3 de junio de 2009

Control social total


Ignacio Ramonet
Le Monde Diplomatique
3/5/2009

“Siempre esos ojos que miraban, vigilantes, en el trabajo o comiendo, en casa o en la calle, en el baño o en la habitación, en vigilia o en el sueño: no había privacidad posible"
George Orwell, 1984

Ya nadie duda de que estamos todos vigilados, observados y fichados. En el paseo, en el mercado, en el autobús, en el banco, en el metro, en el estadio, en el aparcamiento, en las carreteras... alguien nos está mirando por el ojo de las nuevas cerraduras digitales. Múltiples mallas de vigilancia nos acosan por todo el planeta, la mirada penetrante de los satélites nos persigue desde el espacio, las pupilas silenciosas de las cámaras nos controlan por las calles, el sistema Echelon inspecciona nuestras comunicaciones, y los chips RFID revelan nuestro perfil de consumidor. Cada uso del ordenador, de Internet (Google, YouTube, MySpace...) o de la tarjeta de crédito deja huellas imborrables que delatan nuestra identidad, nuestra personalidad, nuestras inclinaciones. Se ha cumplido el viejo recelo de Orwell que nos pareció, durante tanto tiempo, utópico o excesivamente paranoico.

Se ha roto el necesario equilibrio entre libertad y seguridad. Con la intención de proteger al conjunto de la sociedad, las autoridades, en nuestras modernas democracias, tienden hoy a ver en cada ciudadano a un virtual maleante. La guerra sin cuartel contra el terrorismo -preocupación dominante en el último decenio- ha procurado una impecable coartada moral y favorecido la acumulación de un impresionante arsenal legal que está permitiendo llevar a cabo el proyecto de control social integral. Los "progresos" tecnológicos (informático y digital) también han ayudado y las autoridades tienen cada vez mejores herramientas para la vigilancia electrónica.

"Habrá menos privacidad, menos intimidad, pero mayor seguridad", nos dicen. Y en nombre de ese nuevo imperativo categórico, se ha instalado de modo progresivo e indoloro, un régimen de dominación que podemos calificar de "sociedad de control". Con la particularidad de que -a diferencia de las precedentes "sociedades disciplinarias" que confinaban a los rebeldes o descarriados en lugares cerrados (cárcel, reformatorio, manicomio)-, la sociedad de control encierra a los sospechosos (o sea, a casi todos los ciudadanos) al aire libre y los mantiene bajo acecho constante. A veces, mediante los aparatos-chivatos que libremente ellos mismos han adquirido: ordenadores, teléfonos móviles y otros dispositivos informáticos (tarjeta de crédito, agenda electrónica tipo Palm, billetes de transporte, GPS, etc.). Y otras veces, gracias al uso de sistemas discretos y emboscados que atisban los movimientos de cada persona, como los radares de carreteras o las cámaras de videovigilancia.

Éstas se han multiplicado hasta tal punto que, en el Reino Unido, por ejemplo, donde se han instalado más de cuatro millones de ellas (una por cada quince habitantes), una persona puede ser filmada hasta 300 veces al día... Las nuevas cámaras Gigapan, de ultra alta resolución (más de mil millones de píxeles) permiten, en una sola imagen y por un vertiginoso efecto de zoom, el fichaje biométrico del rostro de cada uno de los miles de espectadores presentes en un estadio, en una manifestación o en un mitin político.

Aunque los estudios serios demuestran la poca eficacia de la videovigilancia, la confianza en esta tecnología sigue en aumento. Aprovechando la paranoia antiterrorista que ellos mismos han creado, algunos gobiernos han constituido batallones de confidentes voluntarios civiles que informan de lo que oyen y ven a las autoridades. El Departamento de Justicia de EE.UU. lanzó en 2002, bajo la presidencia de George W. Bush, la Operation Tips (Operación Soplos) para convertir en confidentes a más de un millón de trabajadores cuya particularidad era la de entrar en los hogares de la gente (fontaneros, antenistas, albañiles, electricistas, jardineros), que debían llamar a un número de teléfono de la policía si notaban algo sospechoso.


Pasar de una sociedad informada a una de informantes es el proyecto que acaba de lanzar la Asociación de Sheriffs de frontera de Texas (Texas Border Sheriff ‘s Coalition) que ha colocado quince cámaras de videovigilancia a lo largo de la frontera con México en puntos aislados y estratégicos. Las cámaras están conectadas a Internet (www.blueservo.net) y cada ciudadano, a través del mundo, instalado en su casa frente a su ordenador, puede espiar las áreas desérticas texanas o las riberas del Río Grande. Si ve pasar a algún emigrante clandestino puede denunciarlo con un simple correo electrónico. Cerca de treinta millones de individuos, de diversos países, ya han aceptado la función de confidente voluntario de la policía de Texas para luchar contra la inmigración clandestina.

Es fácil de imaginar que, con la agravación de la crisis económica actual y el brutal aumento de la xenofobia, si se instalase en Europa, a lo largo de las costas del Mediterráneo, un sistema semejante de cámaras de vigilancia, el número de espías civiles voluntarios sería sin duda importante.

Es una de las perversiones de la actual sociedad de control: desea convertir a los ciudadanos, a la vez, en vigilados y en vigilantes. Cada uno debe espiar a los demás, al tiempo que es él mismo espiado. O sea, en un marco democrático en el que cada individuo está convencido de vivir en la mayor libertad, la realización del objetivo represivo máximo de las sociedades totalitarias.

(Extraído de www.rebelion.org)

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viernes, 29 de mayo de 2009

La patraña de Al Qaeda

Koldo Campos Sagaseta
Rebelión
26/5/2009

Todos los días, en algún lugar del mundo, es desarticulada una red terrorista islámica vinculada a Al Qaeda. Y con la red quedan igualmente desarticulados sus integrantes y sus maléficos planes, para mayor gloria y consuelo de una ciudadanía que no siempre entiende y agradece los tantos desvelos que exige su seguridad.

Días atrás era desarticulada una red de peligrosos terroristas de Al Qaeda en Bilbao dedicada, según afirmaron los medios, a suministrar fondos a esa organización. Apenas un día más tarde de que a ocho columnas se titulara la noticia y el ministro Rubalcaba celebrara el éxito de la operación policial, doce de los trece terroristas eran puestos en libertad. No se había desarticulado nada, no se había detenido a nadie.

Casi al mismo tiempo, en Estados Unidos, era desarticulada otra red terrorista aún más perversa si cabe. Según las informaciones que han dado a conocer los medios, tres terroristas se disponían a volar por los aires edificios y aviones militares con la ayuda de misiles que habían comprado a un agente infiltrado de la CIA y que, naturalmente, eran falsos. Lo extraño de la noticia, el apunte que revelaba la verdadera naturaleza de la misma, era el hecho de que, según los propios organismos de seguridad que habían desarticulado los atentados, los tres terroristas no pertenecían a ninguna organización, no eran miembros de Al Qaeda o de cualquier otro grupo armado. Eran, en definitiva, tres cabezas calientes, sin ningún nexo con el terrorismo que no fueran sus más que justificadas ganas de revancha que, ante el ofrecimiento del encubierto agente, respondieron gozosos mostrando su adhesión a la bomba y al misil. En definitiva, no han desarticulado nada, no han detenido a nadie…pero al mundo trasciende la noticia del terror que se ha evitado gracias a la combinada eficacia de la policía y sus inestimables labores de contrainsurgencia antiterrorista y de los grandes medios extendiendo por el mundo la buena nueva para que la ciudadanía pueda dormir tranquila y renovarles sus votos.

Es tal la eficacia que muestran las policías del mundo desarticulando constantemente redes terroristas que si no fuera porque Al Qaeda aún es más eficaz rearticulándolas, nadie más que esas policías se merecerían el premio internacional a la eficiencia. En todo caso, los grandes medios de comunicación, en su denodada cobertura a la lucha contra el terrorismo.

Estados Unidos y Europa se sitúan a la cabeza en la desarticulación de tramas terroristas pero es tal el cúmulo de redes islamistas en el mundo y la velocidad con que se reproducen que no hay continente, tampoco país, en el que no se asiente alguna a la espera de ejecutar sus siniestros planes.

Hasta de países como la República Dominicana llegan, ocasionalmente, noticias de la neutralización de alguna trama. En un país en el que no hay más imperdonable terror que el que padecen las mujeres y en el que no hay más tiros que los que prodigan los tantos delincuentes con uniforme, curiosamente, a raíz del 11 de septiembre, se creó un batallón de lucha antiterrorista, no para combatir la violencia machista o el alza de los precios, no para enfrentar la corrupción, el desempleo o las tantas otras lacras de la sociedad dominicana, sino para preservar su paz amenazada por las hordas de Al Qaeda. Y no tardaron en presentarse las amenazas. Una tarde era desarticulada una célula terrorista islámica, compuesta por cinco peligrosos libios, a punto de abordar un avión para Estados Unidos. Al día siguiente, ya eran cuatro y, horas más tarde, se publicaba que los tres detenidos eran libaneses. Apenas unos pocos supimos, días después, que los dos libaneses no eran más que ilegales sin papeles, buscando su arribo a la tierra prometida en busca de trabajo. Pero el éxito de la operación ni desalentó a las autoridades ni desanimó a los terroristas y, al poco tiempo, era detenido en Santo Domingo un destacado miembro de Al Qaeda que, tras ser investigado, resultó ser un estudiante de medicina paquistaní, sin que se le formularan cargos siquiera por mala práctica médica.

Al margen de estos apuntes “tercermundistas” sobre el peligro que representa el eje del mal, en el primer mundo, no podía ser menos, los planes conspirativos son mucho más complejos y, sobre todo, terribles y constantes. Atentados contra aviones, contra redes de transporte, contra pozos de petróleo, refinerías, bases militares, grandes personalidades… frustrados por la pericia policial.

Y es que nada ni nadie escapa a la amenaza terrorista. De ahí la importancia de desarticular redes terroristas en todo el mundo y todos los días.

También en el Estado español se han dado pruebas de la eficacia policial contra las redes islamistas.

Entre otros ejemplos, en enero del 2006, la policía lograba desarticular dos redes “yihadistas” en Madrid, Cataluña y el País Vasco, con ramificaciones en Francia, Bélgica, Holanda, Argelia, Marruecos, Turquía, Siria e Iraq, y detenía a sus 20 integrantes. Su misión era captar y reclutar suicidas. Las operaciones policiales “Chacal” y “Camaleón” frustraban los objetivos de los terroristas a quienes, si bien no les encontraron armas ni explosivos, les fueron intervenidos “ordenadores, documentos y teléfonos móviles”.

Para cerrar el mismo año, en otra operación realizada en Ceuta, era desarticulada una nueva célula terrorista. En esta oportunidad, además del acostumbrado arsenal de ordenadores, móviles y documentación, también se les ocupó a los 11 desarticulados, dinero y un machete.

Durante el gobierno de Aznar, fueron tantas las detenciones de sanguinarios terroristas árabes, especialmente en Cataluña, que cerca estuvieron los brillantes operativos policiales de paralizar los servicios de recogida de basura de esa comunidad, dado que a esos oficios se dedicaba la mayoría de los terroristas apresados. Para su fortuna, las sospechosas sustancias químicas que manejaban no eran sino productos de limpieza y, semanas más tarde, al ser puestos en libertad, casi todos pudieron dar gracias a Alá y volver a sus afanes de limpieza sin nuevos sobresaltos.

Uno de los casos más sangrantes fue el de Ahmad Mardini, un sirio nacionalizado español, casado con una zamorana, padre de tres hijos y empleado de la Coca-Cola, que perdió el empleo, los amigos, los vecinos, casi la familia y la fama que se le supone a un inocente, luego de que fuera detenido como peligroso terrorista islámico, y su nombre y su rostro reproducido hasta la saciedad por medios de comunicación que, como El Mundo o Tele-Madrid, ni siquiera por imperativo legal y años después de que Garzón descargara al acusado, dejaron de presentarlo como terrorista.

Si la misma cobertura que emplean los medios para informarnos de la desarticulación de tramas terroristas la dedicaran, pasada la euforia, a ilustrarnos con los resultados, sabríamos que el caso de Mardini es una constante.

La ola de detenidos que acompañó en Londres la desarticulación de un supuesto plan para hacer estallar en vuelo diez aviones comerciales, en agosto del 2006, casualmente, al mismo tiempo en que Israel destruía El Líbano, tuvo repercusiones en todas partes: en Francia, en Paquistán, en Afganistán, en Italia… cientos de detenidos. De hecho, no hay acontecimiento social de importancia que se celebre en el mundo que no venga precedido de la desarticulación de más y más células terroristas de Al Qaeda. Ya casi es tradición que semanas antes de que se celebre un campeonato del mundo de fútbol, sea Francia o Alemania, lleguen noticias de redadas que pongan a buen recaudo a cientos de peligrosos árabes planificando espantos, y no hay cumbre mundial, así sea política o económica, que no se cobre antes la detención de algunos centenares de terroristas islámicos dispuestos a inmolarse.

Por si no fuera suficiente, los medios de comunicación, tan parcos a veces, otras tan exhaustivos, también informan los nombres de las ciudades más expuestas a padecer el terror, tanto como callan los nombres de aquellas ciudades y países que ya lo padecen. Hasta nos anticipan los lugares con más posibilidades de ser blanco de las bombas.

Además de la coincidencia general en la mayoría de las redes desarticuladas de no encontrarles la policía más armas o explosivos que los clásicos “móviles, ordenadores, documentación y dinero”, otra constante llama la atención en la redacción de todas esas informaciones que uno nunca sabe si son partes de guerra reconvertidos en noticias o noticias transformadas en partes de guerra: “los planes estaban en su etapa inicial aunque ya habían madurado lo suficiente” y cito textualmente al FBI luego de que en julio del 2006 desarticulara una red compuesta por ocho terroristas que se proponía atentar contra la red de transporte en Nueva York. En la misma declaración, el FBI reconocía que “ninguno de los implicados ha estado o está en Estados Unidos”, circunstancia que, en el mejor de los casos, mueve a asombro. Esos “planes iniciales que ya habían madurado”, en su contradictoria exposición, son los mismos que alegaba el ministro español Pérez Rubalcaba en el caso de los detenidos en Ceuta: “el grupo no tenía objetivos marcados aunque se planteaba pasar a la acción”; y semejantes, aunque invertidos, a los del caso de Londres. Si la policía inglesa anunciaba el primer día que el “plan estaba bien avanzado y ha sido interceptado en su fase final”, el ministro inglés John Reid declaraba días después que se “está en la primera fase de una larga investigación”.

Naturalmente, y como suele ser costumbre, “no se informa de más detalles al respecto para no obstaculizar las investigaciones.

La desarticulación en abril del pasado año de una red terrorista en Arabia Saudí con sus 172 socios y abonados, reveló, por ejemplo, que la mayoría eran nigerianos y yemeníes, que algunos eran de Al Qaeda, y que habían recibido instrucciones sobre pilotaje de aviones fuera de Arabia Saudí, pero se reservaban otras informaciones para no obstaculizar las investigaciones. El mismo argumento serviría a las autoridades y medios italianos para, tres meses más tarde, luego de desarticular una red que entrenaba terroristas en una mezquita italiana, limitarse a revelar que “hemos descubierto una verdadera escuela del terror”. También se agregó a la información el habitual interés de los detenidos en pilotar Boeing 747 y manejar sustancias químicas. Las mismas, tal vez, que la policía británica había encontrado en julio de este año en poder de un afgano y un somalí en Londres, cuando investigaba un asunto relacionado con el narcotráfico, y que adelantaba era “peróxido de hidrógeno” aunque todavía se estaba “analizando” la sustancia. Seguimos a la espera de que policías y medios confirmen el análisis de la sustancia.

Otra de las comunes coincidencias en este tipo de denuncias lo supone la grandilocuencia, el tremendismo, con que se informa de la amenaza. Lógicamente, cuanto más graves pudieron ser las consecuencias del atentado que nunca ocurrió, mayor alivio van a encontrar los afectados que nunca lo fueron.

Para la policía italiana, en el caso que citara más arriba, la mezquita se había convertido en una “verdadera escuela del terror”. ¿Cómo calificar entonces la cárcel de Abu Ghraib en Iraq, o la de Guantánamo? El responsable de Scotland Yard, aludiendo al supuesto atentado frustrado en Londres contra diez aviones comerciales, hablaba de “asesinato masivo de un nivel incalculable”. Las posibles víctimas del atentado, sin embargo, al margen del lógico dolor e indignación, eran perfectamente calculables. Hubiera bastado sumar el número de pasajeros para obtener el número de víctimas. Y habríamos sabido sus nombres, sus historias, sus nacionalidades, hasta el destino de su última llamada por su móvil. Lo que sí resulta incalculable es el número de iraquíes muertos desde que Estados Unidos y Europa se dieron a la tarea de “liberarlos” de su dictador. Se ha hablado de medio millón de muertos, de un millón, de cientos de miles de “fantasmas” sin identidad que, todavía, siguen muriendo en ese y en otros países sometidos a la misma democrática terapia occidental.

La fiscal del distrito Este de Nueva York, Roslynn Mauskopf, luego de que a principios de este año fueran detenidos en Nueva York tres alegados terroristas de Guayana y uno de Trinidad y Tobago acusados de intentar volar con explosivos que, por cierto, todavía no tenían, la red de conductos de gasolina que abastece a los aviones del aeropuerto John F. Kennedy, indicó que se trata de uno de los "complots más escalofriantes imaginables", aunque aclaró que durante el tiempo en que se han llevado a cabo las investigaciones "nunca ha estado en peligro la seguridad aérea ni la de los pasajeros". "La destrucción que hubiera causado si se llega a producir, es inimaginable".

Lo que sí resulta inimaginable es la destrucción causada en Iraq de la que se duda pueda, alguna vez, volver a ser una nación.

Una vez los medios han dado amplia cobertura al frustrado atentado con su correspondiente secuela de detenciones, poco importa que en los siguientes días se desnaturalice el atentado y los sanguinarios terroristas acaben convertidos en trabajadores de la limpieza o en simples ilegales. Ya la alarma se ha creado, que era lo que se perseguía, y el “mundo” valora y respalda la labor de sus gobiernos y sus medios de comunicación en su labor de preservar su seguridad.

Obviamente, si aceptamos que haya guerras preventivas, no hay razón para oponerse a arrestos y desarticulaciones preventivas. Por ello los esfuerzos de gente como Peter Clarke, jefe de la brigada antiterrorista inglesa, que no tuvo empacho en reconocer la vigilancia a que somete a “miles” de ciudadanos de su país, “sospechosos de actividades terroristas directa o indirectamente”. Las sospechas, también, pueden ser preventivas, tanto como las noticias.

Entre las miles de personas, la mayoría de origen árabe, que han sido detenidas y presentadas por los medios de comunicación como diabólicos terroristas dispuestos a matar y morir, el caso de Richard Reid siempre me ha parecido uno de los más llamativos. Y lo digo porque hasta entonces había creído que los malos, aún siendo perversos, podían disfrutar de algunas virtudes comunes a otras personas, como ser elegantes, inteligentes o, por ejemplo, resultar atractivos, pero después de observar muy brevemente el rostro, que no es conveniente solazarse en sus facciones, del individuo de Sri Lanka que hace siete años pretendió sin éxito provocar una explosión en un avión que iba de París a Miami, me sentí en la necesidad de corregirme y aceptar que hay malos que, además, también son feos, incluso, imbéciles, casi tanto como los medios de comunicación que nos brindaron la noticia. El tal Reid, con los zapatos repletos de explosivos, había llegado al aeropuerto de París sin otro equipaje que un rostro inolvidable, cargado de presagios y muecas. En su afán por pasar desapercibido y dado que su cara, como debió ocurrir, no sirvió para que le negaran el boleto y ahí mismo lo arrestaran, (si no me cree le invito a que entre en cualquier buscador de Internet y solicite la imagen de Richard Reid) el terrorista se dedicó a insultar y a ofender a otros viajeros y a empleados de la línea aérea, sin lograr hacerse notar. Días antes, dedicado a los mismos afanes y en el mismo aeropuerto, había logrado, finalmente, según leía en la prensa, que le retuvieran por unos minutos el pasaporte británico que portaba, ya que además de ser falso también lo parecía, con lo que acabó por perder el vuelo, pero había regresado al aeropuerto decidido a embarcar rumbo a Miami sin cambiarse ni de zapatos, ni de pasaporte, ni de cara. Por más discusiones y pleitos que volvió a originar nadie impidió esta vez que el irascible sujeto fuera atravesando todos los rigurosos controles antiterroristas hasta ocupar su asiento en el avión. Ya que no disponía de un letrero de neón en la cabeza, de esos que se encienden y apagan, con la leyenda: "soy un terrorista", ni tampoco echaba espumarajos por la boca, se dedicó, según dicen los cables noticiosos, a protagonizar algunas malsonantes broncas con otros pasajeros, hasta que harto de mirarse en el espejo y verse, se decidió a extraer, a la vista de todos, los cables de su zapato para provocar la redentora explosión. Tampoco nadie pareció advertir entonces sus quehaceres manipulando cables en su asiento, lo que parece ser muy común en cualquier vuelo. Desgraciadamente, no había tenido la precaución de llevarse unas cerillas escondidas en el otro zapato y, como siempre, haciendo gala de un tacto exquisito, de fino y experimentado terrorista, llamó a gritos a la azafata para que le suministrara un encendedor. Craso error el suyo porque ahí fue que la azafata comprendió que se trataba de uno de esos desalmados fumadores y le cayó arriba secundada por los demás pasajeros. Al registrarle los zapatos, ya reducido y golpeado en el suelo, en busca de la cajetilla de cigarrillos, se encontraron con los explosivos y se detuvo al terrorista.

Los medios colaboran con los gobiernos amplificando el terror y los terroristas para que la ciudadanía no tenga la menor duda de la magnitud de la amenaza que se cierne sobre ella y la necesidad de que la amparen esos gobiernos y la mantengan informada esos medios de comunicación.

Es así que, en todos estos años, el principal problema que dicen tener los españoles es el terrorismo, cuando hasta el montañismo, uno de los deportes más hermosos y sanos que existen, mata más y mejor.

Pero una población que es capaz de creerse la virtual amenaza e ignorar la real consecuencia, puede creerse cualquier cosa.

Un informe de 16 agencias de los servicios secretos estadounidenses, desclasificado, en parte, a principios del 2008, revelaba que “Estados Unidos afrontará una amenaza terrorista persistente y en evolución, aun cuando no hay indicios creíbles de peligro inminente”. Lo enfatizaba el titular del Departamento Nacional de Inteligencia, Mike McConnell: “La primera y principal evaluación de inteligencia nacional es que hay y habrá amenazas terroristas persistentes y en evolución”. Lo que más parece un parte meteorológico, se resumía en un dato escalofriante por su crudeza y precisión, obtenido no se sabe como y que, en este caso, divulgarlo no obstaculiza las investigaciones: “El objetivo de Al Qaeda, basado en creencias religiosas del Islam, es matar a cuatro millones de estadounidenses…”.

El 16 de junio del 2004, Johan Galtung, experto noruego en negociaciones de paz, profesor de la Universidad Europea de la Paz, de Estudios de la Paz de la Universidad de Hawai y de otros centros universitarios, declaró en un seminario sobre terrorismo en el Escenario de la Haima, en España: “Estados Unidos, desde la segunda guerra mundial ha realizado 70 intervenciones militares que han causado la muerte de entre 12 y 16 millones de personas, el 95% de las cuales eran civiles. Hitler ocasionó la muerte de 11 millones de personas. No hay duda que el principal terrorista del mundo actual está en Washington”.

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La justicia no encontró agentes de Al-Qaeda en Europa

viernes, 22 de mayo de 2009

Nuestro hombre en Bilderberg


Blog irónico del enviado de The Guardian a la caza de la cábala más poderosa del mundo

Charlie Skelton
Guardian co.uk
22-05-2009

No sé exactamente por qué voy en un vuelo a Atenas, excepto que parece ser la mejor cosa que podía haber hecho. Voy volando en un capricho de último minuto para merodear alrededor de una conferencia que puede, o no, tener lugar y a la cual no he sido invitado. No han invitado a ninguno de vosotros.

No habréis leído al respecto. No habréis visto una lista de invitados, no veréis fotografías del evento. No sucede. No existe. Voy volando a Atenas sin motivo alguno. A pasar unas vacaciones que no me merezco y que en realidad no me puedo permitir. Tal vez a cogerme una insolación, a intoxicarme con comida, y volver a casa. No tiene sentido.

A menos, claro está, que los rumores sean verdad. A menos, como dice alguna gente, que este fin de semana tenga lugar la reunión del grupo Bilderberg . La alineación anual de las estrellas distantes que conforman nuestro destino. Un largo fin de semana en un hotel de lujo, donde la élite mundial se junta para darse las manos, brindar, ajustar en detalle su agenda global y reñir por quién obtiene las mejores tumbonas. Supongo que Henry Kissinger trae las suyas, las envía por helicóptero y las protege durante las veinticuatro horas un equipo especial de la CIA. Capitanes de compañías petroleras, magnates de los medios, la Reina de Holanda y Peter Mandelson. Probablemente Ben Bernanke, posiblemente David Cameron. Políticos y financistas de los cinco rincones del globo (no dejéis que os digan que son cuatro). Y yo.

Llegué anoche, al amparo de la oscuridad. Dije al taxista que se detuviera a 50 metros del hotel. Preguntó por qué. No le pude decir que era para poder cubrir la entrada a la busca de lentes del FBI. Simplemente murmuré que no podía explicárselo. Sus ojos se iluminaron. “¡Ahá!” “¡Ya veo!” “¡Ya sé!” ¿Qué sabía? ¿Y quién es ese que nos sigue? Un hombre en un BMW. Definitivamente, un espía.

Ya ves de qué se trata.

El conductor me deja en un rincón oscuro de la Riviera Ateniense, me da una palmadita en la espalda y dice: "¿Quieres fumar un poco de hierba?” Declino. No puedo dejar que se duerman mis sentidos. Voy a toda prisa al hotel, mirando los coches aparcados, buscando furgones con vidrios polarizados. No hay ninguno. En la recepción parecen haber perdido mi reserva (¡los tentáculos de Bilderberg llegan lejos!) pero finalmente me registran, subo, desempaco, me ducho, bajo, salgo, miro al otro lado de la calle y me doy cuenta que me apresuré a ir al hotel equivocado. Y soy el que se enfrenta a Bilderberg.

Una embarazosa hora más tarde, vuelvo a salir del hotel correcto, determinado a encontrar el sitio en el que dicen que tiene lugar la reunión de Bilderberg. A sacar alguna tempranas fotos, ver tal vez la llegada de Hillary Clinton. Aunque me bastaría Ken Clarke. Se hace tarde. Hay algunos haciendo jogging. ¿FBI? ¿Servicio secreto? Casi seguro. Sigo caminando con determinación Después de media hora me doy cuenta de que di la vuelta equivocada al salir del hotel y que voy caminando por una línea costera desierta hacia Atenas. Vuelvo a la cama. Otra noche tranquila para Bilderberg.

En el desayuno, un hombre robusto con antebrazos peludos se sienta frente a mí y manipula su teléfono móvil. Definitivamente un espía. Se come un huevo duro y me mira mientras lucho con mis Coco Pops. Mi primer descubrimiento del día es descubrir lo que pasa a los Coco Pops cuando los dejan durante una década en un plato de presentación griego. Se convierten en gravilla.

El espía se va primero. Obtuvo lo que quería: una foto de mi persona, tomada furtivamente con su teléfono y enviada a Quantico en Virginia. Y un huevo duro.

Texto completo aquí

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¿Quién acudió este año a la reunión del grupo Bilderberg?

Bilderberg en La Sexta Noticias

jueves, 21 de mayo de 2009

Experto de la OMS:En la gripe A hay mezclados intereses de salud y económicos

Virginia Hebrero
EFE
20/5/2009

El experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Germán Velásquez considera que en la crisis de la gripe A se mezclan intereses de salud con otros de tipo económico y político que llevan a que se esté "exagerando" de algún modo la prevención.

"Estamos ante un fenómeno en que hay una serie de intereses: los específicos, puros y netos de salud pública que debemos defender desde aquí, pero que se mezclan y a veces se enredan a nivel global o nacional con intereses que también son comerciales", afirma en una entrevista con Efe Velásquez, director del secretariado de Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual de la OMS.


El alto funcionario colombiano no duda en asegurar que "estamos hablando de la gallina de los huevos de oro, la fabricación de medicamentos o vacunas a volúmenes gigantescos", cuando se le pregunta por los planes que la OMS está estudiando con la industria farmacéutica de cara a una posible pandemia de gripe A.

A ello se suman, añade, "la prensa, que hace un muy buen trabajo, pero cuyas primeras páginas con noticias alarmantes hacen subir las ventas o aumentar la audiencia, e intereses de tipo político, por ejemplo para ocultar problemas como la crisis financiera".

El experto recuerda que sólo por la gripe estacional en EEUU hay 30.000 muertos al año, "y si hacemos ese mismo paralelismo con la gripe A en las tres semanas que llevamos ya habría 1.200 muertos", y en Europa 25.000.

"Esta es una gripe bastante benigna y con poco riesgo de muerte (...) Hay que tener cuidado para que al mezclarse todos esos intereses no se cree pánico, que no le interesa a nadie porque puede traducirse en problemas económicos, como se ha visto en el caso de México con el turismo".

Durante la Asamblea Mundial de la Salud que se celebra esta semana en Ginebra, la OMS ha dado marcha atrás en sus planes de elevar el nivel de alerta pandémica a la fase 6 y la ha mantenido en la 5, debido a los llamamientos de numerosos países.

Velásquez recuerda que "la OMS está al servicio de los países, y éstos han hecho un llamamiento de moderación, e incluso algunos han preguntado la justificación (que hubo) para pasar de la fase 4 a la 5, dando a entender que les parecía que no estaba totalmente claro".

"En los países en desarrollo hay que hacer un equilibrio muy complejo entre cuánto se gasta en esta enfermedad y cuánto en otras como el sida, la malaria o el dengue. Es un problema ético muy grave y cada país debe ver cuáles son sus prioridades", señala.

"Un país que no está cubriendo más que a la mitad de enfermos de sida -agrega- debería preguntarse dos veces si va a hacer compras de medicamentos para un stock contra una epidemia que no ha llegado".

Y más aún, Velásquez subraya que "no está comprobado clínicamente que el oseltamivir (el principio del Tamiflú) sea eficaz contra la nueva gripe. Se ha visto que hay alguna sensibilidad en vitro. Pero la eficacia clínica no la conocemos todavía".

"Sabemos -precisa- que es eficaz para la gripe estacional, que rebaja los síntomas, que haya menos segregación nasal, estornudos, y así también se rebaja el contagio. En realidad acorta la duración de la enfermedad entre 8 y 12 horas".


Ante las cifras que se barajan sobre una posible producción de vacunas -hasta 5.000 millones según un grupo asesor de la OMS-, el experto insiste en que "se trata de algo gigantesco que no se ha visto en la historia del mercado de medicamentos".

Pero añade que una cosa es extrapolar cuántas vacunas se necesitarían y otra es cuantos países van a tener fondos para comprarlas, antes de señalar que le parece muy prematuro pensar en vacunar a la población mundial: "Aún en la gripe estacional, que está matando a muchísimas personas, las recomendaciones son vacunar a la gente de alto riesgo, de mucha edad o con problemas cardiacos".

El responsable de la OMS también apunta que "habría que ver hacia dónde va a mutar el virus. Si sigue como ahora y no se hace más severo, yo no creo que estemos hablando de vacunar a todo el mundo".

Y deja claro que "tantas posibilidades hay de que se agudice como de que se vuelva más benigno e incluso que desaparezca", antes de hacer un llamamiento a la prudencia:

"Hay que ser muy cuidadosos. Un responsable de un país de América Latina hacía estimaciones de 7 millones de muertes allí, y cuando la crisis de la gripe aviar desde la propia OMS se habló de 150 millones de muertes".

(Extraído de www.adn.es)

Artículo relacionado:

Mentiras políticas y desinformación mediática en relación a la pandemia de gripe porcina

Enlace al excelente blog del periodista Miguel Jara, muy crítico con la industria farmacéutica
migueljara.wordpress.com


Documental El Poder de las Farmacéuticas

lunes, 18 de mayo de 2009

El caso de la bomba termonuclear desaparecida


EE.UU. casi lanzó hace cincuenta años una bomba H sobre su propio territorio

Jeffrey St. Clair
CounterPunch
18/5/2009

Las cosas se pierden. Así es la vida. Incluso en el Pentágono. En octubre pasado, el inspector general del Pentágono informó que los contadores de las fuerzas armadas habían traspapelado un destructor, varios tanques y transportes blindados de personal, cientos de ametralladoras, balas, lanzagranadas y algunos misiles tierra-aire. En total, desertó armamento por un valor de casi 8.000 millones de dólares.

Esas anomalías son bastante malas. Pero lo que es verdaderamente escalofriante es que el Pentágono haya perdido la pista de la madre de todas las armas, la bomba de hidrógeno. El arma termonuclear, concebida para incinerar Moscú, ha estado por ahí en algún sitio frente a la costa de Savannah, Georgia durante los últimos 40 años. La Fuerza Aérea hizo más por ocultar el incidente que por ubicar la bomba y asegurarla.

En la noche del 5 de febrero de 1958 un bombardero B-47 Stratojet que llevaba una bomba de hidrógeno en un vuelo nocturno de entrenamiento frente a la costa de Georgia chocó con una caza F-86 a 11.000 metros de altura. La colisión destruyó al caza, dañó gravemente un ala del bombardeo y desencajó parcialmente uno de sus motores. Instruyeron al piloto del bombardero, mayor Howard Richardson, para que se deshiciera de la bomba H antes de intentar un aterrizaje. Richardson lanzó la bomba a las aguas poco profundas de Wassaw Slough, cerca de la desembocadura del río Savannah, a unos pocos kilómetros de la ciudad Tybee Island, donde pensaba que la bomba sería recuperada rápidamente.

El Pentágono registró el incidente en un memorando de máximo secreto al presidente de la Comisión de Energía Atómica [AEC]. El memorando ha sido parcialmente desclasificado: “Un avión B-47 con un arma nuclear [palabra eliminada] a bordo fue dañado en una colisión con un avión F-86 cerca de Sylvania, Georgia, el 5 de febrero de 1958. El avión B-47 intentó aterrizar tres veces sin éxito con la bomba. El arma fue entonces descargada visualmente sobre la desembocadura del río Savannah. No se observó una detonación.”

Equipos de búsqueda y rescate fueron enviados rápidamente al lugar. Warsaw Sound fue misteriosamente acordonada por soldados de la Fuerza Aérea. Durante seis semanas, la Fuerza Aérea buscó sin éxito la bomba. Buzos submarinos buscaron en la profundidad, los soldados pisotearon las salinas cercanas, y un dirigible sobrevoló el área tratando de encontrar un agujero o un cráter en la playa o el pantano. Luego, sólo un mes después, la búsqueda fue abruptamente detenida. La Fuerza Aérea envió sus fuerzas a Florence, South Carolina, donde otra bomba H había sido accidentalmente arrojada por un B-47. Los 90 kilos de TNT estallaron en el impacto, dispersando desechos radioactivos por el área. La explosión causó considerables daños a la propiedad y varios heridos en tierra. Por suerte, la bomba nuclear propiamente tal no detonó.

Los equipos de búsqueda nunca volvieron a Tybee Island, y el asunto de la bomba H desaparecida fue discretamente encubierto. El fin de la búsqueda fue señalado en un memorando parcialmente desclasificado del Pentágono a la AEC, en el cual la Fuerza Aérea solicitó cortésmente una nueva bomba H para reemplazar la que había perdido. “La búsqueda de esa arma fue discontinuada el 16 de abril de 1958 y se considera que el arma ha sido irremediablemente perdida. Se solicita que un arma [frase eliminada] sea puesta a disposición del Departamento de Defensa para reemplazarla.”


Era un problema de envergadura, por cierto, y el Pentágono lo sabía. Sólo en los primeros tres meses de 1958, la Fuerza Aérea tuvo tres accidentes de importancia que tuvieron que ver con bombas H. (Desde 1945, EE.UU. ha perdido 11 armas nucleares.) La bomba de Tybee Island siguió siendo una amenaza, como reconoció la AEC en un memorando confidencial del 10 de junio de 1958 al Congreso: “Existe la posibilidad de descubrimiento accidental del arma no recuperada mediante dragado o construcción en el área de probable impacto… Se ha solicitado al Departamento de Defensa que monitoree todas las operaciones de dragado y de construcción.”

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